Capacidad de gestión de algunos, capacidad solo de palabra de otros

Hace varios años Yacyretá fue sinónimo de progreso y de obras para Misiones. La Entidad supo ser manejada por dirigentes que la utilizaron como una verdadera herramienta de transformación dejando hechos concretos en la memoria y en la realidad de los misioneros.

La última gestión que dejó beneficios muy palpables fue la encabezada por Martín Goerling, entre 2017 y 2019. De hecho, como reconocimiento a ese trabajo, Alberto Fernández se tomó 10 meses pensando antes de reemplazarlo.

Antes de eso, Humberto Schiavoni, y después, Nacho Barrios Arrechea, no han querido o no han sabido interpretar las necesidades de la provincia y los derechos adquiridos que se deben cumplir.

Hay miles de millones de pesos en obras pendientes que la Entidad debe cumplir y concretar para Misiones, principalmente tendidos eléctricos y estaciones transformadoras.

Pero el problema se genera cuando se usa a la Entidad solamente como una herramienta para hacer o financiar la política partidaria, cometiendo un grave error. Cuando en realidad debería ser una herramienta para llevar progreso a los pueblos y hacer política generando beneficios en la gente.

Schiavoni para Macri y Barrios Arrechea respondiendo a Martín Arjol se equivocan al pensar que la Entidad es una caja política que los misioneros no consideran como un elemento de transformación.

Es que la provincia, y principalmente la Capital, se acostumbró a tener resultados de quien esté al frente de la Entidad. En este sentido, la última gestión que tuvo valor en ese sentido, fue la que encabezó Martín Goerling, que pese a tener un color político diferente, entendió que trabajando en conjunto con la Provincia ganaría el reconocimiento de la gente.

Y gracias a esa comprensión pudo estar muy cerca del triunfo en las internas del año pasado dentro de Juntos por el Cambio y ahora se encuentra bien posicionado, de cara a 2023, en un armado que crece solo y reconoce la diferencia entre alguien que gestiona para crecer políticamente y otros que hacen política en los puestos de gestión.

Hoy, luego de otras conducciones, queda claro que la capacidad de gestión es lo que posiciona a un dirigente en la consideración de la gente, capacidad que muchos otros dirigentes de Juntos por el Cambio no han demostrado.

 

 

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