Posadas | De 200 casas monitoreadas, en casi la mitad se registraron mosquitos transmisores de Leishmaniasis

Desde la Dirección de Epidemiología de la Municipalidad de Posadas, intensifican los trabajos de prevención y combate del mosquito transmisor de la Leishmaniasis. En los últimos meses de noviembre y diciembre, se recorrieron más de 200 casas y los resultados arrojaron que en un 45% hallaron la presencia de flebótomos.

Los flebótomos son una subfamilia de dípteros nematóceros de la familia Psychodidae. Son hematófagos y su picadura es el medio de transmisión de la Leishmaniasis, que afecta principalmente a perros, pero también puede ser transmitida a seres humanos y, en algunos casos, a los gatos.

La Municipalidad de Posadas viene trabajando fuertemente con tareas de promoción y prevención acerca de esta enfermedad. “Hay más casas con abundancia media y baja, pero es un riesgo y sabemos que el flebótomo está distribuido por toda la ciudad de Posadas”, informó Fabricio Tejerina, director de Epidemiología de la Municipalidad.

 

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“Para tener una idea de la cantidad de flebótomos que hay en la ciudad, estamos haciendo un muestreo para completar un mapa de distribución. Todos los días, colocamos trampas para capturar los mosquitos en distintas zonas”.

Todavía no se obtuvieron los resultados de cuál sería la zona más afectada, pero alertan que fueron encontrados en todos lados. “Creíamos que en un barrio nuevo como lo es Itaembé Guazú, no íbamos a encontrar flebótomos, pero con los muestreos se registraron en varias casas”.

Los flebótomos ponen sus huevos en la hojarasca, en la materia orgánica en descomposición y en gallineros, por lo que se recomienda que los vecinos mantengan la higiene de los espacios y sacar la basura con frecuencia para evitar que se formen criaderos de estos mosquitos transmisores de la enfermedad.

Es sabido que la actividad de los insectos es mayor durante la temporada de verano, pero la Leishmaniasis es una enfermedad endémica y no estacional, por lo que los cuidados deben mantenerse durante todo el año.

“En invierno hay menor cantidad, porque les afecta más el frío, pero las larvas se mantienen de todas formas en el suelo. Con el calor aumenta muchísimo su población y llegan al pico en esta temporada”, comentó el funcionario.

 

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