Perú | Familiares de Pedro Castillo aseguraron que el expresidente tiene problemas de salud mientras continúa en detención

(Reuters) - El destituido expresidente de Perú Pedro Castillo está “delicado de salud” mientras cumple prisión preventiva de 18 meses por intentar disolver el Congreso, dijo el jueves uno de sus familiares tras reunirse con un grupo de derechos humanos.

Vilma Vásquez, una de las sobrinas de Castillo, dijo que le informó a representantes de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) «sobre la injusticia que se está cometiendo» contra el expresidente de 53 años.

Castillo, que gobernó el país casi 17 meses, fue destituido y arrestado el 7 de diciembre luego de anunciar en un mensaje a la nación que iba a disolver el Congreso y reorganizar el Poder Judicial, en una acción fuera del orden constitucional.

Este hecho gatilló fuertes protestas pidiendo principalmente elecciones anticipadas, que en casi dos semanas han dejado al menos 22 muertos, según las autoridades.

El exmandatario se encuentra recluido en un penal dentro de una base policial, ubicado al este de la ciudad de Lima, donde también se encuentra expresidente Alberto Fujimori que cumple una condena de 25 años por abusos a los derechos humanos.

«Está delicado de salud, le hablo por lo que he visto», dijo Vásquez a periodistas luego de la reunión, junto a otros familiares del exmandatario izquierdista, con los miembros de la CIDH en un hotel el distrito residencial de San Isidro.

Vásquez refirió que los familiares del exmandatario están sufriendo persecución, aunque no identificó quienes los acosan. «Pedimos que haya justicia y que sea muy transparente todo».

Castillo ha negado las acusaciones en su contra de «rebelión y conspiración» y en un mensaje por Twitter hace unos días solicitó a la CIDH que «interceda» en su caso.

Una misión de la CIDH está en Lima desde el martes y se ha reunido con representantes de organismos políticos, sociales, el Gobierno y el Congreso para recoger información sobre la crisis.

La esposa de Castillo y sus dos hijos menores llegaron el miércoles a México, cuyo gobierno les otorgó asilo, una decisión que ha generado una crisis diplomática con Perú.

El gobierno de la nueva presidenta peruana, Dina Boluarte, anunció esta semana la expulsión del embajador mexicano en Lima. Antes había llamado en consulta a sus embajadores en México, Colombia, Argentina y Bolivia, países gobernados por líderes de izquierda que han mostrado su apoyo a Castillo.

 

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