Argentina lleva registrado 198 femicidios en lo que va del 2022: “Los números espantan y no descienden, debemos involucrarnos cómo sociedad”

Desde las Casa del Encuentro aseguran que los números en femicidios de los últimos ocho meses son "espeluznantes y no descienden". Además, sostuvieron que es fundamental que sobre exista el compromiso de involucrarse cómo agentes sociales.

 

Alejandra Benaglia – FM Santa María de las Misiones 

Alejandra Benaglia, integrante de las Casas del Encuentro, expuso que las cifras de los femicidios en Argentina se presentan mes a mes desde el 2008, las cuales también involucran a transfemicidios y travestisidios, «no bajan, las estadísticas se repiten y es claro que las medidas tomadas por el Estado no son suficientes». 

En ese contexto, manifestó que el compromiso con esta temática está relacionado a todas las áreas de la vida: social, judicial y pública. «Es un trabajo diario de todos contra la violencia, estas son las violencias previas a la extrema que son el femicidio, travestisidios y transfemicidios».

En tanto, aseguró que el lugar más inseguro donde pueden vivir las víctimas es en el domicilio de quién las violenta. «Esto se agravó más durante el confinamiento por Covid-19 donde muchas personas debieron encerrarse con el agresor».

Volvió a hacer hincapié en que las viviendas compartidas siempre son los lugares más inseguros y de violencia, según los informes presentados por la Casa del Encuentro. Ante está situación, destacó «la importancia de involucrarse como sociedad, como amigo, familia y/o vecino».

Por otro lado, expresó que una de las características del victimario es aislar a la mujer, encerrarla, «tanto físicamente o psíquica de todos sus vínculos y círculos». Según los datos que maneja, hasta el momento, el mayor de los números de femicidas son personas que prestan servicio en las fuerzas de seguridad.7

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«Lo que merece un análisis aparte y un apoyo de estas fuerzas, algunos son denunciados y otros no. A los que tienen denuncia debe haber un control de que dejen de prestar servicio o no estén armados», aseveró.

«Muchas veces se escucha que mujeres van a denunciar a las comisarías, y quienes las reciben no tienen una capacitación con perspectiva de género, no les contienen o si no hay una violencia visible no les toman la denuncia», se lamentó.

Benaglia, en este caso, manifestó que muchas veces los compañeros de los agresores a modo de «camarafdería» le piden a la mujer que se vaya a su casa, «que ya va a pasar»; señaló que es sumamente relevante la responsabilidad de las personas que están en el momento de recepción de una denuncia, «el que posean un arma le da un sobrepoder al varón».

Para Benaglia, cuando se habla de violencia se habla de ejercer cierto poder sobre otro, «y quién tiene un arma posee doble poder, muchas veces, para amenazar». En ese aspecto, afirmó que el índice de femicidios de estos ocho meses, es alta a comparación del número de denuncias realizadas. «Tenemos 198 femicidios y travestisidios y son 39 víctimas que realizaron la denuncia».

Reflexionó sobre el porque las mujeres travestis o trans no denuncian los casos: «Para muchas es un boomerang, porque tienen que volver a sus casas y el hombre las espera con más violencia y otras no creen en la justicia». Indicó que en todos los parámetros es un llamado de atención hacia el Poder Judicial, el cual debe responder y proteger a la mujer que llega a la denuncia, y el después de esta.

«Desde la Casa del Encuentro aconsejamos a las mujeres que denuncien, pero debe haber una red de contención porque cuando se denuncia, comienza otro recorrido, allí se involucra un actor más que es el Poder Judicial, lo que viene después es su accionar, su protección, si le entregan tobillera y el monitoreo, si entregan botón antipánico y la función correcta de estos elementos», explicó.

También, nombró al programa «Acompañar» del Ministerio de Mujeres, Género y Diversodad de Nación se cumple, para que la víctima puede acceder a un salario mínimo vital y móvil, con el fin de salir del lugar violento y no permanecer bajo el mismo techo que su agresor.

No obstante, aseguró que más allá de que no existe la capacidad física de personal policial para poner efectivos en cada hogar que haya violencia, estos deben estar capacitados en perspectiva de género y evaluación de contexto de riesgo.

«No todas las violencias tienen el mismo riesgo, en donde existe una de alta advertencia, se debe tomar todas las herramientas necesarias para proteger a esas mujeres», cerró.

 

 

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