Con motivo del 20 de septiembre, Día del Jubilado, el INADI reafirma su compromiso de trabajar contra las valoraciones negativas contra los adultos mayores y sostiene que la edad no es un factor determinante que justifique la pérdida de capacidad y potencialidades.
El Día del Jubilado surgió a principios del siglo XX. Fue un 20 de septiembre de 1904, hace 117 años atrás, cuando se sancionó la Ley 4.349, conocida como la primera ley de jubilación, durante la presidencia de Julio Argentino Roca.
Aquella normativa establecía un beneficio previsional para los empleados públicos del Estado nacional y así se dispuso la creación de la Caja Nacional de Jubilaciones y Pensiones, que se constituyó como el primer instrumento que otorgó un ingreso a los trabajadores retirados de sus trabajos por edad avanzada.
Un jubilado ucraniano derribó un avión ruso con un rifle y fue reconocido como héroehttps://t.co/qXwCatjxv0
— misionesonline.net (@misionesonline) September 6, 2022
En nuestra sociedad, donde se tiende a valorar a las personas por su vinculación con la capacidad de producir o de acumular riqueza material, se pretende instalar el paradigma de emular a la juventud, sana, fuerte y productiva. En sentido inverso, se ha cargado de signos negativos a la ancianidad, asociándola a la enfermedad yla incapacidad y en igual sentido a las personas jubiladas a quienes se las menciona como pasivas y retiradas, no solo de la actividad productiva, sino de la vida en general.
Debemos tener en cuenta que, hoy en día para poder jubilarse se toman en cuenta los años de trabajo con aportes y la edad de la persona. En general, las mujeres deben tener 60 años y 65 los hombres y haber aportado durante 30 años. Sin embargo, esto puede variar según la actividad y las características del trabajador.