“El Arco de Triunfo” del Escuadrón X de Eldorado no se parece a ninguno del mundo”, aseguró un jefe de Gendarmería

El “Arco de Triunfo” del ingreso al Escuadrón X de Gendarmería Nacional, en Eldorado, llamó la atención en un posteo de “Eldorado en el Recuerdo”. Pero así lo denominan los gendarmes, más aún en la celebración de los 84 años de la creación de esta fuerza clave en el cuidado de la extensa frontera de la Argentina.

Y así lo llaman en las filas de la Gendarmería. “En todos los escuadrones se construyeron esas entradas y, realmente, así se los llama: Arco de Triunfo”, explicó a MisionesOnline el sub-oficial mayor Marcos Noller, oficial de servicio a cargo del Escuadrón X eldoradense al realizarse la consulta.

“Pero en el sur no los tienen, solo en la Mesopotamia, desde Entre Ríos a Misiones”, agregó el gendarme. Es que, con ese título, la mente vuela hacia los triunfales arcos de Roma, recibiendo a los generales victoriosos, coronados de laureles y aclamados por multitudes felices a la vista de botines jugosos y de alimentos, en especial el trigo para el pan, además de esclavos y mujeres apresadas para ser vendidas en el mercado romano.

El Escuadrón de Oberá también tiene su arco. Pero aquí rueda un lagrimón al conocer su historia. Lo diseñó un chico humilde de las chacras misioneras, de una familia que no podía pagar su educación. Y apenas adolescente, en la Escuela de Gendarmería pudo cumplir su sueño y ser maestro mayor de obras.

El jefe del Escuadrón 10 «Eldorado» comandante José Manuel Cueto saludó a la Agrupación «28 de Julio» en el Día de la Gendarmería Nacional el jueves pasado.

Hoy, ya retirado el suboficial mayor (R) Ramón Viera Amaral contó que uno de sus mayores orgullos es haber diseñado el arco de ingreso al cuartel obereño. “Cuando entré a la escuela les dije a mis superiores cuál era mi sueño y me dieron permiso para estudiar de noche en la escuela técnica”, señaló emocionado.

El jefe eldoradense Noller aseguró que la construcción no es una copia de otros en el mundo. El más famoso es el de París en el corazón de l’Etoile (la Estrella) de estilo neoclásico y en el corazón de un espacio donde confluyen avenidas en forma radial. Allí se colocó la tumba y llama votiva en honor del soldado desconocido, cumpliendo además en 1806 el sueño imperial de Napoleón. Por eso lo adornan grupos escultóricos como “El triunfo de Napoleón”, “La marcha de los voluntarios”, “La toma de Alejandría” y “La batalla de Austerlitz”.

Escuadrón 10 «Eldorado»: Presentación de la Agrupación «28 de Julio» Comandante Reinaldo Alejandro Muller al Jefe de Unidad Comandante Principal Gustavo Sergio García, acompañado por el Secretario de Gobierno Municipal, Sr. Jorge López.

Una pincelada del arco napoleónico se coló en los diseños de los que Gendarmería instaló en la entrada del Escuadrón X de Eldorado, creado el 10 de marzo de 1945. Pero donde Francia colocó esculturas, en Misiones –y también en el de Clorinda, Formosa, entre otros- se abren ventanas que dan a oficinas e instalaciones para quienes cumplen guardia debajo de cada Arco de Triunfo.

Noller, desde Eldorado, asegura que no hubo copia de otros monumentos desde la época de los emperadores romanos hasta la de Napoleón. “Todos son iguales, desde Entre Ríos a Misiones, pero en el sur no hay; solo en la Mesopotamia. Sí, se los llama Arco de Triunfo. Y el modelo fue hecho en Buenos Aires y lo hicieron acá”.

Arco del Escuadrón 8 «Alto Uruguay», con un diseño similar en cada Arco de Triunfo.

El nuevo jefe zonal, de una extensión amplia que incluye a Montecarlo, Piray, Eldorado, Victoria, Mado, Delicia, Esperanza y Wanda, es el aún comandante José Manuel Cueto. “Como el nuestro, no hay en el mundo un arco así, ni el de París que es distinto”, aseguró el oficial de turno.

Frente del Escuadrón IX de Oberá diseñado por el suboficial mayor Ramón Viera Amaral (R) quien se graduó como maestro mayor de obras, luego de ingresar a la fuerza.

Tampoco ha recibido humillaciones como las tropas nazis desfilando triunfantes en la toma de París, ante franceses que no podían contener su llanto. Y la soberbia del sangriento Adolf Hitler disfrutando de la vista de la Torre Eiffel. Seis años después hombres y mujeres de la resistencia, con Charles De Gaulle a la cabeza desfilaron en la reconquista junto a los soldados norteamericanos y otros combatientes de los Aliados contra el fascismo.

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