Tiene que esperar que baje el caudal del agua para determinar los daños completos. No se sabe cuándo podrán reabrirlo. Imágenes en video y fotografías permiten dimensionar la magnitud del daño.
La inundación en Cataratas del Iguazú provocó más daños de los estimados en un primer momento. Desde la empresa Iguazú Argentina, concesionaria de los servicios en el Parque Nacional, confirmaron que la correntada arrastró al lecho del río Iguazú de 51 de los 99 tramos de la pasarela que conduce a Garganta del Diablo, el más impactante de los 275 saltos.
El gerente de la empresa, Marcelo Zuliani, sostuvo: “Estamos esperando que el río vuelva a su nivel normal para poder empezar con la evaluación del estado de los pilotes que sostienen la pasarela. Lo que pudimos ver con un drone es que el agua sacó de su lugar 51 tramos de pasarela y dos tramos en el balcón que da a Garganta del Diablo”.
Zuliani agregó: “En stock tenemos unos 20 tramos para la reposición inmediata, pero el resto tenemos que mandar a construir nuevamente porque no se va a poder realizar el rescate del lecho del Iguazú, en la medida que el caudal no vuelva a la normalidad”.
Respecto de la inundación, sostuvo que “fue muy repentina. En algunos lugares llovieron 290 milímetros en 48 horas y el nivel del agua subió rápidamente, arrastrando una gran cantidad de árboles”. Y asoció esa situación a la gran cantidad de tramos que se desprendieron de los anclajes, lo cual está previsto para evitar que se dañen las bases que sostienen la pasarela.
La empresa cuenta con un protocolo para inundaciones. Cuando Brasil reporta la apertura de compuertas en las represas ubicadas aguas arriba, en el Parque comienza un operativo que consiste en rebatir las barandas de las pasarelas para que el agua encuentre menor resistencia a su paso.
Pero también se quitan las tuercas que aseguran el piso a los pilotes. De esta, manera, ante el impacto de un tronco, el tramo se suelta y queda depositado a los pocos metros, ya que también está unido a un cable de acero que evita un mayor desplazamiento por efecto de la corriente.
Zuliani sostuvo que por el momento no pueden anunciar una posible fecha de reapertura de la pasarela a Garganta del Diablo porque depende de muchos factores: «en primer lugar, que el río vuelva a su caudal promedio para poder visualizar los pilotes y realizar el rescate de los tramos de los pisos. Si el río se mantiene elevado será necesario fabricar nuevos pisos metálicos para reponerlos”, explicó.
Una de las peores inundaciones se produjo en junio de 2014, cuando el río llegó a desplazar más de 46 millones de litros de agua por segundo.
El jueves de la semana pasada el caudal del Iguazú llegó a los 16.500 metros cúbicos por segundo, lo cual equivale a doce veces el promedio que registra anualmente. La creciente obligó al cierre del Parque durante esa jornada por una cuestión de seguridad para los turistas.
Durante el fin de semana el río mostró un sostenido descenso en su caudal. Este lunes a las 7 registraba el paso de 4.750 metros cúbicos por segundo, pero cinco horas después se había elevado a 5.630 metros cúbicos, un incremento de casi el 20 por ciento.
Con este caudal, las Cataratas muestran todo su esplendor, generando un increíble contraste entre el verde de la selva y el agua color rojizo. El ruido que provoca el enorme caudal de agua despeñándose desde 80 metros de altura se escucha prácticamente desde el acceso al Parque.