#HéroesMisionerosDeMalvinas | Conocé la historia del ex combatiente misionero Manuel Casais

Como parte del ciclo “Homenajes”, realizado por Misiones Online Tv, Manuel Casais accedió a realizar una entrevista y contar su historia en primera persona acerca de cómo fueron los días en las Islas Malvinas durante la guerra.

Manuel Casais fue parte del Teatro de Operaciones Navales durante la guerra de Malvinas en 1982. Como parte de éste, estuvo embarcado en dos buques diferentes: el ARA Santísima Trinidad y el ARA Hércules.

Casais cuenta que el día 28 de marzo de 1982 fue embarcado para un ejercicio de rutina, que se realizaba de manera mensual, pero que esta vez fue diferente.

Manuel Casais en Misiones Online.

“Partimos con rumbo desconocido como siempre, como en cada ejercicio. La madrugada del 2 de abril, nos comunican por el interno de los buques la historia de la ‘hermana perdida’ que eran las Islas Malvinas y que íbamos camino a recuperarlas.

“Yo no sabía que las Malvinas estaban gobernadas por los ingleses”, remarca. “Sabía que existían, en los colegios aprendíamos su historia pero no que fueran dominadas por ingleses o siquiera la existencia de los kelpers”.

Casais explica que luego de esa información, se dirigieron a cambiar los proyectiles de ejercicio por municiones de guerra y, con mucha euforia, cambiaron los ejercicios que tenían planificados.

La llegada a las islas

“Cuando desembarcamos, no sabíamos que íbamos a hacer. Sí teníamos un poco de información de la gente que estaba ahí, pero ya cambió todo cuando las balas venían hacia donde estábamos nosotros.

Nunca había participado de un ataque hacia otra persona más allá de un blanco de entrenamiento.

Casais cuenta que alrededor de 60 soldados ingleses se encontraban parapetados esperando el avance argentino y que luego serían tomados como prisioneros.

“Fue la primera vez en la historia que se les hizo levantar las manos a los ingleses”, comenta Casais.

“A las 8 de la mañana aterrizó un Hércules en la base y ahí termino nuestra participación en las islas, porque después de eso nos relocalizaron en puntos estratégicos o nos devolvieron a puerto”, explica.

El hundimiento del Belgrano

Este lunes se cumplieron 40 años del hundimiento del crucero ARA General Belgrano, un hecho que marcaría un antes y un después en el transcurso de la guerra. Con casi 650 muertos, Casais explica que este suceso les hizo tomar dimensión de donde se encontraban realmente.

El hundimiento del ARA Belgrano.

“Ahí tomamos verdadera conciencia de que no era joda, de que los ingleses no jodían. Ellos no respetaron nada y pensaron que en la guerra todo es válido”, manifiesta.

“A nosotros nos vivían diciendo que respetemos esto, que respetemos aquello y ellos no. Incluso cuando hundieron el Belgrano, que estaba fuera de la zona de exclusión, después entraron en el estrecho de San Carlos con buques camuflados como si fueran de la Cruz Roja”, cuenta.

“Esas cosas son las que estoy constantemente intentando superar”, expresa Casais.

Una lucha desleal

Casais destaca que en muchos aspectos, la diferencia entre un bando y otro era bastante notoria.

“En la parte de armamento principalmente se veía. Ellos tiraban bombas ‘Beluga’, que están prohibidas. Es tremenda la destrucción que generan, pero venían decididos a recuperar las islas”.

“Incluso hoy, después de tanto tiempo, se sabe que sus barcos estaban cargados con misiles nucleares. Esta gente era impredecible y no le importaba nada. No tenían respeto por el ser humano”, comenta.

“No sabes si de un día para otro amanece para vos también. Lo peor que le puede pasar a una persona durante su vida es ser parte de una guerra. Te destruye la mente y no hay psicólogo preparado para la postguerra”, expresa.

Los chicos de la guerra

Casais sostiene que, en su opinión, nunca hubo “chicos de la guerra”, sino que hubo “hombres que dejaron todo, teniendo la edad que tenían”

“Yo tenía 21 años en aquel momento pero había chicos de 16 años que se bancaron mucho. Tenían las cosas bien puestas y pusieron lo que había que poner en su lugar”, cuenta.

“Después, la desmalvinización viene hasta ahora. En el momento en el que volvimos de las islas, se nos dijo que de esto no se hablaba y costó mucho poder sacar de adentro todo lo que nos habíamos callado. Fueron muchos años”.

Además, agregó que para los máximos dirigentes del país, “el veterano de guerra es una ampolla en el zapato”.

“Cada gobierno que viene, trata siempre de que seamos los héroes el 2 de abril. Después, no importa lo que nos pase.

Volver a Malvinas, 40 años después

Por último, Casais comenta que sí le gustaría volver a las islas, pero por cuestiones de edad, el traslado se le complica.

“Ya estoy grande. Tendría ganas de volver y me anotaría, pero creo que pasaron muchos años y volver a revivir algo que fue especial para nosotros…”.

Creo que sí, volvería, pero ya estoy grande. Me cuesta cambiarme de ropa, imagínate. Antes me cambiaba en dos minutos y ahora mirá, llegué tarde”, expresa entre risas.

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