El bombardeo de Rusia a la capital de Ucrania fue con más de 70 misiles y dejó más de una decena de muertos

(Reuters) - Rusia disparó más de 70 misiles de crucero a ciudades de toda Ucrania el lunes por la mañana, matando a civiles y destruyendo infraestructuras, en lo que el presidente ruso, Vladimir Putin, dijo que era una represalia por los ataques de Kiev y la explosión en el puente en Crimea.

Los misiles explotaron en concurridas avenidas, parques y lugares turísticos en el centro de Kiev, con una intensidad que no se había visto desde que las fuerzas rusas intentaron capturar la capital a comienzos de la guerra.

También se reportaron explosiones en Leópolis, Ternópil y Yitomir, en el oeste de Ucrania, Dnipró y Kremenchuk, en el centro del país, Zaporiyia, en el sur, y Járkov, en el este.

bombardeo de Rusia a Ucrania
Misiles explotaron en concurridas avenidas, parques y lugares turísticos en el centro de Kiev, con una intensidad que no se había visto desde que las fuerzas rusas intentaron capturar la capital a comienzos de la guerra.

Las autoridades ucranianas dijeron que al menos 11 personas murieron, decenas resultaron heridas y que varias zonas del país se quedaron sin electricidad.

En un discurso por televisión, Putin dijo que había ordenado ataques «masivos» de largo alcance contra objetivos energéticos, de mando y de comunicación ucranianos, con misiles disparados desde el aire, el mar y la tierra, en respuesta a lo que describió como ataques terroristas, incluida la explosión del sábado en el puente del estrecho de Kerch.

«El régimen de Kiev, con sus acciones, se ha puesto al mismo nivel que las organizaciones terroristas internacionales. De los grupos más odiosos. Dejar tales actos sin respuesta es simplemente imposible», dijo Putin, amenazando con más ataques en el futuro si Ucrania golpea territorio ruso.

El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, dijo que los ataques del lunes en hora punta fueron deliberadamente programados para matar a personas y dejar fuera de servicio la red eléctrica de Ucrania.

El primer ministro ucraniano informó que 11 grandes objetivos de infraestructura fueron atacados en ocho regiones, dejando lugares del país sin electricidad, agua o calefacción.

El cuerpo de un hombre yacía en una calle de un importante cruce de Kiev, rodeado de coches en llamas. En un parque, un soldado cortaba la ropa de una mujer que yacía en la hierba para tratar de curar sus heridas. Otras dos sangraban cerca.

El Kremlin se vio humillado hace dos días cuando una explosión dañó el puente más largo de Europa, que había construido tras la toma y anexión de la península ucraniana de Crimea en 2014.

Ucrania, que considera el puente como un objetivo militar que sostiene el esfuerzo bélico de Rusia, celebró la explosión sin reclamar oficialmente responsabilidad.

Con las tropas sufriendo semanas de reveses en el campo de batalla, las autoridades rusas se han enfrentado a las primeras críticas públicas internas sobre la guerra. Comentaristas en la televisión estatal han exigido medidas cada vez más duras.

Los ataques del lunes provocaron un enorme cráter junto a un lugar de juegos para niños en uno de los parques más concurridos del centro de Kiev. Los restos de un aparente misil quedaron enterrados, humeando en el barro.

Más tarde, durante la mañana, otras descargas de misiles volvieron a golpear la capital. Los peatones se apiñaron en las entradas de las estaciones de metro y en el interior de aparcamientos.

Alemania dijo que un edificio que alberga su consulado en Kiev había sido alcanzado el lunes, aunque ya no se había empleado desde el inicio de la guerra, el 24 de febrero. La Unión Europea condenó los «bárbaros y cobardes ataques» del lunes en Ucrania, junto a un coro de denuncias de países occidentales.

A media mañana, el Ministerio de Defensa ucraniano dijo que Rusia había disparado 81 misiles de crucero y que las defensas aéreas ucranianas habían derribado 43.

Imágenes de cámaras de seguridad mostraban cómo la metralla y las llamas abrasaban una pasarela con fondo de cristal que atravesaba un valle boscoso en el centro de la ciudad, uno de los lugares turísticos más populares de Kiev. Un transeunte huía de la explosión.

«Intentan destruirnos y borrarnos de la faz de la tierra», dijo el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, en la aplicación de mensajería Telegram. «Las sirenas de ataque aéreo no cesan en toda Ucrania. Están cayendo misiles. Por desgracia, hay muertos y heridos».

Más tarde, Zelenski grabó un mensaje de vídeo con un teléfono móvil en una calle vacía del centro de Kiev, en el que dijo que los ataques tenían dos objetivos principales: la infraestructura energética y las personas. «El momento y los objetivos fueron especialmente elegidos para causar el mayor daño posible», dijo.

El ministro de Asuntos Exteriores, Dmitro Kuleba, tuiteó: «La única táctica de Putin es el terror sobre las pacíficas ciudades ucranianas, pero no doblegará a Ucrania. Esta es también su respuesta a todos los apaciguadores que quieren hablar con él sobre la paz: Putin es un terrorista que habla con misiles».

Olena Somyk, de 41 años, se refugió con su hija de 6 años, Daria, en un garaje subterráneo donde otros cientos de personas esperaban la orden de salida. Había llegado a Kiev a principios de la guerra tras huir desde la ciudad sureña de Jersón, ocupada por Rusia.

«Realmente, creo que lo han hecho porque son unos cabrones», dijo Somyk. Putin, agregó, «es un hombrecillo enfadado, así que no sabemos qué más podemos esperar».

En otra señal de posible recrudecimiento, el aliado más cercano de Putin, el presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, dijo el lunes que había ordenado el despliegue de tropas conjuntamente con las fuerzas rusas cerca de Ucrania, a la que acusó de planear ataques contra Bielorrusia con sus apoyos occidentales.

«Sus dueños les están empujando a iniciar una guerra contra Bielorrusia para arrastrarnos a ella», dijo, sin aportar pruebas. Lukashenko permitió que Bielorrusia fuera utilizada como punto de apoyo para Rusia al principio de la guerra, pero no ha enviado sus tropas a luchar.

En Rusia, los ataques fueron aplaudidos por los radicales. Ramzan Kadyrov, el líder de la región rusa de Chechenia y firme partidario del Kremlin, que en los últimos días había exigido el despido de los mandos militares, celebró los ataques del lunes:

«Ahora estoy 100% satisfecho de cómo se está llevando a cabo la operación militar especial». «Te advertimos Zelenski, que Rusia aún no ha empezado, así que deja de quejarte… ¡y corre! Huye sin mirar atrás a Occidente», escribió.

Rusia ha sufrido importantes reveses en el campo de batalla desde principios de septiembre, con las fuerzas ucranianas irrumpiendo en las líneas del frente y recuperando territorio en el noreste y el sur.

Putin respondió a las pérdidas ordenando la movilización de cientos de miles de reservistas, proclamando la anexión de los territorios ocupados y amenazando repetidamente con utilizar armas nucleares.

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