Ola de calor en Europa | Francia y España luchan contra los incendios y la sequía extrema

(Reuters) - Los bomberos en el suroeste de Francia y España luchaban el martes para contener enormes incendios forestales, en un momento en que una ola de calor procedente del sur se asentaba en el oeste de Europa.

Los incendios se han extendido por 19.300 hectáreas en la campiña que rodea Burdeos desde el 12 de julio, obligando a un total de 34.000 personas a evacuar sus hogares. Francia y España los países más afectados por los incendios forestales.

En el suroeste de Francia, la región vitivinícola de la Gironda sufría el mayor incendio forestal en más de 30 años y las autoridades informaron de que un hombre había sido detenido como sospechoso de haber provocado un fuego. Alrededor de 2.000 bomberos, con el apoyo de ocho aviones hidrófugos, luchan contra las llamas.

El sur y el oeste de Alemania y Bélgica también se preparaban para temperaturas que podrían batir récords a medida que la ola de calor, que los científicos atribuyen al cambio climático, se desplazaba hacia el norte y el este.

«A pesar de los ataques terrestres y aéreos, la situación aún no se ha estabilizado», declaró la prefectura del estado en un comunicado, añadiendo que no se había informado de ningún muerto o herido.

Un estudio publicado por científicos del clima en junio en la revista «Environmental Research: Climate» concluyó que era muy probable que el cambio climático este empeorando las olas de calor.

Según un informe de la ONU de febrero de 2022, se espera que el número de incendios forestales extremos aumente un 30% en los próximos 28 años, ya que el cambio climático provocado por el hombre está provocando sequías.

«Estamos viendo olas de calor más frecuentes y son más calientes de lo que habrían sido sin el cambio climático», dijo a Reuters Friederike Otto, profesora titular de Ciencias del Clima en el Imperial College de Londres.

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Llamas y humo en Francia y España

Si bien los termómetros  volvieron a descender a niveles más normales de verano en Portugal, Francia y España, los bomberos en ambos países seguían luchando contra múltiples incendios.

Más de 30 incendios forestales siguieron asolando partes de España, con las autoridades prestando especial atención a cuatro en Castilla y León y Galicia.

En Losacio, en el noroeste de la provincia de Zamora, donde dos personas murieron y tres resultaron heridas de gravedad, más de 6.000 personas de 32 pueblos fueron evacuadas.

Unas dramáticas imágenes de televisión mostraron llamas y las columnas de humo que se extendían en el cielo nocturno cerca de la ciudad zamorana de Tábara.

Un hombre que intentaba proteger su pueblo del fuego sin control estuvo a punto de morir el lunes cuando las llamas envolvieron su excavadora, lo que le obligó a correr para salvar su vida mientras se sacudía las llamas de la ropa.

En Galicia, más de 1.500 personas han sido evacuadas de la trayectoria de cuatro incendios, que han dañado varios edificios.

En lo que va de año se han quemado en España 70.000 hectáreas, aproximadamente el doble del promedio de la última década, según datos oficiales anteriores a la ola de calor.

En el vecino Portugal, unos 50 municipios, principalmente en las regiones del centro y del norte, seguían enfrentándose al «máximo riesgo» de incendios forestales, según el instituto meteorológico IPMA.

Más de 1.000 bomberos luchaban contra cinco incendios forestales principales, el mayor de los cuales comenzó en el municipio norteño de Murça y se extendió a otros dos cercanos.

En Grecia, los bomberos han atajado 73 incendios en 24 horas, informó el lunes el cuerpo de bomberos. La autoridad de protección civil ha advertido de un riesgo muy alto.

Europa en alerta ante el avance imparable de la sequía

La sequía avanza imparable en toda Europa. Un 46 por ciento del territorio, incluyendo al Reino Unido está en alerta naranja y un 11 por ciento en alerta roja por la faltante de agua en el suelo y la ausencia de lluvias.

La situación es, especialmente, crítica en el sur. En España, por ejemplo, el volumen de los embalses está un 31 por ciento por debajo de la media de los últimos 10 años.

El especialista en ingeniería hidráulica Manuel Gómez, dijo:  “Yo creo que no todo el país, pero a lo mejor ciertas zonas podrían producirse situaciones un poco, yo diría de emergencia por falta de recursos y que te obligue a cortar el suministro de agua y esto sin lugar a dudas generará inconvenientes en las poblaciones”.

La falta de lluvias, unida a las cada vez más intensas, frecuentes y largas olas de calor como sucede en Francia, Italia, Grecia, Portugal o España son el caldo de cultivo perfecto para los voraces incendios forestales: la principal causa de la desertización.

En otras declaraciones Pedro Arrojo, quién es profesor emérito de análisis de la economía dijo que la llegada de intensas lluvias solo traería alivio pero no una solución definitiva y generaría mayor desertificación: “Después del incendio una lluvia masiva en un terreno desprotegido, supone la erosión de un terreno fértil y por tanto la desertización del territorio lo que sería perjudicial para el futuro».

El cambio climático está secando el planeta a un ritmo vertiginoso y cada vez nos acercamos más al punto de no retorno.

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