Tiene 12 años, es misionera y representará al país en un torneo internacional de tenis: “Los deportistas tienen que tener algo de sí mismos para llegar alto”, dijo

Es misionera, tiene doce años, y hace poco fue llamada para formar parte de la selección argentina sub-12 de tenis. Se llama Hannah Valenzuela, y adjudica los logros que está cosechando a su consistencia y pasión. “No se destaca mucha gente en el tenis porque no tienen esas ganas para llegar a ser algo. Tienen que tener algo de sí mismos para llegar alto”, sostuvo.

Su primer acercamiento a la selección de sus sueños ocurrió en el anterior Campeonato Sudamericano, cuando no pudo entrar al equipo sólo por quince puntos. “Eso me dolió un poco, pero ahora estoy convocada para ir al Mundialito”, indicó. No suele jugar mucho en su club local, pero sí que aparece varias veces a nivel región en Chaco, Corrientes, y Posadas.

“Hace poco también salí segunda de catorce en Asunción”, dijo la joven. Tiempo después logró obtener el segundo puesto en la correspondiente competencia organizada por el Club Internacional de Tenis (CIT), radicado en Paraguay. “Fui jugando partidos con las chicas de Paraguay, que salieron primeras en el Sudamericano, y fue muy lindo experimentar jugar con otras chicas y sentir esa sensación de ganar y perder con otro nivel”, recordó.

Participó de su primer torneo “junior” en 2019, cuando tenía nueve años y tuvo el honor de representar a Misiones en una competencia nacional para jóvenes. Hoy, ocupa el tercer puesto a nivel nacional y su abuelo, Hugo Valenzuela, también es su entrenador. Con más de 45 años de experiencia en el deporte a sus espaldas, es prueba viva de que el tenis corre por las venas de la familia.

La joven, jugando desde chica

“Me dije yo un día: enseñé tantos hijos ajenos, ahora mi nieta—vamos a ver adónde llegamos. Y estamos llegando”, manifestó el abuelo, con un tono que exhibe su orgullo. “Pero con mucho trabajo”, aclaró, coincidiendo con la creencia de su nieta de que sin esfuerzo es difícil llegar a ser algo. “Muchas horas de trabajo tiene esta criatura, y gracias a eso llegamos adonde estamos”, dijo.

El entrenamiento es diario y dura—como mínimo—tres horas. Si la niña tiene un turno a la mañana, el entrenamiento puede llegar incluso a las seis horas. “Toda pre-temporada son seis horas de entrenamiento. Sin eso no se llega, esto no es fácil”, afirmó. Hugo Valenzuela, que llegó a jugar también en el exterior, entrenó a incontables jóvenes con similares pasiones. “Llegué muy alto con chicos a nivel mundial. Tuve un campeón del mundo a los diez años, y todo es fruto del trabajo”, reflexionó.

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Según el abuelo, su nieta es una persona “muy dedicada”. Ahora mismo, se están preparando para que ella compita en la próxima Copa COSAT por equipos, que será organizada en Bolivia por la Confederación Sudamericana de Tenis (COSAT). A Hannah le gusta más jugar en equipos, dijo, porque uno está más “relacionado con la gente”.

“Es una persona que realmente se dedica”, indicó su abuelo. “La constancia acá vale. Estamos ahí, y esperamos seguir un poco más”, aseveró. Sin embargo, reconoció la dificultad de cultivar una carrera de tenis, económicamente hablando. “Nosotros tenemos muchos viajes. A Asunción vamos cada dos semanas, y en Argentina—Mendoza, Salta, y Entre Ríos no quedan acá. Es muy difícil también conseguir un espónsor, y hasta este momento nosotros no encontramos”, afirmó.

Hannah Valenzuela junto con su familia en los estudios de Misiones Online

Con tal de seguir en el camino que tanto les gusta, la familia llamó a que cualquier interesado en hacerlo contribuya a la causa. “Estamos dispuestos a recibir cualquier ayuda, a nosotros nos sirve. El próximo viaje, que está convocada y tiene que ir, es a Bolivia, representando al país, y eso no queda cerca”, explicó. Llamó además a que el Estado nacional asista a los deportistas en este tipo de casos: “No solamente nosotros los tenistas—hay muchos deportes que no tienen la ayuda del gobierno, y eso es muy necesario”, sostuvo.

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El futuro de Hannah Valenzuela es tan brillante como sus más fuertes sueños. A pesar de no sentirse totalmente identificada con ningún tenista profesional, aclaró que quedó impresionada con Serena Williams, la legendaria tenista que hace unas semanas se retiró del deporte después de décadas llenas de triunfo. “Me encantaba la garra, cómo pegaba. No le importaba. Eso a mí me inspiró”, contó la joven.

En el próximo campeonato por equipos de Bolivia, Valenzuela jugará con los primeros dos jugadores a nivel nacional en su categoría: Ámbar Corbalán Miranda, de Buenos Aires, y Matilde Meinero, de Santa Fe. “Ya jugamos juntas, y hasta ahora Ámbar me ganó todas las veces que jugué contra ella. Con Matilde jugamos una vez y ya me ganó en Córdoba, que salí segunda”, contó. Por eso, su objetivo en el campeonato es doble: ganar la competencia, pero también competir amistosamente contra sus compañeras.

Valenzuela en pleno juego

Sobre la diferencia entre los jugadores del interior del país y los provenientes de la capital, Hugo Valenzuela afirmó que los del interior tienden a practicar y dedicarse más. “Los chicos que yo saqué salieron todos del interior. Cuando nos encontramos a nivel nacional, descubrimos que no hay diferencia. El encuentro de torneos y competencias se dan en todo el país, pero los mejores jugadores son del interior”, sostuvo.

Este éxito tiene que ver, según él, con un “mejor desarrollo individual”. “Acá se trabaja mejor. En los clubes hay espacios, y gracias a eso se llega, sino no se llega”, indicó. La próxima prueba de fuego de su nieta llegará a partir del próximo 17 de octubre. “Pero tengo que irme una semana antes a Buenos Aires”, aclaró la joven promesa. “Para entrenar en equipo”. Desde Buenos Aires tomarán un avión hacia la ciudad boliviana de Santa Cruz de la Sierra junto con toda la delegación argentina, dispuestos a darlo todo.

Para el abuelo, lo ideal es que su nieta sirva como un “ejemplo para los jóvenes”. “Quiero que les dé una imagen de ejemplo, que es lindo el deporte y que se puede llegar—no todas llegan, hay miles de chicas que quieren estar en su lugar, y eso vale mucho. Para la provincia, para todo vale esto”, afirmó.

Dentro de unos años, cuando su carrera esté más avanzada, Valenzuela dijo que su sueño es ganar el Roland Garros y el Wimbledon, dos de los torneos de tenis más prestigiosos a nivel mundial. Habiendo tenido contacto con las pelotas y la raqueta desde muy pequeña—como lo evidencian algunas fotos de aquella época—no está claro lo que le depara el futuro a Valenzuela, pero sí que es evidente cuan cercana es su relación con el deporte, y eso, aunque no lo parezca, es aun más difícil de encontrar (y lograr) que un ganador del Wimbledon.

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