Posadas | Un joven guardavidas diagnosticado con leucemia y la emotiva historia de amor y solidaridad que tuvo lugar en el Hospital Madariaga

Nicolás Morales tiene 23 años es guardavidas y oriundo de Posadas, Misiones. Un día, un diagnóstico medico le cambió la vida por completo y hoy con el amor y el acompañamiento de sus seres queridos, continúa luchando con muchas esperanzas contra esta enfermedad terminal. Además, en medio de toda esta adversidad recuerda la importamcia de donar sangre para “salvar vidas”.

Con apenas 23 años Nicolás Morales, un joven guardavidas amante de su profesión, recibió una noticia inesperada que sin dudas significó un gran cambio para él y para su entorno más íntimo.

Tras despertarse con hematomas en el cuerpo y sangrado bucal, decidió asistir al Hospital Madariaga de Posadas. Allí le hicieron de manera urgente una serie de estudios médicos que lo dejaron internado y con un diagnóstico asustadizo para el momento.

“Leucemia” fue el resultado de todos los exámenes médicos. Desde ahí comenzó su lucha, con mucho temor, pero con la suficiente esperanza y fuerza para hacerle frente a esta dura enfermedad.

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Rápidamente comenzó las sesiones de quimioterapia y el aislamiento hospitalario fue el escenario indeclinable para prevenir otros males mayores dada las bajas defensas de su organismo debido a la enfermedad.

Desde entonces, Nicolas o “Nico” para sus más cercanos, siempre estuvo acompañado por el amor y el apoyo de sus padres Estela y Oscar. Fueron ellos quienes idearon acercarse hasta el patio del hospital para que Nicolás los pudiera ver mediante una ventana del primer piso.

Iban todos los días y permanecían sentados tomando mates con el único fin de ser un apoyo para su hijo.

Se sumaron a las visitas otras personas, entre ellos sus hermanos, luego amigos, más tarde conocidos y hacia adelante vecinos conmovidos por la iniciativa, para provocar desde la fuerza de la presencia o del rezo íntimo esa sumatoria de voluntad junto a los buenos deseos.

Todo creció, y así se orquestó una convocatoria con vestimenta roja y blanca, pancartas caseras, cuatro corazones para formar el diminutivo ´Nico´, un flotador que reforzaba la importancia de donar sangre porque “salvavidas” (en línea al oficio laboral de él) y otra cartulina impresa con el “This is Sparta” en alusión a la actitud guerrera como bandera.

Un vidrio era el separador, de un lado Nicolás enfrentando al cáncer con toda la fuerza que sus seres queridos le brindaban.

“Sean los héroes de su propia historia” versó una pancarta ampliada para todos los internados, porque el incentivo fue masivo frente a las miradas cómplices de las enfermeras y la sorpresa de los médicos.

Semanas después, tuvo el alta hospitalaria transitoria y ahora se recupera con el cobijo de sus padres, hasta que en semanas retome nuevamente el tratamiento de quimio para seguir atacando la enfermedad y con la fuerte convicción de que en algún momento recibirá el alta por completo.

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joven guardavidas diagnosticado con leucemia

(Con información de Jorge Otaola de la agencia Reuters News)

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