(Reuters)- El número de muertos por el ataque con cohetes rusos que impactó en un bloque de apartamentos en el este de Ucrania durante el fin de semana aumentó el lunes y los rescatistas seguían rastreando los escombros en busca de supervivientes, dijo el Servicio Estatal de Emergencias del país.
Nueve personas han sido rescatadas de las ruinas del bloque de cinco plantas en la ciudad de Chasiv Yar, en la región de Donetsk, que fue objetivo de un ataque con cohetes rusos el sábado, dijo la agencia.Los servicios de emergencia dijeron que 55 personas estaban ayudando en las tareas de rescate.
El gobernador de Donetsk, Pavlo Kyrylenko, dijo que el ataque al edificio de apartamentos tuvo lugar el sábado por la noche en la ciudad de Chasiv Yar. El servicio regional de emergencias cifró el domingo por la tarde en 15 el número de víctimas mortales y añadió que otras 24 personas podrían estar aún bajo los escombros.
«Corrimos al sótano, hubo tres impactos, el primero en algún lugar de la cocina», dijo una residente local que se identificó como Ludmila, cuando rescatistas retiraban un cuerpo en una sábana blanca y limpiaban los escombros usando una grúa además de sus manos.
Rusia, que invadió Ucrania en lo que denomina una operación militar especial, niega haber atacado a civiles.
Se espera que Rusia centre el grueso de su asalto al este de Ucrania en la región de Donetsk tras reclamar la captura de la vecina región de Luhansk. Juntas, estas regiones integran el Dombás.
«El segundo (impacto), ni siquiera lo recuerdo, hubo un rayo, corrimos hacia la segunda entrada y luego directamente al sótano. Estuvimos allí toda la noche hasta esta mañana», agregó una residente local.
Andriy Yermak, jefe de gabinete del presidente Volodímir Zelenski, dijo en un mensaje de Telegram que el ataque era «otro atentado» y que Rusia debería ser designada como Estado patrocinador del terrorismo.
Rusia, que dice estar llevando a cabo una «operación militar especial» para desmilitarizar Ucrania, niega haber realizado un ataque con cohetes rusos.
Las provincias de Luhansk y Donetsk conforman el Dombás, la región industrial del este de Ucrania que se ha convertido en el mayor campo de batalla de Europa durante generaciones. Rusia quiere hacerse con el control del Dombás en nombre de los separatistas a los que apoya.
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