Saquearon la casa del narco acusado de matar a un niño de 11 años en Rosario

Vecinos del barrio El Puma de Rosario atacaron el lugar, donde denuncian que funciona un búnker narco. El hombre está acusado de disparar contra un grupo de personas y matar al menor.

Un hombre sospechoso de haber sido quien disparó ayer contra un grupo de personas y mató a un niño de 11 años en la ciudad de Rosario fue detenido este mediodía junto a sus dos hijos en una vivienda del barrio Los Pumas, hasta donde se acercó un numeroso grupo de vecinos que atacó el frente de la propiedad a palazos y martillazos tras denunciar que allí funcionaba un búnker narco.

El arresto y los incidentes se iniciaron cerca de las 13, cuando la policía fue al domicilio situado en Cabal al 1300 bis, del barrio Los Pumas, para detener a un sospechoso de la balacera cometida ayer a la madrugada contra un grupo de personas –entre ellas varios niños– que se hallaba frente a un kiosco ubicado en pasaje María de los Ángeles al 1500, en la zona de Cabal y San José, del barrio Empalme Graneros, en el noroeste de Rosario.

Captura de TV.

Al arribar al lugar, los efectivos hallaron a un numeroso grupo de vecinos que rodeaba el domicilio y atacaban el frente con piedras, palas y martillos con el fin de linchar a sus moradores, a quienes acusan de ser narcos.

Los efectivos se llevaron detenido al dueño de casa, a dos de sus hijos y a dos mujeres integrantes de la familia, al tiempo que dispararon postas de goma para dispersar a los vecinos enardecidos que querían ingresar a la vivienda.

Con los arrestos concretados, y luego de que se retirara la policía, los habitantes del barrio destruyeron varias paredes del domicilio y se apoderaron de todos los efectos que había en el interior, muchos de los cuales rompieron.

Los arrestos e incidentes se produjeron a horas de que fueran velados los restos de Máximo en el club «Los Pumas», situado en Cotone 130 bis, donde desde temprano la policía montó operativo de custodia en prevención de un nuevo ataque.

En tanto, los restos de Máximo Jerez, el niño asesinado, fueron velados en un club barrial, mientras que los otros tres chicos heridos en el mismo episodio –de 2, 13 y 14 años- continuaban internados «con buena evolución», aunque uno de ellos aún está en terapia intensiva, informaron fuentes médicas.

La directora del Hospital de Niños Zona Norte de Rosario, Mónica Jurado, informó esta mañana que los tres chicos que siguen internados ingresaron en el mismo momento que Jerez, con «heridas de arma de fuego con distintas lesiones» aunque con «buena evolución».

«Dos niños están en sala de internación conjunta, con sus familiares, evolucionando. La niña de dos años tiene una lesión y una fractura del húmero proximal. El de catorce está con una lesión en la boca, en el labio superior, que lesionó partes blandas, pero que no provocó lesión ósea«, agregó Jurado.

Sobre el chico de 13 años, la directora médica dijo que «está en la sala de cuidados intensivos, en estado reservado, pero con buena evolución, sin asistencia respiratoria, con una lesión hepática y de neumotórax, por lo que tiene un tubo para drenar esa lesión«.

En este sentido, puntualizó que el adolescente «permanece con la bala alojada en la zona paravertebral sin lesión ósea de la médula espinal. Fue un milagro».

Jurado explicó que el chico de 14 años recuerda que «escupió la bala, por lo que probablemente el proyectil haya tocado alguna otra superficie y por eso no hizo tanto daño».

En tanto, sobre Jerez, la directora médica dijo que el niño «llegó sin vida» al hospital.

«Son los primeros niños que recibimos este año con heridas de arma de fuego. En el hospital de Zona Sur recibieron dos», agregó.

En diálogo con Radio Con Vos, una de sus tías, Antonia Jerez, recordó el momento en el que escuchó disparos y salió a ver qué pasaba: «Estaba haciendo una torta de cumpleaños para mi nieta, escuchó los disparos, salgo, mi hermana estaba gritando, diciendo que mi sobrino y los otros chicos que salían de su casa estaban heridos».

«Los tres chicos, primitos de él, están internados, uno en terapia que lucha por su vida, y otros internados, lamentablemente el único que no pudo salvarse es mi sobrino«, dijo la mujer conmocionada.

«Estamos todos destrozados. Son chicos sanos, estaban jugando a la pelota y pasó lo que les pasó. Quiero justicia para que no haya más Máximos en el barrio», concluyó.

Por su parte, el fiscal de turno de la Unidad Fiscal Especial de Homicidios Dolosos cargo de la causa, Adrián Spelta, dijo que ya fue identificado el auto desde el cual se efectuaron los disparos y que todo indica que no eran los niños ni sus familiares el blanco del ataque, sino que estaría ante un hecho «atravesado por el narcotráfico» y por una pelea «por el territorio».

Al realizar consideraciones sobre el ataque, manifestó que «se han perdido los códigos«, ya que antes la presencia de menores de edad llevaba a la suspensión de un acto violento.

«Observo que se han pasado algunos límites en Rosario. Se han perdido códigos. La presencia de menores de edad, que son inocentes y están ajenos a cualquier evento delictual, llevaba a que se suspenda cualquier acto violento», expresó Spelta, tras lo cual agregó que en este caso puntual «ni los niños ni sus padres» tenían vinculación con el objetivo del ataque.

Spelta dijo que está aún tratando de determinar la mecánica del ataque y que «está identificado» el vehículo desde el cual se efectuaron los disparos.

«Es un vehículo que llega al lugar y comienza a realizar disparos sobre ambas veredas. Lamentablemente estaban estos chicos, los cuatro recibieron heridas de balas», manifestó.

«Sabemos que hay personas del barrio que tienen vinculación con la venta de estupefacientes y que fue hacia ellos el ataque por una puja de territorio. Por eso terminaron hiriendo a tres chicos y matando a un cuarto», agregó el fiscal.

El ataque ocurrió cerca de las 2 de ayer frente a un kiosco ubicado en pasaje María de los Ángeles al 1500, en la zona de Cabal y San José, del barrio Empalme Graneros, en el noroeste de Rosario.

A raíz del ataque, Jerez recibió al menos un tiro en la espalda y murió, en tanto los otros resultaron heridos.

El fiscal ordenó la realización de las pericias de fotografía, balística, planimetría y laboratorio a la Agencia de Investigación Criminal (AIC) y a la División Científica Forense Rosario, además del relevamiento de cámaras y la obtención de testimonios.

Según los peritos policiales, en el lugar se hallaron tres vainas servidas de proyectiles calibre .40.

Tras el hecho, efectivos policiales realizaron un rastrillaje en un asentamiento situado en inmediaciones de la calle María de los Ángeles y Cabal, donde observaron a un grupo de personas, aún no identificadas, que se dieron a la fuga a pie comenzando una persecución, sin lograr detenciones.

Los agentes incautaron en la cama de una vivienda armas de puño con la numeración limada, ametralladoras, silenciadores y una motocicleta que contaba con pedido de captura del 24 de febrero último.

Las estadísticas en Rosario preocupan no solo por el número de víctimas de hechos violentos enmarcados en homicidios, la mayoría planificados, sino también por el incremento de las balaceras.

En una ciudad donde impera el terror por las bandas dedicadas al narcotráfico, se registran 10 balaceras por día.

Desde 2020 a lo que va de este año, se registró un aumento en los homicidios donde hubo planificación previa, entre los cuales se inscriben aquellos que son por encargo por la disputa de bandas narcos.

En 2020, el 74,3% de los homicidios fueron planificados, mientras que el año pasado la estadística alcanzó el 75,8% del total: sólo en enero de este año en Rosario el porcentaje superó el 73%, es decir, que en la mayoría se comprobó que existió un componente mínimo de planificación.

Tres de cada cuatro homicidios en el departamento de Rosario fueron planificados según dichas estadísticas.

En lo que va del año, en Rosario hubo 63 homicidios y febrero fue el mes con más muertes dolosas registradas que se conoce de ese período con 31 víctimas.

Asimismo, a nivel provincial se incrementaron los homicidios enmarcados en medio de disputas en organizaciones criminales o dentro de una economía ilegal, con más del 56% de los casos en lo que va del año.

También de los datos elaborados por el Observatorio de Seguridad Pública se destaca que, en Rosario, los homicidios suelen incrementarse durante el horario nocturno y, sobre todo, los fines de semana. El 80% de los acontecidos en 2023 fueron durante la noche y el día más brutal según las estadísticas fue el sábado.

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