El extremo tuvo una buena señal en medio de un entrenamiento liviano: al igual que con Armani, Gallardo definirá entre viernes y sábado. De no llegar el ex Colo Colo, su lugar podría ser ocupado por Quintero o Barco.
Depende de algo bastante parecido a un milagro la presencia de Pablo Solari en el superclásico del domingo en la Bombonera. El delantero que sufrió un leve desgarro en el cuadrado femoral de la pierna zurda está con un pie y medio afuera, pero este miércoles por la mañana apareció una pequeña señal en la práctica de River que, al menos, provocará que el desenlace de la historia se estire hasta las 24/48 horas antes del choque frente a Boca.
El ex Colo Colo no se resigna. Quiere jugar como sea su primer superclásico. Como jugador y como hincha. Por lo pronto, volvió a realizar trabajos en el gimnasio, sesiones de kinesiología y ejercicios livianos sobre una de las canchas del predio de Ezeiza, con el dato que invita a mantener encendida una pequeña llama de ilusión de que al menos pueda ir al banco: aumentó un poco la intensidad sin el dolor en la zona que sintió en el Monumental.
Más allá de que cada físico es diferente, los tiempos de recuperación de este tipo de cuadros son, en el mejor de los casos, de ocho a diez días. Solari ya lleva dos, pero para la visita a Boca apenas quedan cinco puestas de sol: las cuentas no dan y por eso continúa entre algodones.
En todo caso, la mínima esperanza del entrenador, que todavía no lo descarta, radica en el alto umbral de dolor del propio futbolista, que jugó un año entero lesionado en Colo Colo afectado por una pubalgia. En definitiva, la decisión la tomará -entre viernes y sábado- un Gallardo que históricamente no arriesga futbolistas que estén al límite en lo físico.
Las veces que lo hizo pudo justificar sus decisiones en razones de fuerza mayor (Enzo Pérez atajando lesionado vs. Santa Fe) o en el contexto de finales a todo o nada (el propio EP en la definición de la CA ‘17 vs. ATU jugó a 12 días de haberse desgarrado; Quintero entró en Madrid casi desgarrado -y vaya que valió la pena- y con apenas un entrenamiento encima).
Y el técnico de River, sin restarle importancia a un clásico, también advierte que no se trata de una final, que quedarán después nueve fechas y que apostar por un Solari al límite desde lo físico podría implicar perder por varios juegos a su nuevo goleador si se resintiera. Pero por si acaso, y aunque vislumbra mínimas chances, no lo descarta.
Ante esta situación, Gallardo está obligado a pensar en un equipo sin su más reciente figura para visitar la Bombonera. ¿Recurrirá, el Muñeco a un MVP de otro momento como Matías Suárez? Para el cuerpo técnico, el cordobés es naturalmente quien debiera ocupar ese lugar (de hecho, lo hizo vs. Barracas cuando el Pibe salió dolorido), pero su condición física será el principal ítem a considerar: el 7 aún no fue titular en lo que va del semestre y en 2022 sólo pudo completar 90 minutos una vez.
Si a Suárez no lo ven para ir de entrada, las opciones son Simón, Barco o Palavecino (en un 4-1-4-1) o Borja (con Beltrán de segunda punta). Por lo demás, en defensa Herrera volverá por Elías Gómez y en el medio, Enzo reemplazará al suspendido Zuculini y Quintero podría dejarle su lugar a Palavecino en un juego que se pronostica muy intenso.
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Optimismo por Franco Armani
Así como el tiempo apremia a Pablo Solari como para pensar en una recuperación milagrosa, para Armani el reloj pasa un poco más lento: el arquero está cada vez mejor de su pequeño desgarro en el pectíneo izquierdo producto de un choque con Andrés Herrera en el 4-0 a Defensa y Justicia y tiene buenas perspectivas para volver al arco en la Bombonera después de haber faltado ante Barracas.
Aunque para confirmar su presencia Gallardo quiere esperar a una última prueba de alta exigencia que se le realizará entre viernes y sábado, en la última práctica hizo trabajos de arquero, pero con cuidados. El propio DT había anticipado que, si no surgen contratiempos, el Pulpo estará de arranque en La Boca.
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