Análisis semanal: Evidencias de un romance prohibido y la prueba  de amor de la Corte al gobierno porteño de JxC

Bastaron un par de filtraciones para demoler los discursos de transparencia y republicanismo que intenta sostener Juntos por el Cambio (JxC). Diálogos non sanctos que implican a la cúpula del gobierno porteño, al presidente de la Suprema Corte y a empresarios que entregan sobres llenos de dinero. Todo a menos de una semana de que Larreta recibiera su regalo navideño de manos de los supremos.  

A menos de una semana de que la Corte Suprema de Justicia de la Nación bajara el martillo a favor la Ciudad de Buenos Aires en la disputa que sostenía con el Gobierno nacional por el reparto de fondos federales, se difundieron más conversaciones que dejaron al descubierto los fluidos lazos que conectan a Juntos por el Cambio con la justicia federal y con “los medios hegemónicos”. También aparecieron chats en los que un empresario favorecido por el gobierno de Rodríguez Larreta acuerda la entrega de cuantiosas sumas de dinero a un alto funcionario de la CABA.

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Para explicar el impacto que producen revelaciones de este tipo, el especialista en comunicación política Mario Riorda apela a un concepto de la cultura japonesa, “tatemae”, que según palabras del consultor “son verdades inmencionables, incómodas, prácticas que funcionan como fachada que todos saben que no es verdadera, en la que nadie cree ni por un momento, pero si se las descubre, son altamente escandalosas”.

Primero fue la filtración del viaje a puro lujo a la mansión del magnate inglés Joe Lewis en Lago Escondido que fue financiado por el grupo Clarín y del participaron cuatro jueces federales, el jefe de los fiscales porteños, dos espías y el mencionado D’Alessandro. Los chats del grupo de turistas también dejaron evidencia de las maniobras en las que incurrieron para evitar ser investigados por la justicia federal de Bariloche y para manipular al periodismo.

Luego se conocieron conversaciones más comprometedoras en las que el ministro de Justicia y Seguridad porteño, Marcelo D’Alessandro, recibe información anticipada y asesoramientos directo por parte de Silvio Robles, vocero y mano derecha del presidente de la Corte, Horacio Rosatti.

En los chats de Telegram que se difundieron muestran al funcionario de Larreta y al vocero de Rosatti coordinando acciones, trabajando en conjunto como si se tratara de miembros de una misma organización. Todo muy lejos del principio republicano de la separación de poderes y muy cerca de la connivencia conspirativa.

Pero el supuesto republicanismo de Juntos por el Cambio no fue la única víctima de las filtraciones, también la hipotética honestidad que los representantes de esa alianza política declaman.

Porque los chats también revelan intercambios entre D’Alessandro y Marcelo Violante, un empresario que participa del negocio de las grúas y de las playas de estacionamientos de la CABA.

Las sospechas de corrupción en torno al negocio del acarreo de vehículos datan de varios años y se fundamentan en que el jefe de gobierno porteño venía prorrogando de manera irregular desde el inicio de su mandato los contratos de la lucrativa concesión de ese servicio en la CABA a cambio de un irrisorio canon mensual de 55 mil pesos, menos de lo que las prestatarias facturaban en una hora.

En el intercambio de mensajes que se conoció en los últimos días, el empresario se refiere a distintas sumas de dinero, en pesos y en dólares, listas para ser entregadas al funcionario y en otro punto de la conversación Violante le pide permiso a D’Alessandro para proponerle nuevos “negocios” a Rodríguez Larreta.

En un principio, el blindaje mediático que beneficia al jefe de gobierno porteño impidió que la noticia tomara la relevancia. Los mismos medios que se regodearon durante meses con “información” surgida de fotocopias de cuadernos manuscritos o audios intrascendentes de Cristina Kirchner, de repente tenían pruritos en difundir las conversaciones que implicaban al gobierno porteño y a la justicia federal, aunque en los audios se pudiera identificar claramente las voces de los protagonistas.

Pero bastó que unos pocos medios no alineados con JxC difundieran la información filtrada para que el escándalo tomara la dimensión suficiente para que los demás medios se vieran obligados a abordar también el tema. La imagen de administrador honesto y eficiente que supo construir el otrora mano derecha de Macri, en buena medida gracias a la colaboración inestimable de medios afines, comienza a desmoronarse junto al supuesto republicanismo cambiemita.

Vale recordar que D’Alessandro tiene una conexión con Misiones porque es un viejo amigo del exgobernador Ramón Puerta, incluso supo ser apoderado del partido Unión Popular, nave insignia del puertismo cuando el apostoleño se alejó de la estructura del PJ y fuerza en la que militó también Alfredo Schiavoni, que llegó a la Legislatura provincial de la mano de Puerta.

D’Alessandro tiene una conexión con Misiones porque es un viejo amigo del exgobernador Ramón Puerta, incluso supo ser apoderado del partido Unión Popular

De hecho el actual ministro de Justicia de Larreta estuvo un par de veces en la provincia junto al exgobernador en tiempos en los que el puertismo formaba parte del armado de Sergio Massa en la provincia.

 

Presente navideño

El resultado más notorio de las incestuosas relaciones entre la justicia y JxC que quedaron evidenciadas en los chats de D’Alessandro es el fallo en el que la Corte Suprema le da la razón a la Ciudad de Buenos Aires en su reclamo a la Nación por la distribución de los recursos federales.

La ciudad que conforma el principal bastión político y de caja del PRO recibía desde 2002 el equivalente al 1,4% del total de los fondos coparticipables. Pero a Macri ese porcentaje le parecía poco y ni bien asumió lo aumentó por decreto a 3,75% con la excusa de financiar el traspaso de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires, pero después lo bajó a 3,50% cuando la crisis económica generada por su propia ineptitud le impidió trasferir tantos recursos a su pago chico.

Apremiado por la pandemia y por protestas de la Policía Bonaerense, el Gobierno de Alberto Fernández redujo a 2,32% la coparticipación porteña. Luego una ley del Congreso la volvió a establecer en 1,4% más una asignación para financiar a la policía de Buenos Aires, lo que en términos prácticos dejó la coparticipación porteña en los 2,32% que establecía el decreto de Alberto.

El Gobierno porteño se sintió perjudicado por la quita de una parte de los fondos que Macri le había cedido e inició una demanda en respuesta a la cual la Corte emitió días antes de Navidad una cautelar que obliga al Gobierno nacional a aumentar a 2,95% el porcentaje de coparticipación de la CABA.

Alberto amagó con esquivar el cumplimiento del fallo de la Corte mediante la presentación de distintos recursos judiciales, pero terminó accediendo a transferir los recursos a la CABA, no en dinero contante y sonante sino en bonos.

 

Federalismo en fuga

El fallo de la Corte tiene un perfil claramente centralista, porque ordena a la Nación a redireccionar fondos a favor del distrito más rico del país. En ese aspecto la Corte coincide con los intereses de JxC, fuerza que siempre priorizó a la Ciudad de Buenos Aires –única jurisdicción en la que gobierna y hace sus negocios el PRO- por encima del resto del territorio nacional.

En este punto conviene aclarar que, al menos en lo que respecta a los recursos que están en discusión en esta disputa, el Frente de Todos tampoco hizo gala de federalismo. Porque cuando le sacó a Larreta los fondos que arbitrariamente le había otorgado Macri, no los redistribuyó de manera equitativa entre todas las provincias sino que se los entrego en mano a la provincia Buenos Aires, que a su vez es el principal bastión kirchnerista.

El sesgo pro-porteño de la Corte queda además en evidencia cuando se toma en cuenta que ese cuerpo nunca tomó en consideración ninguno de los reclamos que viene haciendo Misiones desde 1994 referidos a potestad sobre los recursos naturales, distribución de fondos federales y compensaciones económicas por el punto y medio de coparticipación que cedió la Provincia en distintos pactos fiscales firmados por gobiernos radicales y en tiempos del puertismo.

También los medios periodísticos nacionales y consultoras –todos bien alimentados por pauta oficial y contratos de la CABA- pecan de centralismo porteño, lo que volvió a quedar en evidencia en la discusión pública que se dio en torno al reparto de los fondos federales después del fallo de la Corte.

Durante toda la semana circularon en los medios nacionales un par de gráficos elaborados por consultoras que supuestamente muestran cuánto dinero recibe cada provincia por coparticipación por cada 100 pesos que aporta a ese mismo sistema.

La trampa es que estos estudios computan como dinero recaudado en Buenos Aires a los impuestos que pagan todas las empresas que tienen sede administrativa en la CABA pero tienen sus operaciones en otras jurisdicciones.

Tomando en cuenta que prácticamente todas las empresas grandes y la mayoría de las medianas manejan su administración en la ciudad porteña, estos estudios terminan mostrando una información distorsionada según la cual la CABA estaría aportando mucho más dinero al que realmente aporta y todas las demás provincias, mucho menos.

Pero además de eso, ninguno de estos estudios da cuenta del destino que lleva el dinero que Nación no coparticipa entre las provincias y que representa más del 60% del total recaudado. De allí sale el dinero con el que se sostiene la estructura administrativa del estado nacional, que tiene su sede en Buenos Aires y destina la mayor parte de esa enorme cantidad de recursos.

Todos los ministerios del Ejecutivo, empresas del Estado, cámaras legislativas, justicia federal, fuerzas federales, Banco Central y otras dependencias nacionales tienen sus sedes centrales en la CABA, donde pagan cientos de miles de sueldos, desde encumbrados funcionarios a empleados rasos. Buenos Aires además alberga a la universidad pública nacional con mayor presupuesto del país y se lleva la parte del león en el reparto de subsidios al transporte y la energía.

La capital del país se queda con muchos más recursos de los que aporta a la recaudación nacional.

Si estos supuestos estudios económicos que tergiversan la información al paroxismo de mostrar a los porteños como perdedores en el reparto de la plata, se manejaran con información real y además tomaran en cuenta la totalidad el gasto nacional y no solo la parte que se coparticipa, sus gráficos serían bastante diferentes y mostrarían como en realidad la capital del país se queda con muchos más recursos de los que aporta a la recaudación nacional.

 

Al final, más de lo mismo

Para la política nacional 2022 termina en condiciones muy parecidas a las que empezó: con internas sacudiendo a los dos principales frentes políticos.

El Gobierno nacional termina con una nueva seguidilla de renuncias de funcionarios del palo kirchnerista. Primero se fue la interventora del Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (Inadi), Victoria Donda, y luego el director de la Oficina Anticorrupción (OA), Félix Crous.

Junto a su renuncia, Donda emitió un comunicado en el que criticó duramente al Presidente por su “posicionamiento político respecto de la etapa actual”, se declaró “desilusionada”, dijo que su voz “no era escuchada” por Alberto y destacó el liderazgo de la Vicepresidenta a quien describió como “una persona de carne y hueso que sí escucha”.

Vale acarar hasta entonces Donda no había cuestionado abiertamente a Alberto y que su renuncia no responde a una decisión personal sino a que el Presidente no había extendido la intervención del INADI que vencía hoy sábado. Donda renunció a un cargo que días después dejaría de existir.

También fue desplazado el titular de la Casa de la Moneda, Rodolfo Gabrielli, por parte del ministro de Economía, Sergio Massa, y dimitió una de las directoras del Banco Central (BCRA), Betina Stein, funcionaria afín al kirchnerismo. En diciembre también renunció el asesor presidencial Alejandro Grimson, un intelectual que era del entorno de confianza de Alberto Fernández.

La atención de los dirigentes del Frente de Todos está más puesta en conseguir un salvavidas que en mantener a flote el barco. La candidatura presidencial es un caramelo de madera que ya nadie pretende deglutir. La posibilidad de mirar de afuera la definición de un ballotage entre JxC y la extrema derecha no seduce a nadie.

El único que podría disputar las presidenciales con expectativas ciertas es Sergio Massa, siempre y cuando consiga un milagro económico en menos de seis meses. En el escenario más probable, el de una economía en franca desaceleración por efecto del ajuste que exige el FMI, al candidato del FdT, cualquiera sea, le tocará correr la carrera con una mula renga.

La única esperanza del oficialismo nacional pasa por una ruptura de JxC, opción que no está muy lejos de hacerse realidad.

La interna cambiemita sigue en llamas. Ninguno de los autopercibidos presidenciales tiene lo que hace falta para aglutinar dirigentes o seducir al electorado. Ayunos de proyectos, huérfanos de propuestas, al universo cambiemita solo le queda el odio anti-K, lo que lleva a que los halcones generen más adhesiones que las palomas.

La proverbial falta de ideas que impera en JxC encuentra su reflejo en el último libro de Macri, en el que el expresidente tenía la intención de desarrollar las razones de un nuevo gobierno amarillo pero terminó publicando una pieza de literatura pasatista en la que se habla más de  su paso por Boca que de cuestiones de Estado.

En la interna también juega Larreta, que no tendrá carisma ni propuestas pero tiene la billetera grande y la tendrá más grande todavía cuando la Nación termine cumpliendo con el fallo de la Corte.

El jefe de Gobierno porteño inició una agresiva campaña de afiliación a su movimiento con la que pretende restarle fuerza a sus rivales.

En un corto período de tiempo sumó al aguerrido Waldo Wolff, que hasta hace poco pasaba revista en las filas de Bullrich; a Silvia Lospenato, una de las pocas que militó la legalización del aborto dentro de las filas cambiemitas; a Cynthia Hotton, abanderada del pañuelo celeste y las dos vidas y a Martín Redrado, economista que hasta hace poco tiempo era uno de los referentes de Sergio Massa y mantenía un diálogo bastante fluido con Cristina, que en su momento lo había llevado a la presidencia del BCRA.

La estrategia de Larreta es sumar de todos los sectores con la expectativa de lograr así el volumen político que le falta para imponer su liderazgo en la interna de JxC. Lo hace con el serio riesgo de abusar y ofrecer una propuesta demasiado heterogénea que termine por no convencer a nadie.

 

También en Misiones

La interna de la conducción nacional de JxC tiene su correlato en Misiones. En la semana hubo nuevos episodios: en la UCR siguen las tensiones entre el arjolismo y el pianesismo.

Arjol se autopercibe como el candidato natural a gobernador por ese espacio y espera que los demás trabajen a favor de ese objetivo, pero los seguidores de Pianesi no están convencidos. No solo porque entienden que tienen más presencia territorial sino también porque no los seduce salir a disputar la gobernación, categoría en la que el Frente Renovador tiene muchas más posibilidades de ganar.

Arjol se autopercibe como el candidato natural a gobernador por ese espacio y espera que los demás trabajen a favor de ese objetivo, pero los seguidores de Pianesi no están convencidos

No los persuade la posibilidad de integrar fórmula detrás de Arjol porque implicaría adoptar un papel secundario en una película que muy probablemente no tenga final feliz.

Los principales referentes del PRO misionero tampoco se muestran muy entusiasmados con la idea de acompañar al diputado nacional radical. Puestos a elegir, algunos prefieren encabezar una fórmula propia y otros (la mayoría) se inclinan por la seguridad de un lugar de privilegio en algunas de las listas legislativas que le permita acceder o renovar un cargo sin necesidad de ganar elecciones.

Ante este escenario, se intensifican las gestiones para sumar a Pedro Puerta (el hijo de Ramón) al proyecto Arjol gobernador. De concretarse esa fórmula habrá que ver cómo responden los correligionarios puestos ante la tarea de tener que militar la candidatura de un puertista y, más importante aún, como responde el electorado de raigambre radical al ver el apellido Puerta en las boletas.

Otra cuestión que separó aguas en JxC en Misiones fue el proyecto para desregular el mercado yerbatero que llegó al Congreso con la firma de diputado nacional Alfredo Schiavoni. Se trata de una iniciativa que pretende volver a una de las políticas más cuestionadas del gobierno de Ramón Puerta y que provocó un fuerte rechazo de todo el arco productivo.

A buena parte del radicalismo no le simpatiza en lo más mínimo la posibilidad de tener que militar una idea tan resistida como la desregulación yerbatera, que solo traería beneficios a las grandes industrias en detrimento de los productores, tareferos, secadores y cooperativas.

Otro espacio al borde del quiebre es el que encabeza Martín Goerling, que se referencia en Patricia Bullrich a nivel nacional, que no quieren saber nada con las “palomas” misioneras como Arjol, Alfredo Schiavoni y Pianesi, que responden a Rodríguez Larreta a nivel nacional. Crece la posibilidad que Goerling tampoco trabaje para la candidatura provincial y apueste fuerte a una candidatura nacional recién en octubre.

En el otro espacio se habla de un quiebre cada vez más evidente en el Frente de Todos. El Pays amaga en presentarse por afuera con Cacho Bárbaro para gobernador, abandonando los férreos lineamientos que pretende imponer la camporista Cristina Brítez a quien acusan de manejar muchos recursos y no tener votos.

Por último, los liberales misioneros también ven muy lejana la idea de presentarse en las provinciales. Es que las encuestas los ubican por encima de Rodríguez Larreta en las elecciones nacionales y prefieren apuntar todas las energías a esa contienda donde tienen más posibilidades. Es que muchos votantes liberales en lo nacional no los votarían en las provinciales porque se inclinan hacia la renovación.

El panorama presenta una distancia cada vez más amplia entre el oficialismo misionero con los sectores de la oposición. Los números de la renovación en los sondeos crecieron luego de darse a conocer la fórmula de Passalacqua y Romero Spinelli. Por un lado, la experiencia y la mesura y por otro el futuro, la economía del conocimiento y la frescura de las nuevas ideas jóvenes en la política.

Romero Spinelli se perfila como uno de los dirigentes juveniles de mayor imagen del país, empezando a figurar como exponente y referente de la economía del conocimiento en numerosas provincias. Uno de cada tres chats que recibe el joven economista son de otras provincias, que lo buscan por su peregrinar en esta materia donde Misiones hizo vanguardia y se destacó por sobre el resto del país.

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