El proceso que abarca la conservación y restauración de los documentos escritos requiere de compromiso y un trabajo que el emprendedor, Francisco De Almeida, conoce muy bien. En este contexto, explicó que se adentró en el universo de los libros hace aproximadamente 4 años con el emprendimiento “Amigos de los Libros Posadas”.
De Almeida agregó al respecto que empezó comprando una caja de libros que había en una feria, y luego comenzó a vender aproximadamente unos 30 libros que sobraban. “A partir de ese momento comencé a ofrecer, y me di cuenta que había necesidad de libros”, comentó.
En esta misma línea, consolidó su idea de formar un emprendimiento cuando un negocio dedicado a la venta de libros usados en Brasil aclaró sus dudas. “Ellos terminaron de orientarme, me explicaron la dinámica y cómo se manejan. A partir de eso me decidí por comenzar este camino”, sostuvo De Almeida.
A partir de los inicios que involucran a un emprendimiento poco habitual en la zona, el emprendedor definió como “un rubro raro” y explicó que actualmente también se dedica a colaborar con las bibliotecas: “Es un trabajo que involucra a la cultura y al apoyo. Muchas veces aparecen documentos raros, libros autografiados o de autores fallecidos”, indicó.
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De esta manera, su negocio está ubicado en su domicilio particular y complementa su rutina diaria en paralelo con el trabajo como docente: “Entre mis actividades como docente, también administro mis tiempos para estar en la librería”, sostuvo.
Por otra parte, señaló que el propósito principal se trata de mejorar la vida útil de los libros: “No somos restauradores profesionales, pero hacemos lo mejor posible para no tirar los libros. Sabemos el esfuerzo que lleva hacer una pieza escrita, y para nosotros tirarlo es un pecado”, afirmó.
En cuanto a la cantidad de libros que poseen para disposición del público, De Almeida detalló que se pueden encontrar revistas de colección, libros de literatura general, literatura infantil y libros de idiomas portugués, alemán e italiano: “Hoy contamos con más de 1200 libros a disposición del público y en depósito guardado seguramente habrá el doble”.
Entre las preferencias de los lectores, contó que lo buscan por libros académicos y literatura: “Quien usa un libro académico también lee por entretenimiento. Vendí libros de cocina, de entrenamientos de perros y manualidades”, añadió De Almeida.
Asimismo, destacó que no siempre pueden comprar los libros por el presupuesto limitado que manejan y muchas veces se venden cosas insólitas o de antigüedad: “Tenemos un libro de Don Quijote del año 1860 en restauración, y hay un diario de cuatro años que data del año 1940”, contó.
De esta forma, De Almeida concluyó brindando las redes sociales del emprendimiento: “Pueden buscarnos en la página de Facebook e Instagram como Amigos de los Libros Posadas”, finalizó.
Amigos de los libros: adquirir libros antiguos para reconocer la historia https://t.co/lguzxkWElU
— misionesonline.net (@misionesonline) September 9, 2022