Con el objetivo de acabar de una vez por todas con la retención de los delfines que se encuentran en cautiverio, cada 4 de julio se celebra el Día Mundial de los Delfines en Cautiverio.
Cada 4 de julio se celebra el Día Mundial de los Delfines en Cautiverio. Su objetivo primordial es acabar de una vez por todas con la retención de los delfines que se encuentran en cautiverio.
Según los expertos, en libertad de mar los delfines viven de 25 a 50 años. Al ser capturados, muchos de ellos mueren en los primeros dos años. La vida en el delfinario para ellos no supera los 6 años. Inclusive, estos seres vivos pueden sufrir de altos niveles de estrés, además de afectar sus funciones fisiológicas como el apareamiento e inclusive puede ser una de las causas para que esta especie termine desapareciendo.
El sólo hecho de permanecer gran parte de su vida habitando dentro de los tanques con espacios sumamente reducidos comparados con su hábitat natural, puede causarles daños irreversibles. Los delfines son animales con unas características físicas muy particulares y especiales, que no se adaptan al cautiverio, sino que, por el contrario, son especies marinas que necesitan del vasto universo marino para reproducirse y vivir de forma natural.
Un hombre pescó un delfín en peligro de extinción: “No me lo llevé como trofeo ni me lo comí, ya estaba muerto y lo enterré”https://t.co/YFyD9aJ779
— misionesonline.net (@misionesonline) May 13, 2022
En el Día Mundial de los Delfines en Cautiverio, debemos recordar que, cuando los delfines están en su propio hábitat, son capaces de realizar verdaderas proezas marinas. Son criaturas que presentan un comportamiento casi humano, mostrando sentimientos y actitudes que todavía el hombre no ha podido descifrar. Son animales súper veloces que pueden recorrer grandes distancias. Se calcula que en un día pueden nadar hasta 100 kilómetros, por lo cual se caracterizan por ser una especie que disfruta de la libertad que le proporciona la vida acuática.
Sin embargo, esto no es posible cuando son sacados del mar y depositados en piscinas de espacios realmente reducidos, que no le permiten orientarse de forma correcta, tampoco nadar como es su verdadera naturaleza.
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