Con una audiencia que se extendió por más de tres horas reloj, este jueves se desarrolló la tercera jornada del debate que ventila el expediente por el crimen de Irma Ferreyra Da Rocha en diciembre de 2016.
Se presentaron un total de ocho testigos, entre un hijo de la víctima, los médicos encargados de la autopsia y personal de la Policía de Misiones que participaron directamente en el resguardo de la escena y posterior investigación de los hechos.
Estuvieron presentes en la sala de debate los integrantes del Tribunal Penal Uno Viviana Kukla, Ángel Dejesús Cardozo y César Antonio Yaya, el representante del Ministerio Público Fiscal Martín Alejandro Rau, el defensor Edgardo Cabrera y, el imputado, Guillermo Esteche.
El primero en prestar declaración fue uno de los doce hijos de la víctima, Esteban Ferreyra Da Rocha. El joven fue el primero que se enteró de lo que le había ocurrido a su madre cuando llegaron los uniformados a su vivienda, al otro día. “En ese momento me quedé impactado y no sabía qué hacer, automáticamente le fui a buscar a mi tía Mabel que vivía al lado”.
Contó que habló con Susana Ayala, la amiga de Irma con quien había asistido a la fiesta de fin de año en el predio ubicado en inmediaciones a la ex Garita del Kilómetro 10, en Garupá. “Estaba muy nerviosa, me dijo que ellas fueron a pasarla bien, a divertirse y que mi madre bailó con un hombre y de ahí se desencontraron. Me dijo que no lo conocía, que simplemente le vino a invitar a bailar a mi madre”.
Esteban vivía con su madre y era quien la ayudaba con las tareas del hogar y quien la acompañaba cada tanto al Hospital a hacerse estudios de control. “Yo siempre le llevaba al hospital, porque tenía uno y otro problema. Tenía algunos ataques en el hígado y en el pulmón. Pero en general andaba bien de salud”.
Comentó que la mujer siempre estaba acompañada de Susana. “Ella me comentó algo de una camioneta, pero lloraba y estaba muy nerviosa. Me dijo que mi madre subió en una camioneta blanca pero a ella no le dejaron subir. Después de eso mi mamá nunca regresó”.
Autopsia
Luego comparecieron el doctor Rodolfo Cantero, quien formaba parte de la Junta Médica que elaboró el informe de la autopsia y Carlos Sebastián Wolhein, médico que practicó el procedimiento.
El primero de ellos aseguró que la víctima fue atendida en tiempo y forma y que presentaba hematomas en el rostro. “Está demostrado en el informe de autopsia que un objeto (rama), habiendo penetrado por vía anal perforó el intestino, diafragma, tórax y pulmón, llegando hasta la región clavicular interna. No queda ninguna duda de la causa de muerte”.
Wolhein fue el actor material de la autopsia y quien elaboró el informe final. Como conclusiones expuso que Ferreyra Da Rocha sufrió lesión traumática de abdomen, compromiso pulmonar izquierdo, una perforación del óvulo del pulmón y padecía un proceso infeccioso.
Advirtió al menos cuatro lesiones en el rostro de la mujer, en la región malar izquierda y derecha, en la nariz y el mentón, las cuales en conjunto provocaron un efecto traumático.
Continuó explicando que la introducción de un objeto extraño en la región anal, podría darse con o sin consentimiento, como fue el caso de Ferreyra Da Rocha. “En el caso de ser sin consentimiento es natural activar todos los mecanismos de defensa para que no suceda, la voz a través del grito, las manos, los pies, la pelvis, giro del cuerpo y también regiones corporales fuera del foco de acción”.
Por último, no dejó dudas y expresó con certeza que una persona como el imputado puede haber incrustado ese objeto en el cuerpo de la víctima, señalando además que la mujer estaba indefensa, porque no tenía signos de haberse defendido.
El muchacho del lavadero sobre las Américas
Cinco efectivos de la Policía de Misiones fueron citados para la tercera audiencia del debate llevado a cabo en la mañana de este jueves en el edificio sobre calle La Rioja casi Rivadavia.
El primero de ellos fue el oficial Marcelo Rodolfo De Asis, quien recordó que aquella madrugada, entre las 00:45 y las 1:30, recibió un llamado telefónico desde el barrio Villa Bonita de Garupá, a raíz de que habría una persona lesionada en el lugar.
“La mujer estaba acostada contra un muro, se quejaba de mucho dolor, me entreviste con ella y me dijo que se llamaba Irma Da Rocha. Volvimos a llamar a la ambulancia y la trasladaron. Preservamos el lugar y dimos intervención a la Comisaría de la Mujer por ser un delito contra la integridad sexual”.
La oficial Elizabeth Lucía Figueredo se encontraba de servicio en la citada Comisaría del barrio Fátima, a quien pusieron en conocimiento tras el llamado de sus pares de la Seccional Quinta, solicitando la presencia de personal idóneo por considerarse de un delito contra la integridad sexual. Procedieron a la inspección del lugar del hecho, donde hallaron un zapato rojo y un celular color gris.
“Siendo de día volví al lugar del hecho para ver si se podía ver mejor con la claridad del sol. Buscábamos la rama que se podía haber utilizado y encontramos una similar”. Criminalística tomo fotografías.
En tercer lugar, el Jefe de la Comisaría Quinta de Posadas, Jorge Rivero, testificó que durante la madrugada de ese 17 de diciembre, el oficial a cargo lo contactó telefónicamente y le puso en conocimiento de los hechos, dándole las directivas de cómo proceder.
“Con el personal de la MiniBrigada, comenzamos a investigar. Solicitamos hablar con la señora Irma, entramos y la observo a ella con un tubo de oxígeno, acostada y mirando para arriba. Le digo Irma y me hace señas con la cabeza”.
Con sus últimos suspiros, la mujer señaló e indicó las características que tendría su agresor, a quien aseguró conocer. “Le pregunto quién le hizo esto y me dice claramente `el muchacho del lavadero MyM que está sobre la avenida las Américas´. Me mira y me dice que es alto, delgado, de cabellos cortos negro, entre 25 y 30 años, que tenía bermuda blanca y remera oscura”.
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Prosiguió “Fuimos los dos al lado del túnel, `ahí hicimos bien´ (refiriéndose aparentemente a que habrían tenido relaciones sexuales), después el me pegó, me agarró del cuello y me desmayé. Cuando me despierto estaba muy adolorida y con algo en el cuerpo”.
El uniformado aseguró que la mujer le habría dicho que lo conocía a su agresor, identificándolo como él que siempre estaba en el lavadero “MyM” sobre la avenida Las Américas y que sería familiar de los dueños.
“Fuimos varias veces al lavadero, a raíz de la investigación se procedió a la detención de Hugo Martínez, en ese momento. Una de las declaraciones lo apuntaba directamente”, cerró.
Diego Alejandro, integrante de la Brigada de Investigaciones, también tomó declaración a Irma Ferreyra cuando la mujer estaba postrada en una cama del citado nosocomio. “Fuimos al Hospital y hablamos con la señora. De todo eso surge la investigación de una persona del lavadero por la avenida las Américas”.
Ante la consulta del Fiscal, el hombre calculó al menos siete cuadras desde “La Saladita” de Garupá donde se había celebrado la fiesta a la que asistió Irma y el lavadero sobre la avenida Las Américas.
Por último, Claudio Fabián Báez, integrante de la MiniBrigada, recordó que se trasladó en compañía de Rivero (Jefe de la Comisaría Quinta) hacia el Hospital Madariaga para entrevistarse con la víctima.
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“Ella estaba con muchos dolores, le preguntamos si le conocía a la persona y dijo que sí, que trabajaba o frecuentaba un lavadero llamado MyM por la avenida las Américas. Que era delgado, de 25 a 30 años, vestido con una bermuda blanca y remera oscura”.
Tras las investigaciones, arribaron hacía el citado Lavadero garupaense y procedieron a la detención de un hombre identificado como Hugo Martínez y, posterior a ello, habiéndose conocido el deceso de la víctima, la Dirección de Homicidios apresó a Guillermo Esteche.
El debate continuará este viernes con la declaración de más testigos, donde se buscará poder identificar a Hugo Martínez, citado varias veces durante la tercera audiencia.
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