Granja educativa “El Potrero” de Los Helechos: un lugar para disfrutar y aprender

Cristian Jakinchuk junto a su esposa Patricia O’ Higgins y sus hijas Delfina y Milena viven en Oberá.  Sin embargo, él viaja todos los días a la chacra familiar que poseen en Los Helechos. Ellos disfrutan de la naturaleza y de los animales, por eso pensaron  que podían compartir sus conocimientos abriendo una granja educativa, y así nació “El Potrero”.

Cristian relata: “Nosotros arrancamos en el 2019 con la construcción. Era un potrero y por ende, así se llama y cuenta con siete hectáreas. Anteriormente, mis bisabuelos criaban animales ahí. Después eso fue abandonado y tenía malezas altas y monte”. La idea era abrir las puertas al público en el 2020, pero la pandemia complejizo el inicio. Sin embargo, ellos siguieron preparando esta granja educativa para recibir a los visitantes.

Ese año se nos complicó un poco, así que continuamos trabajando, incorporando cosas  y una vez que se fue tranquilizando un poco el tema de la pandemia, a fines del 2020, lo que hicimos fue abrir al público”, comentó.

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Convertir el sueño en realidad significó mucho trabajo e inversión. “El emprendimiento es un emprendimiento familiar. Surgió la idea nuestra, con mi señora, de armar algo. Teníamos ese predio abandonado y estuvimos pensando qué podíamos hacer para explotarlo y justamente como en la zona no contamos con una granja y la mayoría de las escuelas hace el viaje a granjas, entonces decidimos armar el emprendimiento”.

El carácter emprendedor de Cristian y su esposa les permitió soñar y concretar su propuesta. El motor que los movilizó, ante tal desafío, fue la posibilidad de realizar actividades que disfrutan  y consideran que forman parte de las demandas de los padres y de sus hijos. “Es algo que nos gusta mucho, trabajar con la tierra y los más chiquitos”. Luego de pensar y analizar cómo llevar adelante el proyecto,  se destinó parte del predio para la producción y parte para el emprendimiento.

Cuento con una chacra de 25 hectáreas y gran parte consta de productos de Misiones, yerba, té y pino. Dentro de esa chacra se encuentra “El Potrero” que son 7 hectáreas que fueron destinadas para la granja educativa”.

Cristian puntualiza las actividades que se pueden realizar: “Nosotros abrimos los domingos por la tarde al público el predio para que las familias vayan con sus chicos a pasar una tarde de campo, de granja. Pueden llevar sus mates, sus sillones, recorrer el predio, mirar los animales. Tenemos un mini kiosco y hacemos torta frita. El predio está equipado con baños. También tenemos un sector con placita para juegos, arenero y todo el predio que lo usan para caminar, recorrer y el arroyito para mojarse los pies”.

 

Instalaciones para todos los gustos

Tenemos dos quinchos. Un quincho grande y un quincho chico que también lo solemos alquilar para eventos. Para lo que más nos alquilan es paracumpleaños infantiles, retiros espirituales porque como es un lugar tranquilo es adecuado para esas actividades”. Si algunos desean quedarse a dormir, pueden hacerlo.

También contamos con una cabaña, que la habilitamos hace unos ocho meses, totalmente equipada para cuatro personas que se encuentra dentro del predio”. Con respecto a la cantidad de personas que trabajan en la granja, Cristian respondió que “mayormente trabajamos mi señora y yo siempre y después el personal acorde al grupo que nos visita. Casi siempre contratamos a cinco o seis personas si son grupos numerosos de chicos y los tenemos que repartir en dos grupos, es más personal”.

 

Aprender jugando y disfrutando de los animales

Dentro de ese potrero cuento con un arroyito chiquito y varias vertientes que alimentan las lagunas que fuimos armando para varias actividades. Que son paseos en botes y kayaks. Después se construyó el quincho grande con una cocina equipada con todos los utensilios para atender  a los chicos que nos visitan”, describió Jakinchuk.

Los niños pueden visitar la granja con sus docentes e interactuar con los animales. “En lo que resta del predio se encuentran los diversos corrales de los animales con los que contamos. Vacas, caballos, ovejas y chivitos. En el sector jaulas, tenemos cobayos, codornices, conejos, gallinas, gallos, etc.”.

También tenemos una laguna pequeña cercana donde están los gansos y los patos y un corral con los pavos”, agregó Cristian. Las instituciones que opten por visitar la granja  pueden acceder, durante un día,  a distintas actividades.

El proyecto cuenta con circuito bastante completo, para el día completo. Consta de alimentar a todos los animales que posee la granja educativa; los chicos interactúan con la mayoría de ellos. Se dan charlas con respecto a cada animal, como vive cada animal, como se reproducen y demás. También tienen un taller de pintura, el taller de cocina y el taller de huerta. Hacemos paseos en tractor con un acoplado grande, paseos en bote o en kayak con los chicos y si se puede y están disponibles algún paseo en caballo u hacer un recorrido por algún sendero.

Sobre las fechas disponibles y la forma de difusión de la granja manifestó “las escuelas acostumbran a viajar en la segunda parte del año. Septiembre, octubre, noviembre. Nosotros, el año pasado, arrancamos con los grupos de escuelas y la verdad es todo un éxito y un desafío porque somos nuevos, pero nos trasmitían los docentes que quedaron sorprendidos por los servicios que brindamos, por las actividades que hacemos y tratamos de estar en todos los detalles”.

En la separación del público se visualizan intereses y temporadas distintas. “Después, lo que es al público en general, en otoño invierno es cuando más concurren las personas porque en verano la gente busca el chapuzón, la pileta, el arroyo y nosotros eso no tenemos, pero en invierno sí. Agarran su mate, suben a sus gurises y así van a disfrutar una tarde en la granja”, comentó.

 

El público es el mejor difusor

Para aquellos que deseen visitar la granja educativa “El Potrero”, se encuentra partiendo desde Oberá a quince kilómetros por la Ruta N°5 yendo a Panambí. Luego son 500 metros de camino entoscado y de fácil acceso. La manera en que comenzaron a hacerse conocidos dependió, en gran parte, de los mismos visitantes. Para contactarlos disponen del correo electrónico [email protected].

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