Legionella: de qué se trata la bacteria que registró un brote en Tucumán y que se cobró varias vidas

El Ministerio de Salud de la Nación confirmó el pasado 5 de septiembre que ya se alcanzaron los 22 casos de personas afectadas por un nuevo brote de Legionella. Se sospecha que el brote tuvo su origen en una clínica privada de Tucumán, provincia en donde se concentran todos los casos.

Al respecto, la bioquímica Margarita Laczeski esclareció algunos conceptos relacionados con la enfermedad. En este sentido, la Legionella es una bacteria ambiental que está “ampliamente distribuida”. Se la suele encontrar en diversas fuentes de agua, como ríos o arroyos.

“Desde allí puede acceder a los circuitos de distribución del agua”, explicó la bioquímica. Un buen proceso de potabilización y gran cantidad de cloro residual pueden impedir que su alcance llegue a mayores. Se debe prestar especial atención a los lugares con agua, pero sin movilización continua, como los tanques o cisternas, porque es así que la bacteria puede desarrollarse.

Los afectados por la bacteria desarrollan una infección que puede ser pulmonar (caracterizada por una neumonía bilateral y fiebre alta, conocida como “enfermedad del legionario”) o febril (generalmente leve, conocido como “fiebre de Pontiac”). De los 22 casos registrados por Nación, seis no pudieron recuperarse y fallecieron. De esos seis, todos habían exhibido el cuadro de neumonía, que es el más grave.

Sin embargo, la bacteria no tiene un 100% de mortalidad, por lo que una recuperación es siempre posible. Debido a este cuadro pulmonar, muchos compararon los efectos de la Legionella con los efectos vistos en los casos más graves de COVID-19.

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A pesar de reconocer algunos paralelos, Laczeski comentó que ambas condiciones son diferentes “desde el punto de vista clínico”, ya que, en primer lugar, el COVID es un virus, y la Legionella una bacteria. “Los que tienen esta sintomatología tienen que hacer el diagnóstico diferencial: identificar el microorganismo que está causando esa neumonía”, indicó. De esa forma, el tratamiento será más productivo.

A diferencia del coronavirus, la Legionella no se transmite de persona a persona ni de animal a persona, sino que se contrae, especialmente, mediante la inhalación. “Algunas bacterias sí se pueden transmitir de persona a persona, pero en el caso de la Legionella no”, sostuvo la bioquímica, desmintiendo que se pueda contraer al ingerir agua o comida.

Esta inhalación llega generalmente en la forma de aerosoles: “Son aerosoles que se pueden producir a través de los humidificadores, o al abrir una ducha. Muchas veces se la encontró en otras fuentes, como las de agua, en donde hay aerosoles cuando hay una caída de agua. Es una bacteria ambiental, y está ampliamente distribuida”, aseveró Laczeski.

Por lo tanto, lo sucedido en Tucumán resulta ser el desenlace de “una serie de eventos desafortunados”. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las principales fuentes de contagio de Legionella son las torres de enfriamiento para aires acondicionados, los sistemas de agua fría-caliente, o humidificadores e instalaciones de hidromasajes.

Pero esto no significa que se deba entrar en pánico, afirmó la bioquímica. “Lo que pasó fue un caso puntual, una exposición a un foco de personas que trabajaban en un centro de salud. La función no es alertar, sólo informar”, señaló, agregando que con la Legionella se convive de forma habitual y se pueden tomar medidas de prevención para reducir el riesgo.

A nivel domiciliario, se debe mantener la higiene de reservorios de agua, tanques, y cisternas, y evitar lugares en donde el agua se pueda acumular o estancar. Para esto, se debe evitar el uso de “accesorios innecesarios”, como los filtros en las duchas o camillas, que tienden a acumular humedad o suciedad. En los domicilios con termotanque, se recomienda mantener su temperatura por encima de los 60º, y en los domicilios con jacuzzi o piscinas de hidromasaje, se deben mantenerlas desinfectadas después de cada uso.

En el caso de las instituciones, depende de qué tipo de institución sea. La de salud, la más importante en este caso, debe tener un programa de control para el manejo de agua, lo cual faltaba en el sanatorio de Tucumán. Por otro lado, la higiene en general es, también, una “medida de prevención muy importante”, recalcó la bioquímica.

Finalmente, afirmó que “el uso del agua genera movimiento que evita la multiplicación de organismos que pueden ser patógenos”. Todavía se están realizando investigaciones en el lugar del hecho para determinar con exactitud la fuente de la bacteria.

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