Un día como hoy nacía Juan Manuel Fangio: una de las leyendas más importantes del automovilismo argentino y mundial

Un día como hoy, recordamos la hazaña del quíntuple campeón mundial argentino, a los 46 años, en Nürburgring, el circuito más peligroso del mundo. Figura del automovilismo argentino y mundial.

Hace 111 años nació Juan Manuel Fangio, el quíntuple campeón mundial argentino de Fórmula 1. Para lograr su quinto título, a los 46 años, batió nueve veces el récord de vuelta en el peligroso circuito de Nürburgring. Ese día, el piloto más grande manejó mejor que nunca.

Después de una remontada épica, el Chueco batió nueve veces el récord de vuelta del circuito y superó a los dos jóvenes pilotos ingleses de Ferrari, Mike Hawthorn y Peter Collins. Una proeza que mantuvo al mundo del automovilismo en suspenso y le dio tanto la victoria en la última vuelta como el título mundial de Fórmula 1 a tres fechas del final.

 

Tal vez le interese leer Fórmula 1 | Se corrió el GP histórico de Mónaco: Leclerc chocó el auto de Nikki Lauda y Verstappen recibió un busto de Fangio

 

Juan Manuel Fangio nació en Balcarce, Provincia de Buenos Aires, el 24 de junio de 1911. Abandonó pronto la escuela para dedicarse a la mecánica de autos y empezar a correr en competencias automovilísticas. Debutó en Turismo Carretera en 1938 con un Ford V8, pero cuando pasó al Chevrolet salió campeón dos veces, en 1940 y 1941.

Un día como hoy nacía Juan Manuel Fangio
Pentacampeón. Juan Manuel Fangio cruza la meta en Nürburgring 1957. La mejor carrera de su vida.

En 1947 empezó a participar en los Grandes Premios europeos con las escuderías más importantes. Fue campeón mundial de Fórmula 1 en 1951 con Alfa Romeo; en 1954 y 1955 con Mercedes; en 1956 con Ferrari y en 1957, con Maserati. También fue subcampeón mundial en 1950 y 1953.

Su récord de cinco campeonatos fue superado por Michael Schumacher recién casi medio siglo después, en 2003, y por Lewis Hamilton en 2019. El piloto alemán y el inglés lograron siete campeonatos cada uno. Sin embargo, El Chueco sigue siendo el único campeón en cuatro escuderías distintas y el más longevo, ya que obtuvo su quinto título con 46 años y 41 días.

Un día como hoy nacía Juan Manuel Fangio
Fangio, tercero. El Gran Premio de Alemania de 1957 para muchos fue la mejor carrera de la historia.

Juan Manuel Fangio: la hazaña en Nürburgring

El Chueco ya sumaba cuatro campeonatos mundiales, pero quería uno más. A su regreso a la escudería Maserati, con su monoposto con un motor V12 de 270 caballos de fuerza, ganó tres de las primeras cinco carreras de la temporada, en Argentina, Mónaco y Francia. Su velocidad máxima alcanzó los 300 kilómetros por hora.

Ganar también en el difícil circuito de Nürburgring equivalía a coronarse campeón otra vez. El circuito, inaugurado en 1927, atraviesa las ciudades de Nurburg y Adenau. Y era considerado uno de los más peligrosos porque en ese momento tenía 182 curvas, subidas y bajadas, más curvas ciegas y una recta de tres kilómetros. Por el entorno boscoso que lo acompañaba, se lo llamaba “El infierno verde”.

Sus rivales eran los ingleses Mike Hawthorn y Peter Collins, que corrían con Ferrari, pero también sus compañeros del equipo Maserati, el francés Jean Behra y el estadounidense Harry Schell. Además, enfrentaba a los ingleses Stirling Moss, Tony Brooks y Stuart Lewis-Evans, del equipo Vanwall.

 

Juan Manuel Fangio: Nürburgring en sus palabras

La carrera era a 22 vueltas y Juan Manuel Fangio había logrado la pole position, con un tiempo de 9m25s6/10. Con sus propias palabras pronunciadas después de la hazaña, se recuerda la victoria en la última vuelta del quíntuple campeón.

“Nosotros teníamos un problema con las gomas. Las Pirelli se nos gastaban más rápido que las Englebert de Ferrari, que no necesitaban parar a cambiar neumáticos en toda la carrera. Decidimos entonces salir con medio tanque de nafta para estar más livianos. Mi mecánico-jefe, Güerino Bertocchi, me pidió que sacara por lo menos treinta segundos y que con esa ventaja ellos se comprometían a cambiarme las dos gomas traseras y recargar nafta”, explicó Fangio.

El balcarceño dijo también haberse sorprendido porque “Hawthorn y Collins se pasaban, como si en lugar de moverse en equipo, estuvieran discutiendo las posiciones”. Y amplió: “Por eso no se me escapaban. Yo me mantuve dos vueltas atrás y esto me permitió estudiarlos de forma cuidadosa. En la tercera vuelta aproveché que un momento dejaron de pelearse, los ataqué de a uno y los dejé atrás”.

Después del cambio de gomas que lo hizo perder varios lugares, agregó: “Empecé a sentir el coche a gusto. Yo conocía muy bien aquel circuito. Nürburgring tenía sus secretos. Uno de ellos es el de hacer perder contacto al piloto con la realidad; en una de esas el piloto cree que está viajando fuerte y era todo lo contrario. Comprobé que arriesgando un poco más, si podía mantener la trayectoria correcta, salía con más velocidad al tramo recto siguiente”.

El Chueco, ya reflexivo con el paso de los años, sostuvo que “no fue muy tranquilizador sentir que la máquina se desplazaba en las curvas sin adherirse”, y dio detalles de la estrategia que usó para neutralizar el problema: “Tuve que tratar de ganar y comencé a poner marchas más altas: donde siempre ponía la segunda marcha, puse tercera; donde ponía tercera, puse cuarta y donde ponía la cuarta, puse la quinta”.

Un día como hoy nacía Juan Manuel Fangio
El público, de pie y enardecido ante los récords de Fangio. Una remontada épica.

La hazaña de Fangio en Nürburgring: el final de la faena

Aun con la dificultad de conducir con las marchas altas, Fangio concretó una faena notable. “De pronto vi a los dos autos rojos, uno detrás del otro. Y tuve la sensación de que los podía agarrar. Entonces frente a los boxes me fui al humo. Tomamos la recta de atrás de los boxes y al encarar la curva norte, a la izquierda, me adelanté a Collins por adentro. Pero luego él me pasó. Llegamos a una corta recta donde fuimos a la par a una velocidad que no parecía que hubiera lugar para dos autos. Como ya lo había pasado antes, él cedió paso”, recordó.

“Después me le pegué a Hawthorn -aportó- y en la mitad del circuito se dio la oportunidad de pasarlo. En una recta él se recostó sobre la derecha para hacer bien su trayectoria. Vi la chance y me le tiré por adentro. Hawthorn debe haber visto pronto una mancha roja a su izquierda porque su auto se desacomodó bastante ¿Sorprendido? ¡Con seguridad! Lo pasé. Él se recuperó, pero no lo suficiente como para seguirme el tranco”.

Juan Manuel Fangio no dudó en calificar aquella proeza como “una extraordinaria carrera”. Que le demandó un esfuerzo notable: “Cuando terminé, estaba totalmente convencido de que nunca iba a volver a correr de esa manera. Tanto me exigí que las dos primeras noches después de la carrera, no pude dormir”.

 


Fuente: TN

LA REGION

NACIONALES

INTERNACIONALES

ULTIMAS NOTICIAS

Newsletter

Columnas