Posadas | Afirma que hace más de un año no ve a su hija porque se lo impide su expareja

Juan Espinosa afirma que no puede ver a su hija de 9 años hace ya más de 12 meses ya que la tenencia la tiene su ex pareja. De por medio hay una restricción perimetral solicitada por la madre de la niña, una ciudadana paraguaya que fue detenida en 2019 en una camioneta con más 70 kilos de marihuana, en que llevaba también a la niña, según aseguró Espinosa.

Juan Antonio Espinosa, reside en Posadas y es padre de una niña de 9 a la que -afirma- hace más de un año que no puede ver porque se lo impide la madre de la niña que tiene la tenencia. Según Espinosa, la mujer, de nacionalidad paraguaya, estuvo detenida por tráfico de drogas desde noviembre de 2019 a febrero del 2020, momento en que recuperó la tenencia de su hija. Juan asegura que nunca pudo volver a conseguir la tenencia compartida.

Espinosa afirma que en los últimos 12 meses le impidieron visitar a su hija porque su expareja solicitó una restricción perimetral y las veces que el hombre intentó acercarse a su hija recibió denuncias por por violar la perimetral. Asegura que vive con el miedo de que se la puedan llevar a a Paraguay. «Yo no busco un fallo favorable para Juan Espinosa. Para mí, yo lo que busco es lo mejor para mi hija. Tampoco quiero que mi hija deje de ver a la madre».

Juan no sabe si su hija hoy comenzó las clases, así como tampoco pudo contarle que su padre, el abuelo al que tanto quería, falleció hace unos meses.

La historia completa

Juan tuvo una hija junto a su ex pareja y antes del episodio que viviría hace unos años, a pesar de estar separados, la relación entre ambos era buena y compartían la tenencia de la menor.

El 14 de noviembre de 2019, la menor en cuestión no asistió a la escuela debido a que se encontraba enferma, según le había comentado la madre. Sin embargo, ese mismo día, cuando la menor debía estar en clases, estaba viajando con destino a Buenos Aires junto a su madre y su tío, donde serían detenidos por personal de Gendarmería en el puesto de control ubicado en la localidad de Villa Olivari, departamento de Ituzaingó, Corrientes.

«Yo pensé que mi hija estaba en la escuela. Me llaman del escuadrón de Gendarmería de Villa Olivari y me preguntan qué tipo de relación tenía con la señora, madre de mi hija. Le comenté que solamente era una ex pareja y padre. Yo me preocupé mucho porque en esa época yo sabía que mi hija, por boca de ella, hacía viajes a Buenos Aires y otros lugares sin preguntarme», indicó Juan.

En ese operativo, según contó Juan, Gendarmería Nacional encontró 74 kilos de marihuana distribuidos en panes y ocultos en las paredes de la camioneta en la que viajaban:

«Me comentaron que el motivo por el cual tengo que ir hasta esa dependencia es que la señora quedó detenida con casi 80 kilos de marihuana y en el vehículo que se trasladaba iba su cuñado, que sería el tío de mi hija y mi hija de en ese entonces de cinco años. Imagínate mi reacción, se me desmoronó todo, no entendía nada, nunca me imaginé algo de esto. Me permitieron hablar con la señora dos minutos. Lo único que me dijo Juan, vení urgente. Me hice el viaje correspondiente junto a mi madre, previa charla con mi abogado. Cuando llego al lugar me encuentro con una imagen bastante fea que es la de mi hija junto a su madre y junto a su tío, en este caso ellos, ambos estaban esposados y mi hija estaba jugando, estaba comiendo algo», contó.

Acta de entrega de menor que efectuó la GNA luego del episodio en 2019, para que Juan pueda llevarse a su hija.

A esto último agregó: «Esto fue el 14 de noviembre, de ahí nosotros volvemos a Posadas, intentamos retomar nuestra vida como pudimos. Imagínate una niña de cinco años llorando todos los días preguntando qué pasó y dónde está la mamá. Si la mamá estaba bien y cuándo iba a volver».

Además, Juan contó que la menor tuvo que «tuvo que pasar una noche durmiendo en un colchón, en un piso, en una dependencia de Gendarmería y sobre todo, que se le estaba utilizando para una actividad como una pantalla de una actividad delictiva».

Luego de este aberrante echo, Juan expresó como intentaron seguir con su vida: «Al principio fue muy difícil, porque yo realmente creo que ningún padre está preparado para manejar una situación de esas. Yo en ese momento justo estaba comenzando mi relación con mi actual esposa, era todo muy difícil porque todavía más que nada yo vivía solo y tuve que estar con mi hija solo. Recurrí a los profesionales, los psicólogos que estaban más abocados a la parte infantil porque no sabía ni cómo explicarle lo que había pasado. Por suerte ella en particular es bastante fuerte y rápida de mente, con un montón de actividades que hizo nos fuimos acomodando».

Luego de que la mujer es liberada, Juan agregó: «La madre sale y lo primero que hace es comunicarse conmigo para pasar a retirar a la menor. En ese momento consulto con mi abogado cómo era el procedimiento y el tema es que yo había pedido el cuidado personal, pero la justicia no me lo había otorgado todavía en ese momento, porque me indicaron que la señora (su expareja) tenía derecho a defenderse».

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«Por tal motivo, como seguía el acuerdo anterior vigente, homologado en la justicia que lo había hecho anteriormente, la madre se presentó a mi domicilio y retiró a su hija. Yo se la tuve que entregar. No, no me causó ningún gusto, ninguna gracia, porque estaba amenazado de tener una denuncia por no entregar a la menor. Algo increíble. Terminan de salir detenidos y lo primero que hacen, me denuncian a mí. Fue con la madre, seguí teniendo contacto una que otras veces hasta que empezó todo el proceso judicial», añadió

Juan introdujo un pedido a la justicia por el pedido de cuidado personal de mi hija y obtuvo un fallo de primera instancia del Juzgado número una familia a cargo de la doctora Graciela Mana. Sin embargo, la madre apeló al fallo: «esta apelación está en la Cámara 5 de Apelaciones y la tenemos parada o demorada o no sé. Realmente ya no sé cuál de las palabras de hace más de un año y en ese tiempo es el que yo no veo a mi hija».

Actualmente Juan no puede acercarse, ver o pedir a algún familiar que retire a su hija del domicilio de la madre, porque está amenazado y no quiere seguir recibiendo denuncias. «Lo mejor que puedo hacer hoy en día por mi hija, aunque suene contradictorio, es alejarme», sentenció.

«Todas las veces que yo me quiero acercar o hablé por teléfono con ella de atrás se escuchan las barbaridades que le dicen con respecto al padre cada vez que me acerco o cada vez que ella volvía de estar unos días conmigo en su momento, otra vez le decía barbaridades y ejerció violencia psicológica».

La carta de la niña a «Superpapá»

«Yo hace un año que no tengo contacto directo con mi hija al dos o 3 de enero del año pasado fue la última vez que la vi. Lo que sí tuve un pequeño contacto porque mi hija en su institución escolar va con su primo que es mi sobrino. Le hizo llegar una carta donde me pedía la carta, decía por favor, súper papá siempre me decía así te extraño mucho, te. Te necesito. Por favor, rescátame. Por favor, mostrar esta carta a la jueza. Que le digan que yo no soy un trofeo a mi mamá. Y el final de la carta decía. Por favor, que no le muestren esto a mi mamá. Yo ante esto, obviamente lo presenté a mi abogado. Lo analizamos para presentarlo en la justicia, porque yo tampoco quiero que en ese momento que la madre se entere porque también tenía miedo de algún tipo de represalia, sobre ella, sobre mi hija.»

El testimonio que puede cambiar la causa

Juan y su abogado buscan sumar el testimonio de la menor a la causa. Ella dice querer vivir con su padre, porque él le presta más atención: «Lo sumamos ahora como un hecho de casos nuevo en el Cámara de Apelaciones. Sumamos la carta. Lo desestimaron por extemporáneo, porque por estar, digamos, como fuera de tiempo. Yo esta carta la había recibido en octubre y lo presentamos antes, un poco antes de que comience la feria judicial. La demora fue lo que yo te indiqué. Fue una decisión mía porque yo no sabía si exponer o no, porque sabía que esto, cuando hay este tipo de presentaciones, a la otra parte también le llega la comunicación. Y yo tenía miedo que mi hija sufra algún tipo de represalia por este motivo, pero está presentado pero no fue tenido en cuenta en este caso», señaló.

«Yo tengo las audiencias donde ante el grupo del gabinete psicológico del juzgado, la misma jueza, subsecretaria le preguntaron con quién quería vivir y respondió Quiero vivir con mi papá porque me presta más atención», señaló la menor.

Como está la causa hoy

«Ni bien tenemos un fallo de primera instancia donde el juzgado número una familia indicó que tiene que vivir conmigo, mi hija, la señora, hizo la apelación correspondiente y eso tiene un proceso, tiene unos tiempos legales que lamentablemente no son los tiempos para una niña, para una menor, porque realmente pasan los tiempo, pasa la feria, no hay alguna explicación alguna de por qué no se resuelve todavía y estamos en ese proceso de resolución por la Cámara cinco de Apelaciones. Es por ese motivo que que yo todavía no tengo nada resuelto, nada plasmado en forma definitiva, porque lo otro es un fallo de primera instancia y mientras no tenga nada definitivo estoy evitando cualquier tipo de contacto también para no entorpecer en definitiva la causa», explicó Juan

El temor de que se la lleven a Paraguay

«Es un temor que lo tengo desde hace muchísimo tiempo, incluso teníamos un permiso firmado en un escribano particular para que mi hija pueda pasar a Paraguay con la madre. Lo firmé yo en su momento y también hace un tiempo. No recuerdo la fecha exacta. Yo me acerqué al personal de aduanas y directamente cancelé ese permiso. Lo di de baja por miedo justamente a este tipo de cosas, ya que mi hija me comentó muchas veces de que que querían pasar a Paraguay en su época». Esto último llegaban como pedidos en nombre de su hija en las audiencias.

«Es muy raro que una niña en su época de cinco años ahora tiene ya tiene nueve. Es muy raro que una niña esté pidiendo pura y exclusivamente eso», sentenció. Hace tiempo, Juan dió de baja el permiso que tenía para que la menor pueda viajar junto a su madre.

Por último, Juan realizó un pedido especial a la justicia y destacó: «Yo no busco un fallo favorable para Juan Espinosa. Para mí yo lo que busco es lo mejor para mi hija. Tampoco quiero que mi hija deje de ver a la madre, haya hecho lo que haya hecho o lo que fuere. Sí, sí o no, es un inconveniente ella, pero sigue siendo la madre. Yo sé que ella quiere a mi hija», expresó.

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