Áreas Naturales Protegidas | Respetar los límites de velocidad en rutas y prestar atención si se cruza un animal para mantener distancia

Con el objetivo de crear pasos seguros para la fauna en áreas naturales protegidas de la Selva Misionera, se instalaron en zonas especiales pasafaunas por debajo de la ruta (subviales) o por encima de la ruta (eco ductos), que son puentes con tierra y vegetación para los animales. También en el PN Iguazú que son utilizados por la fauna arborícola: monos, ardillas, tamanduás, o comadrejas.

Recorriendo las Áreas Naturales Protegidas de la provincia y el Parque Nacional Iguazú, los conductores y turistas podrán observar los pasafaunas aéreos o eco ductos que fueron instalados para prevenir la muerte de miles de animales de la fauna silvestre que habitan la selva misionera. Se trata una zona “especial” y requiere prevención en la circulación, es clave que se respetan los límites de velocidad establecidos, disminuyan en caso de ver un animal o presten la mayor atención al circular por si se cruza un animal, manteniendo la distancia de frenado.

 

En las rutas, nacionales y provinciales, se recomienda a los conductores estar más atentos en los tramos que atraviesan los parques y refugios de vida silvestre, saliendo de Posadas y hasta Puerto Iguazú.

 

Con el objetivo de crear pasos seguros para la fauna de la selva misionero, se instalaron en zonas especiales de áreas naturales los pasafaunas por debajo de la ruta (subviales) o por encima de la ruta (eco ductos), que son puentes con tierra y vegetación para los animales. O también, los pasos aéreos como los siete que ya instalaron en el Parque Nacional Iguazú, los cuales son utilizados por la fauna arborícola:monos, ardillas, tamanduás, comadrejas…

 

En las rutas, nacionales y provinciales, se recomienda a los conductores estar más atentos en los tramos que atraviesan los parques y refugios de vida silvestre, saliendo de Posadas y hasta Puerto Iguazú.

 

“Muchos de los atropellamientos que existen hoy se pueden evitar, y una de las causas principales en zonas de áreas naturales es que no se respetan las velocidades máximas, lo que depende de la conciencia de cada conductor. Está en cada uno de nosotros, en la mayoría de los que visitamos las áreas protegidas, aplicar esta medida: disminuir la velocidad y prestar atención si se cruza un animal, manteniendo la distancia de frenado”, recomendó Guillermo Gil, biólogo que trabaja en la Dirección Regional NEA de Parques Nacionales.

 

Hay animales grandes en la selva como tapires, yaguaretés, pumas, corzuelas, pecaríes… que por un lado pueden ser muertos por el atropellamiento, y por el otro lado también pueden dañar gravemente el vehículo o causar un accidente vial importante, incluso fatal para el conductor. El desafío es respetar las normas.

 

Sobre la conducción dentro de las áreas protegidas, y respecto a la velocidad máxima permitida dentro del Parque Nacional Iguazú, recordó que la velocidad máxima es de 60 km/h en la mayoría de los tramos.

 

“Después hay tramos – indicados a través de estaciones de reducción de velocidad que incluyen divisores de calzada, bandas ópticas sonoras, dientes de dragón, lomos de burro y cartelería- donde la velocidad máxima es de 40 km/h. También es de 40 km/h todo el acceso a Cataratas”, precisó Gil.

Eco ducto en rutas que atraviesa la Selva Misionera

Se debe tomar conciencia también que, respetando esas velocidades, además de ganar en seguridad y evitar la muerte de los animales y para quienes circulan, no se tarda más que 5 minutos en diferencia que si uno aumentara a una velocidad mayor.

 

Por ejemplo, si uno va de la ciudad a Cataratas o al aeropuerto, no cambia en nada ir a 100 o 60, ya que es tan corta la distancia que no se gana más que 5 minutos en reducción de tiempo. Pero el daño ambiental de no respetar esa velocidad y mantener distancia de un animal que cruza las rutas es irreversible.

Pasafaunas aéreos dentro del PN Iguazú

Todas las especies que andan por las copas de los árboles pueden utilizar pasafaunas aéreos que son mucho más simples en construcción. Los animales son hábiles y están acostumbrados a circular por las lianas y enredaderas, entonces una soga o unos cables son suficientes.

 

La gran variedad de especies animales que habitan el PN Iguazú  son monitoreadas por investigadores para determinar sus hábitos y movimientos.

 

El biólogo Guillermo Gil explicó que los últimos pasafaunas aéreos instalados en el PN Iguazú se construyeron junto a voluntarios con materiales reciclados. “Reutilizando cuerdas de escalada (que soportan la intemperie) y tramos de caño de agua de descarte. Elementos muy simples que los monos adoptaron rápidamente para cruzar el camino”, agregó.

 

 

Además del atractivo turístico que constituyen las Cataratas del Iguazú, el parque nacional esconde en la selva (y en la zona de rutas que lo atraviesan) una variedad enorme de vida silvestre.

 

“Para que estos animales puedan moverse libremente por el parque y disminuir el riesgo de ser atropellados, los pasafaunas cumplen un rol esencial. Sin embargo, no son los únicos, la vida silvestre depende del respeto de los conductores a las velocidades máximas en áreas protegidas, la señalética y otras herramientas viales, que nos advierten que ingresamos en una zona “especial”.

 

El primer “pasamonos” dentro del parque nacional

En el Parque Nacional Iguazú existe un grupo de investigación (desde hace varios años) que estudia en particular el comportamiento de los monos caí.

 

“Ese grupo fue el primero en señalarnos un lugar frecuente por donde los monos cruzaban la ruta. Ahí, nace la primera iniciativa de pasafauna. Como aún no había ninguna experiencia de pasafaunas aéreos en Argentina, se construyó un pasafauna sobredimensionado, se instalaron dos postes muy gruesos y se hizo una especie de pasarela con cables de acero y tablas de madera. Ese “pasamonos” lo fabricó el Departamento de Movilidad del PN Iguazú, y fue aprovechado inmediatamente porque los monos ya usaban ese lugar para cruzar”, relató Gil respecto a la experiencia.

 

También el equipo de investigadores observó con cámaras trampa que el “pasamonos” era usado por otros animales arborícolas como comadrejas.

 

De aquella iniciativa, surgida de la investigación y el manejo, en la actualidad el PN Iguazú posee siete pasafaunas aéreos en sus caminos internos y esa primera propuesta sobredimensionada hoy fue reemplazada por una simple soga gruesa reciclada, que es utilizada diariamente por monos caí y sus crías.

 

 

 

Reducir los riesgos entre todos, con pasafauna y prevención

Las rutas y caminos dentro de las áreas protegidas tienen un lado positivo que es la comunicación, nos permiten recorrer el área, ver distintos ambientes, llegar a lugares atractivos…

 

A su vez tienen su lado negativo, que se transforman en barreras para muchos animales o son atropellados. Dentro de las áreas protegidas procuramos disminuir ese “efecto barrera” ¿Y cómo se disminuye? Haciendo pasos seguros para la fauna.

 

 

Fuente: con información del PN Iguazú

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