(Reuters)- Esta particular celebración del Corpus Christi en Venezuela lleva más de 3oo años y la UNESCO lo ha incluido en su lista de Patrimonio Cultural Inmaterial en 2012. La conferencia episcopal de Venezuela celebró así está gran fiesta católica.
Cientos de promeseros, y ciudadanos venezolanos participan de la fiesta de Corpus Christi en Venezuela, que reúne a familias enteras vestidos de rojo, con tambores y con canciones para alabar a Jesús Sacramentado.
Al son de los tambores, estos diablos vestidos de rojo bailan por las calles de San Francisco de Yare en Venezuela como parte de un antiguo rito que celebra el Corpus Christi, para hacer los votos al Santísimo Sacramento a cambio de bendiciones.
Los Diablos de Yare son los más antiguos de su tipo en el continente americano, y solo los hombres pueden bailar por las calles con las máscaras tradicionales, vestidos de rojo. Las mujeres solo pueden bailar dentro de una casa ante un altar con una máscara prestada, pero también pueden hacer promesas.
Después de bailar alrededor de la plaza del pueblo y escuchar la misa, los demonios se inclinan ante el Santísimo Sacramento para simbolizar su sumisión y la victoria del bien sobre el mal.
¿En qué consiste esta particular celebración del Corpus Christi en Venezuela?
El origen de esta tradición, reconocida como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad en 2012, se remontaría a 1749, cuando hubo una gran sequía en la zona.
Los amos ofrecieron a los esclavos que tendrían libre el día de Corpus Christi en Venezuela si había lluvia, para lo cual estos últimos celebraron una Misa y realizaron una procesión pidiendo ese don.
Si llovía, se vestirían de diablos para humillarse ante el Santísimo. La lluvia fue abundante y las cosechas se salvaron.
Otra versión del origen señala que hace unos 400 años un sacerdote que no tenía dinero y tampoco muchos fieles para la procesión del Corpus Christi dijo: “Si no hay creyentes para sacar al Santísimo, que vengan los diablos entonces”.
De acuerdo a este relato habrían aparecido “diablos” que entraron a la iglesia del sacerdote para la Misa, lo que habría originado la tradición.
Los miembros de los Diablos Danzantes se llaman a sí mismos “promeseros”. Este nombre se debe a que deben haber pedido alguna gracia al Santísimo Sacramento y luego, como pago de la promesa, pasan a ser parte de la cofradía.
Además de danzar, los Diablos Danzantes también rezan el Rosario y van por las calles en una alegre comparsa.
“Todo como parte de un ritual muy natural pero significativo que como ellos aclaran muy bien, no es un espectáculo, sino que es expresar que en Corpus Christi en Venezuela, Dios vence a los diablos y está por encima de él”.
Con información de Reuters y Aciprensa
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