El arquitecto Daniel Cella propone que los centros históricos sean “lugares protegidos, donde no se pueda construir”

Al Estudio Cella fundado en 1987 por el matrimonio Antonia Nosiglia y Daniel ha enfrentado desafíos como el diseño del Parque Temático de la Cruz de Santa Ana, la capilla del mismo cerro de 270 metros de altura con su cruz de 83 metros, además la ampliación de la Casa La Ángela en San José, y la Municipalidad de Santa Ana.

Pero a Daniel Cella, líder del equipo, que también integra la arquitecta Lucía Cella, le tocó el diseño moderno de envoltura vidriada para el nuevo edificio del Honorable Tribunal de Cuentas de Misiones (HTC) a cargo de Fabiola Bianco.

En esa esquina del casco histórico de Posadas, Avenida Roque Pérez y Buenos Aires, existe una de las reliquias históricas del patrimonio cultural arquitectónico. Nada menos que el lugar donde funcionó el almacén de ramos generales “La Estrella” en un amplio salón, y en la planta alta la vivienda de sus dueños, los inmigrantes libaneses Zaide Chemes y Emilio Azar, llegados a Misiones en 1914.

Esa esquina sobre Roque Pérez es como la trinchera norte del casco histórico posadeño. Son 182 manzanas cuyas edificaciones más emblemáticas, como el Heras y Heras (Centro Cultural Cidade) y el palacete Dodero entre otros resisten ante la embestida del negocio inmobiliario. ¿Cómo protegerlo y, a la vez, combinar preservación con el cemento y las torres en alturas?

“Las construcciones históricas en Posadas, están en el centro, dentro de las cuatro avenidas. Esa zona es la de mayor valor histórico patrimonial y –como en otras ciudades- se ven asediadas por la necesidad de construir ahí, en altura, y no hemos elaborado hasta ahora ninguna estrategia que de fondo solucione el problema”, dijo el arquitecto Cella.

En el caso de “La Estrella” se logró un relativo “milagro” de conservar lo antiguo, en convivencia con la moderna torre. Es que el código de edificación permite esa competencia de las antiguas casas solariegas, de las familias más antiguas y prestigiosas de Posadas, con edificios en altura.

Por tal razón el diálogo con el arquitecto Cella sobre el edificio del Tribunal de Cuentas, exigió de su parte una explicación adecuada a su vocación conservacionista del patrimonio cultural.

– ¿Cómo hicieron para compatibilizar el ladrillo a la vista, en este caso con revoque posterior, con el cemento de las torres modernas?

-Habitualmente, las casas antiguas en las ciudades están en los centros. Las ciudades eran chicas, entones todo lo que se construía estaba ahí, en el centro, cerca de la plaza. Lo que ha pasado en Posadas es lo que pasó en todos lados, salvo alguna mansión que estuviese alejada, las construcciones históricas en Posadas están dentro de las cuatro avenidas.

-¿Y el Código de Edificación de Posadas que indica al respecto?

-Esa zona, como todas las de mayor valor histórico patrimonial se ven asediadas por la necesidad de construir ahí, en altura, y no hemos elaborado hasta ahora ninguna estrategia que -de fondo- solucione el problema. Que los centros históricos tienen que ser lugares protegidos y que no se pueda construir nada en altura.

-¿Aún quedan íconos de ese pasado histórico, dignos de protección?

-Es elemental, fijate la calle Santa Fe o la paralela, como la Belgrano; son calles que tienen construcciones de un valor patrimonial importante. Como están en el centro, hay un deseo de construir también en el centro. Esto nos pasa por no mirar el mundo.

Luego, Cella planteó su convicción como profesional. “Los sitios históricos están donde no se pude construir. En las ciudades no se puede construir en el centro, se construye en la periferia. Todas las construcciones en altura se van a hacer dentro de las cuatro avenidas.

-¿Es posible una medida que lo ordene, pues el Código de Edificación modificado hace algunos años, permite construir en altura?

-Con una decisión así, se hubiese solucionado el problema de la conservación patrimonial. Claro, quien tiene la oportunidad de un terreno donde hacer 10 veces un piso, los que son de un piso no tienen ningún valor. Eso es un tema del código de construcción.

-De modificarse el Código de Edificación, los propietarios con idea de hacer su negocio protestarían y hasta podría existir una avalancha de juicios.

 centros históricos de misiones

-Ahora es muy difícil, porque mañana quedarían edificios altos y abajo un edificio bajo, el edificio alto mata al de al lado porque le arroja sombra, nadie quiere vivir al lado de una medianera donde le pega el agua.

Para Cella, con vocación de proteger todo patrimonio arquitectónico valioso, se trata de “un pecado original del código que empuja a hacer construcciones en altura en los lugares donde está el mayor valor patrimonial; es muy habitual que pase, se hizo una revisión del código pro igual se puede seguir construyendo en el centro y las construcciones (íconos de la Posadas antigua) prácticamente están en las cuatro avenidas.

-¿Y qué ocurre con un barrio vecino como Villa Sarita?

– Villa Sarita tiene una particularidad. No tiene –salvo cuestiones ambientales- tantas construcciones antiguas. Las construcciones antiguas básicamente están en las 4 avenidas. Uno podría decir: todas las construcciones (nuevas y en altura) se deberán hacer en tal barrio o no. En cualquier lado menos en el centro histórico.

-No es la realidad actual de la capital misionera.

-Como eso no pasa, hay una posibilidad de construir en altura en el centro. Nace entonces esta teoría que se ha desarrollado como una disciplina en la arquitectura: conservar la planta baja. Conservar lo que tenía valor en el caso del Tribunal de Cuenta, incluyó lo que era la planta baja y la planta alta; era un edificio 2 pisos. Y sobre él hacer una construcción en altura que tiene 12 pisos. Una práctica que no inventamos nosotros, es una regla establecida en la disciplina, el cómo operar en esos edificios.

-¿En qué consiste tal metodología?

-Lo primero que se aconseja es demoler todo lo que no es original. Ese edificio tenía al lado una construcción de los años ´70 planta baja y 3 pisos y adentro tenía unos entrepisos y cantidad de cosas que se le habían ido agregando, que no eran originales.

Todo eso se demolió y se dejó lo que tenía valor, paredes, el hall original, carpintería exterior, la escalera de mármol a la planta alta, vidrios biselados. Todo lo que tenía algún valor. Las paredes de planta baja son las del hall principal. El hall central en ´L´ y su pared exterior era de un antiguo salón y se conservó. Es interesante conservar la espacialidad del edificio. Cuando uno entra, ve el cielorraso bovedil, los perfiles, todo de lo que estaba compuesto ese edificio antiguo.

-¿Hubo un trabajo conjunto con el sector de conservación patrimonial de la Municipalidad?

-Muy en conjunto, con el arquitecto Darío Avila que está en el Comité Patrimonial, con la gente de la Comisión de Patrimonio Histórico de la Dirección de Patrimonio Histórico de la Municipalidad, discutimos qué estrategia probar y fue aprobado.

Cella le dio un especial significado a este diálogo profesional entre el sector privado y el público. “Fue el primer edificio estudiado por la CPHM que se constituyó a partir de ese edificio, dado que estaba creada por ordenanza y no había funcionado. La cuestión del rescate y preservación salta cuando se presentan los planos a la Municipalidad y nos solicitan que sometamos la obra a su análisis”, concluyó.

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