(Reuters) El irlandés Barry Haughian y su esposa española Lola vieron las escenas de los ucranianos que huían de sus hogares, se conmovieron y quisieron ayudar. Como no tenían espacio en su casa de Madrid, decidieron llevárselos a su segunda casa, un castillo medieval en Irlanda.
ucranianos en castillo medieval
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“Estuvimos destrozados emocionalmente durante quizás más de una semana. No estábamos, incluso yo mismo, seguros de lo que estábamos haciendo, y solo intentábamos mejorar las cosas. Ahora, mejora cada semana. Los niños están bien integrados en la escuela”, dijo Barry.
Agregó “Algunos niños acaban de tener una fiesta de cumpleaños. Hay gente que viene todo el tiempo a ayudarlos. Ya conseguimos trabajo para cinco de ellos, así que están contribuyendo a la sociedad aquí. Es un verdadero ‘cien mil bienvenidas’ del pueblo de Irlanda.”
Las 11 personas procedían de Dnipro y Zaporiyia y están entre los 23.000 ucranianos que llegaron hasta ahora a Irlanda.
La estudiante Maria Nazarchuk escapó por Polonia con su madre. Dejó atrás a familiares, pero se adapta bien al nuevo hogar. “Los irlandeses son muy amigables, muy amables. Toda la gente quiere ayudarnos. Es muy bueno. Me gusta mucho y estoy muy feliz. Tengo un buen trabajo, un buen hogar donde vivir. Nunca pensé que algún día viviría en un castillo”.
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