(Reuters)- Un hombre armado con una pistola y un rifle, fue el autor material de un tiroteo en un hospital de Estados Unidos. Según informaron fueron cinco las víctimas fatales, incluido el atacante.
El tiroteo en un hospital de la ciudad de Tulsa, ocurrió en la tarde el miércoles 1 de junio y es el ataque número 233 desde el inicio del año 2022 en Estados Unidos.
El tirador, armado con un rifle y una pistola, ingresó al hospital de Tulsa, y disparó de forma indiscriminada sembrando el pánico entre pacientes y personal médico presente en el lugar.
Según reportó la policía, se informaron al menos cinco fallecidos, entre ellos el autor de los disparos que, según las primeras informaciones, se habría quitado la vida. La policía registró de manera inmediata las instalaciones porque no se descartaba encontrar nuevas víctimas.
Los agentes llegaban solo 3 minutos después de la llamada a emergencias tras las críticas por la lenta actuación en el colegio de Uvalde donde fallecieron 19 niños y dónde la policía tardó más de una hora en actuar.
Desde la dramática masacre del pasado martes hasta hoy Estados Unidos, ha registrado otros 21 tiroteos masivos, y con el tiroteo en un hospital, suman 233 en lo que va de año. Unas cifras que alimentan el debate sobre las armas que reavivó hace unas semanas la matanza en un supermercado de Bufalo, donde perdían la vida 10 personas.
El presidente Joe Biden había dicho al visitar los funerales la semana pasada que es necesario volver a debatir la portación de armas en EEUU, sobre todo para evitar una mayor escala de violencia entre los ciudadanos.
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Más armas civiles que personas
Entre otros números alarmantes, la organización suiza ‘Small Arms Survey’ informa que hay 120 armas de fuego por cada 100 estadounidenses. Y si estas cifras son posibles, es gracias a la famosa Segunda Enmienda de la Constitución de Estados Unidos.
Con escasas 27 palabras, esta garantiza el derecho de todo ciudadano estadounidense a portar armas:
«Siendo una milicia bien regulada necesaria para la seguridad de un Estado libre, el derecho del Pueblo a tener y portar armas no debe ser infringido».
Es una de las enmiendas más antiguas de la Constitución, pues data de 1791. Y a lo largo de la historia, se ha elevado a la categoría de derecho individual inalienable, al mismo nivel que la libertad de expresión, de prensa, o de religión. Una visión que los redactores originales no tenían necesariamente; según lo publica en su sitio web el portal france24.
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