El abogado Alejandro Jabornicky, defensor de Juan Andrés Rodríguez, uno de los detenidos por el crimen de la taxista Benítez, volvió a reclamar que sea liberado, ante lo que considera, la ausencia de pruebas que lo incriminen en el femicidio ocurrido el 18 de mayo pasado.
El 18 de mayo del 2022, día del último censo nacional en el país, también es recordado en Misiones, por haberse descubierto en Posadas esa jornada, el crimen de la taxista Claudia Benítez. Una mujer de 32 años, cuyo cuerpo fue encontrado sin vida, dentro de un pozo de agua, en un predio abandonado de la zona denominada Nemesio Parma, mientras que a pocos kilómetros, y unas horas antes, fue hallado su auto, completamente quemado.
Desde ese momento su esposo, Juan Andrés Rodríguez de 39 años (al momento del asesinato), permanece detenido, con prisión preventiva, como uno de los sospechosos de haber tenido que ver con el femicidio, porque de acuerdo a la justicia, hay aun medidas probatorias, pendientes de resolución. El otro apuntado, es un hombre llamado Franco Ramos, al que durante la investigación señalaron como quien tenía en su poder, y luego comercializó, el teléfono celular de la víctima, días después de su muerte.
Este segundo sospechoso, fue por otra causa condenado en diciembre último, a la pena de prisión perpetua, por el femicidio de quien era su pareja Marina Da Silva (19 años), ocurrido en 2013. Cuyo cuerpo fue encontrado en similares condiciones y hasta en la misma zona, en que el año pasado, hallaron los restos de Claudia Benítez.
La defensa del esposo de Claudia, encabezada por el estudio del abogado penalista Alejandro Jabornicky, presentó ya en tres oportunidades anteriores, pedidos de excarcelación para Juan Andrés Rodríguez, al entender que no existen pruebas para mantenerlo privado de su libertad. Sin embargo, todos esos pedidos fueron rechazados.
Hoy a casi nueve meses del asesinato, e igual tiempo de detención del esposo de Claudia, sus abogados insisten con su inocencia, y abonan además diversas hipótesis, sobre quien o quienes, y porqué posibles razones, le quitaron a la vida a la trabajadora del volante, madre de dos hijos (junto con Andrés), que ahora están al cuidado de sus abuelos paternos.
En diálogo con Misiones Online, Jabornicky, recordó que su defendido está acusado hoy de homicidio agravado por el vínculo, carátula que tiene una expectativa de prisión perpetua, aunque a su consideración, no hay elementos para sostener esa imputación.
“Hay testimonios de la hija, que en el momento del asesinato él se encontraba durmiendo con ella (en la misma casa) y los vecinos también afirman esto”, destacó.
También aseguró que hay testigos oculares en la causa, que no reconocen a Juan R. en el lugar del crimen y que tampoco coincidieron en sus dichos con la vestimenta del, o de los posibles autores, cuando contaron lo que vieron aquél día, “Sin embargo la justicia nos rechaza la excarcelación, simplemente por indicios”, agregó.
El letrado señaló además que en la causa, figuran como elementos para la justicia incriminatorios del esposo de Claudia, tales como medicación psicotrópica y jeringas, que podrían haber sido utilizados para dopar a la mujer, antes de matarla. Pero justificó la presencia de esos artículos sanitarios, en que Alejandro trabajaba en una reconocida farmacia antes del hecho y que la propia víctima además utilizaba esos medicamentos hacía tiempo.
El defensor de Juan Andrés reiteró que cuando este recupere su libertad, pretende presentarse como como querellante en la causa, y añadió que tienen otras hipótesis de lo que puede haber sucedido. Entre ellas investigar más a la persona que tenía el celular de la mujer y que está preso por otro asesinato. También seguir la pista del altercado en el que Claudia se vio envuelta meses antes de su fallecimiento y en el que participó un policía, que luego fue echado de la fuerza, y que había jurado venganza. Por último, mencionó también que la muerte de Claudia, pudo haber tenido que ver con su trabajo, y quizás vio algo que no debía, (Claudia trabajaba de noche y especialmente transportando mujeres), además de estar comprometida siempre en la defensa a otras mujeres, que pudieran estar sufriendo algún ataque, finalizó el abogado.
“Quién le podía odiar tanto a Claudia para que termine muerta y dentro de un pozo”, declaró la hermana de la taxista asesinada en Posadas
