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Estafas: cómo funciona la nueva tecnología que evita que te roben los datos de la tarjeta

La tokenización de las tarjetas “es mucho más segura tanto para el usuario como para el comercio porque están menos expuestos al fraude“, afirma Gabriela Renaudo, group country manager de Visa Argentina y Cono Sur.

Por WhatsApp, por teléfono o por mail, últimamente resuenan las historias de estafas digitales en la que se roban datos bancarios privados. Para combatirlas, las empresas de servicios financieros innovan en nuevas formas de prevenir los fraudes y lograr que las transacciones digitales sean lo más seguras posible.

Uno de esos procesos es la tokenización. “Para pagar en el mundo digital, este concepto que comenzó a implementarse entre 2019 y 2020 permite convertir el número de la tarjeta en un token, es decir en un criptograma (un número de 16 dígitos) que reemplaza ese número de tarjeta y es único para esta misma, el cliente y las transacciones de un solo negocio”, resume Gabriela Renaudo, CEO de Visa Argentina y Cono Sur (Argentina, Chile, Uruguay, Paraguay y Bolivia) , y añade sobre esta tecnología: “Viene de la mano de la tecnología contactless (pago sin contacto), que permite realizarlo con solo acercar la tarjeta a la terminal de pago. 

Funciona en las tarjetas que tienen chip y permiten pagar en el simple contacto con la terminal de pago (esto significa que no hay que insertarlas o deslizarlas)”. La ejecutiva explica además, que el pago sin contacto es rápido, seguro, ayuda a eliminar el uso del efectivo.

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¿Cómo funciona? Renaudo explica que el usuario debe comenzar por enrolar su tarjeta en su billetera digital, de las cuales en la Argentina existen más de 30 distintas, como MODO o Mercado Pago. Al momento de iniciar la compra, antes de enviar el número de tarjeta para hacer el pago se le solicita automáticamente a Visa que reemplace el número de tarjeta por el token, entonces todas las transacciones de compra que ese cliente realice en ese comercio desde ese dispositivo y esa tarjeta se realizarán siempre con ese token. Si uno de esos tres factores cambia, se genera uno nuevo. Esto limita la circulación de los datos primordiales como el número de la tarjeta, sus datos y el código de seguridad, y en su lugar lo reemplaza por los criptogramas.

Para graficarlo, Renaudo ejemplifica: “La tarjeta registrada en una billetera digital determinada que se suscribe a una plataforma de streaming como Netflix tiene un token específico para pagarla. Esta misma tarjeta cargada en la misma billetera genera un nuevo token si esa misma persona comprara unas zapatillas a través del ecommerce de una marca de calzados, ya que es otro comercio. En otro caso, si esa misma tarjeta estuviese cargada en otra billetera digital o en otro smartphone y quisiera pagar el mismo servicio antes mencionado, se generaría un token nuevo porque cambiarían la aplicación o dispositivo desde el que se hace la transacción. Es decir que por cada comercio, billetera y dispositivo en el que esté cargada la tarjeta se generan nuevos tokens.

Otra duda que surge en este proceso es ¿cuándo están tokenizadas las transacciones? La respuesta es desde todos los pagos efectuados a través de las billeteras digitales desde la que se pueda pagar con el sistema contactless. Vale aclarar que no todas las billeteras disponen de esta tecnología. También se pueden tokenizar en las billeteras que permitan los pagos con QR y en este caso también hay que tener en cuenta que todavía no son todas.

Para el usuario, el beneficio mayor es la transparencia y el hermetismo de sus credenciales. Entonces, si un ladrón hackeara y consiguiera ilegalmente el token, únicamente podría realizar una compra desde el dispositivo en el que se enroló la tarjeta, con la billetera en la que está registrada y en el comercio al que se asoció el criptonúmero. En ese caso, el ladrón debería -además del token- robar el celular, lograr transgredir las contraseñas para acceder al dispositivo y a las billeteras electrónicas y únicamente comprar en el comercio al que está asociado el token, una situación sumamente remota. De esta forma, esta tecnología también protege a las filtraciones de datos que a veces surgen los comercios o los robos y pérdidas de tarjetas.

Con el fin de reforzar la seguridad, esta tecnología anti-fraude tiene cada vez más adopción en el mundo. “El 80% de los bancos ya están tokenizados y es un récord industrial para Visa que haya más tokens que tarjetas digitales”, celebra Renaudo. En la Argentina, señala que el 35% de las transacciones son contactless y que esta tecnología tiene mucho potencial para crecer localmente.

Frente a ese panorama, la ejecutiva de Visa espera que las billeteras terminen de tokenizarse en los próximos seis meses, para así permitir los pagos tokenizados tanto contactless como QR. Esta última forma de pagar, que se realiza escaneando un código, hoy en día se usa en todo tipo de comercios. Pero hay que tener en cuenta que si la billetera no acepta pagos sin contacto y no está tokenizada, quiere decir que los pagos efectuados con QR a través de la misma no están protegidos con esta nueva tecnología. Dado que la interoperabilidad de los QR (la posibilidad de que el mismo QR pueda ser leído por todas las billeteras digitales) pasó a ser obligatoria recién a fines del año pasado.

Quienes tienen un camino largo por recorrer según la ejecutiva son tanto la mayoría de los comercios físicos que no aceptan pagos contactless desde sus terminales de pago, como los digitales que no acepten pago a través de billeteras digitales -es decir, que solo permiten pagar ingresando los datos de la tarjeta directamente- ya que todavía no se adhirieron al programa y enrolaron las tarjetas en la bóveda de tokens de Visa.

Fuente: La Nación

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