Opinión: Día Internacional del Medio Ambiente a 50 años de Estocolmo 1972

El 5 de junio se instituyó con el objetivo de contribuir a crear conciencia acerca de la necesidad de proteger y mejorar el medio ambiente, rememorando la apertura de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Humano en Estocolmo, Suecia, en el año 1972.

Esta fecha se conmemora desde 1974, siendo el mayor evento anual de las Naciones Unidas para abogar por la acción ambiental y la necesidad de proteger nuestro planeta, la que se ha convertido en una plataforma mundial para la divulgación pública sobre el medio ambiente en más de 100 países. 

Este año se cumplen 50 años de la primer Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Humano, que contó con la asistencia de 120 países, la cual convirtió a la acción ambiental en un asunto mundial urgente, en donde se adoptaron una serie de principios sobre el medio ambiente, a raíz de la Declaración de Estocolmo y el Plan de Acción para el Medio Humano, que como resultante creó el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).

La Declaración de Estocolmo contenía 26 principios con la que se marcó el inicio de un diálogo entre los países industrializados y en desarrollo sobre el vínculo entre el crecimiento económico, la contaminación del aire, el agua y los océanos y el bienestar de las personas de todo el mundo.

El lema adoptado era “Una Única Tierra”, un hecho que, sin dudas, marcó un punto de inflexión sobre las cuestiones ambientales globales, donde empieza a tomar fuerza el concepto de sustentabilidad, un concepto que la para las ciencias forestales no es nuevo, pues nace con la ciencias forestales hace unos 300 años, pero donde seguimos teniendo un pasivo ambiental global importante que requiere de compromisos globales urgentes y este decenio es clave.

Hoy el mundo se enfrenta  tres crisis planetarias que amenazan la sustentabilidad de su futuro, como bien lo define Antonio Guterrez Secretario General de Naciones Unidas: el cambio climático, la pérdida de biodiversidad, y la contaminación (incluidos los residuos), las están afectando la prosperidad y el bienestar de las generaciones presentes y futuras, lo que amerita «un esfuerzo urgente y total para cambiar el curso de las cosas»

Este 5 de junio se conmemorará, en el contexto muy particular, de un «Estocolmo+50: un planeta sano para la prosperidad de todos —nuestra responsabilidad, nuestra oportunidad», que recientemente  (2 y 3 de junio) se reunió en Estocolmo, la que produjo una declaración que contiene varias recomendaciones para la implementación de un agenda, que entre otros aspectos, ponga en el centro de las preocupaciones el bienestar humano en un planeta saludable y con prosperidad para todos, reconociendo e implementando el derecho a un medio ambiente limpio, saludable y sostenible, en donde se adopten cambios en todo el sistema en la forma en que funciona nuestro sistema económico actual y que se aceleren las transformaciones en los sectores de alto impacto. A su vez se hace un llamado a una acción ambiental audaz para acelerar la implementación de la AGENDA 2030 y los ODS.

Declaración Estocolmo +50

La reunión inter concluyo con una declaración de los Coanfitriones Suecia y Kenia, extraída de los Estados miembros y las partes interesadas a través de los plenarios de la reunión y diálogos de liderazgos: 

“En nuestra calidad de Presidentes, surgieron las siguientes recomendaciones clave de los Estados Miembros y Las partes interesadas, a través de los Diálogos Plenarios y de Liderazgo en el Stockholm+50 International Reunión.

Las recomendaciones reflejan la determinación de los participantes de acelerar urgentemente la implementación de compromisos por un planeta sano para la prosperidad de todos, en el contexto de la década de acción y entrega para el desarrollo sostenible, incluida una recuperación sostenible de la pandemia del coronavirus (COVID19), y teniendo en cuenta los resultados del quinto período de sesiones de las Naciones Unidas Asamblea de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente y del período extraordinario de sesiones de la Asamblea de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente conmemorar el 50 aniversario del establecimiento de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), celebrada del 3 al 4 de marzo de 2022 en Nairobi, Kenia.

Desde la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Humano en 1972, la comunidad mundial ha adoptado una gran cantidad de Acuerdos Ambientales Multilaterales, así como otros compromisos relevantes, incluidos los ODS y la Agenda 2030. Cumplimiento de los objetivos y compromisos de todos estos acuerdos nos llevarían muy lejos para asegurar un planeta saludable para todos.

Estocolmo+50 ha enfatizado la interconexión global del medio ambiente y la necesidad de abordar colectivamente la triple crisis de nuestro entorno común: cambio climático, pérdida de biodiversidad y contaminación, para las generaciones presentes y futuras. Estocolmo+50 también ha subrayado la urgente necesidad de acciones audaces y deliberadas, así como una clara voluntad política para acelerar la acción sobre estos compromisos, fortalecer el sistema multilateral, aumentar la ambición y la solidaridad, y ponernos en un camino creíble hacia un planeta saludable para todos, sin dejar a nadie atrás.

Las discusiones durante Estocolmo+50 reafirmaron la importancia de las realidades locales y nacionales implementación, y la necesidad de una combinación de incentivos y políticas, financiamiento y capacidad apoyo para lograr un desarrollo sostenible. Hemos escuchado las siguientes recomendaciones para acciones para acelerar la implementación.

 

  1. Situar el bienestar humano en el centro de un planeta saludable y la prosperidad para todos, a través de reconociendo que un planeta sano es un requisito previo para la paz, la cohesión y la prosperidad sociedades; restaurar nuestra relación con la naturaleza integrando valores éticos; y adoptando un cambio fundamental en actitudes, hábitos y comportamientos, para apoyar nuestra prosperidad común.
  2. Reconocer y hacer efectivo el derecho a un medio ambiente limpio, sano y sostenible, mediante el cumplimiento de la visión articulada en el principio 1 de la Declaración de Estocolmo de 1972.
  3. Adoptar cambios en todo el sistema en la forma en que funciona nuestro sistema económico actual para contribuir a un planeta sano, a través de la definición y adopción de nuevas medidas de progreso y bienestar humano, apoyadas en políticas económicas y fiscales que den cuenta del valor de la ambiente; invertir en infraestructura, desarrollar políticas efectivas y alentar una diálogo para promover el consumo y la producción sostenibles; y promover la eliminación gradual de combustibles fósiles al mismo tiempo que proporciona apoyo específico a los más pobres y vulnerables de acuerdo con circunstancias nacionales y reconociendo la necesidad de apoyo financiero y técnico hacia un sola transición.
  4. Fortalecer la implementación nacional de los compromisos existentes por un planeta saludable, a través de mejorar la legislación ambiental nacional, el presupuesto, los procesos de planificación y las instituciones marcos; promover la formulación de políticas basadas en evidencia, incluso mediante una mayor colaboración entre disciplinas académicas y paneles científicos temáticos, a partir de ideas y pericia del conocimiento indígena y tradicional; y ampliación de la capacidad de apoyo y desarrollo, acceso y financiación de tecnologías ambientalmente racionales.
  5. Alinear los flujos financieros públicos y privados con los ambientales, climáticos y sostenibles. Compromisos de desarrollo, a través del desarrollo e implementación de políticas bien diseñadas para reutilizar los subsidios perjudiciales para el medio ambiente; redirigir, movilizar y ampliar el disponibilidad de flujos financieros públicos y privados para apoyar la diversificación económica; y adopción de medidas de recuperación y estímulo, fuentes combinadas de capital y eliminación de riesgos instrumentos que aumentan los flujos financieros.
  6. Acelerar las transformaciones en todo el sistema de sectores de alto impacto, como alimentos, energía, agua, edificios y la construcción, la fabricación y la movilidad, mediante la adopción e implementar políticas para promover la circularidad, la eficiencia de los recursos, la producción regenerativa enfoques y soluciones basadas en la naturaleza en las cadenas de valor, y la adopción de marcos que mejorar y reforzar la transparencia y la rendición de cuentas por parte de las empresas; promover transiciones justas mediante el apoyo a los jóvenes, los trabajadores y las comunidades locales afectados mediante el fortalecimiento capacidades y habilidades para la creación de empleos verdes y para la micro, pequeña y mediana empresas; y transformar los sistemas alimentarios mediante la promoción de la agricultura y la pesca regenerativas enfoques que proporcionen dietas saludables y minimicen el desperdicio de alimentos, incluidas las inversiones en la economía oceánica.
  7. Reconstruir relaciones de confianza para fortalecer la cooperación y la solidaridad, a través de reconocer la importancia del liderazgo de los países desarrollados en la promoción de la sostenibilidad transiciones; apoyando el desarrollo de capacidades y la transferencia de tecnología para los esfuerzos nacionales por países en desarrollo para implementar los acuerdos ambientales acordados internacionalmente, tomando en cuenta las circunstancias nacionales, incluido el cumplimiento del compromiso de movilizar $100 mil millones cada año para el financiamiento climático para los países en desarrollo; y habilitando todos los partes interesadas, incluidos jóvenes, mujeres, comunidades rurales, pueblos indígenas, organizaciones interreligiosas grupos y comunidades locales a participar de manera significativa en la formulación de políticas e implementación tanto a nivel nacional como internacional.
  8. Reforzar y revitalizar el sistema multilateral, garantizando un régimen eficaz basado en normas. Sistema multilateral que apoya a los países en el cumplimiento de sus objetivos nacionales y mundiales compromisos, para asegurar un multilateralismo justo y efectivo; fortalecimiento de la regla ambiental de la ley, incluso mediante la promoción de la convergencia y las sinergias dentro del sistema de la ONU y entre Acuerdos Ambientales Multilaterales; fortalecimiento de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente Programa, en línea con la Declaración Política UNEP@50.
  9. Reconocer la responsabilidad intergeneracional como piedra angular de la formulación de políticas sólidas, a través de comprometerse con el Documento de Política del Grupo de Trabajo Mundial sobre la Juventud de Estocolmo+50; destacando el importante necesidad de desarrollar la capacidad de los jóvenes para comprometerse con las instituciones financieras; reconocer el papel crítico de los jóvenes en la acción ambiental, y resaltar que se ha avanzado en el fomento de la participación significativa de los jóvenes y en el llamado a la fondos ambientales multilaterales para incluir parámetros que incluyan a los jóvenes en los esquemas de financiamiento, y tomar más medidas para garantizar la facilidad de acceso a los fondos para la acción ambiental para las organizaciones de jóvenes.
  10. Hacer avanzar los resultados de Estocolmo+50, reforzando y revitalizando el proceso en curso procesos internacionales, incluyendo un marco global para la biodiversidad, un acuerdo para la protección de la biodiversidad marina fuera de la jurisdicción nacional, y el desarrollo de una nueva convención sobre plásticos; y participar en las conferencias pertinentes, como como la Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Océanos de 2022, el Foro Político de Alto Nivel, la 27.ª Conferencia de los Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático y la Cumbre del Futuro””.

 

Webinar-conversatorio sobre: “Bioeconomía forestal y los desafíos para el decenio. Retos y oportunidades para el desarrollo forestal sostenible”

En el marco de la conmemoración del día mundial del Medio Ambiente, a 50 años de la Primera Cumbre de la Tierra, bajo el lema «UNA SOLA TIERRA» entre el Instituto Forestal Provincial y Colegio de Ingenieros Forestales de Misiones se organiza el  Webinar-conversatorio sobre: «Bioeconomía Forestal y los desafíos para el decenio. Retos y oportunidades para el desarrollo forestal sostenible», con el auspicio de: FSC Argentina y el Instituto Forestal Europeo (EFI).

El uso de los recursos Forestales contribuye para mejorar los medios de vida, salud y bienestar de una región o país; sus productos y servicios contribuyen con nuestras economías regionales y nacional, y a su vez, la gestión forestal es garante del desarrollo territorial sostenible regional, en ese contexto la BIOECONOMÍA FORESTAL tiene una relevancia estratégica para el desarrollo sectorial, con grandes desafíos para este decenio.

Entendiendo a la bio-economía circular, con tal lo definido por el Dr. Marc Palahí del EFI, como «un nuevo paradigma para superar las dicotomía de la era Industrial entre ecología y economía; sociedad y naturaleza; mundo rural y urbano; con el objetivo de generar prosperidad y bienestar dentro de los limites renovables del plantea».

 

Los disertantes

Dr. Inazio Martínez de Arano, Responsable de la iniciativa Bioregiones del Instituto Forestal Europeo (EFI); Lic. Esteban Carabelli, Director del Consejo de Administración Forestal (FSC) en Argentina.

Fecha 8 de junio de 2022 – 17 hs (Argentina)

Link: Webex: https://t.co/AFsoHDDnvf /YoutubeLive: https://t.co/WIPtPMotYW

 

 

Por Ing. Ftal. Jaime G. Ledesma
Presidente Colegio de Ingenieros Forestales de Misiones
Mat. Prof. CoIForM Nº 082 

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