"Las precipitaciones desaparecieron totalmente", anunciaron desde el Instituto de Meteorología Nacional, luego de que la tormenta dejará a varias familias evacuadas de sus ciudades. El gobierno destinó 63 millones de euros para paliar los gastos de la crisis.
La costa de Sudáfrica amaneció con un cielo sin lluvias tras una fuerte tormenta que azotó la región con fuertes tormentas e inundaciones, y que dejó al menos 443 muertos y decenas de miles de personas sin techo.
La región de Durban, una ciudad portuaria de 3,5 millones de habitantes en la costa este, fue la zona que concentró la mayor cantidad de víctimas luego de que las precipitaciones provocaran fuertes inundaciones y deslizamientos de tierra.
Durante la mañana del domingo se registraron algunas lluvias en algunas zonas, aunque con menor caudal en comparación con los últimos días, según informó, informó AFP.
«El riesgo de inundación es escaso en el KwaZulu-Natal -la provincia de Durban- hoy», aseguró Puseletso Mofokeng, del Instituto Nacional de Meteorología, en declaraciones a la agencia de noticias. «Las precipitaciones desaparecerán totalmente antes del miércoles y hasta el final de la próxima semana», agregó.
Estos últimos días, ministros, jefes tribales, el rey zulú Misuzulu Zulu y el presidente Cyril Ramaphosa acudieron a los lugares afectados para evaluar el alcance de los daños y apoyar a los familiares de las víctimas.
A causa del temporal, varias familias perdieron varios de sus miembros por las inundaciones, incluyendo niños y bebés que se ahogaron o quedaron sepultados por los desprendimientos de tierra. Además, continúa la búsqueda de personas que todavía siguen desaparecidas.
Operativo de rescate
Las brigadas de auxilio siguen en alerta, pero reciben menos llamados. «El número (de llamados) vinculado a las inundaciones ha disminuido», declaró a AFP Robert McKenzie, miembro de los equipos de rescate.
Cerca de 340 representantes de los servicios sociales fueron desplegados en las zonas afectadas para ofrecer una ayuda psicológica a las víctimas.
Las autoridades siguen distribuyendo alimentos, uniformes escolares y cobertores. Más de 250 escuelas fueron dañadas y más de 4.000 casas desaparecieron del paisaje. Además, 13.500 casas resultaron dañadas.
Las consecuencias del temporal
Los más afectados fueron los habitantes más pobres de los barrios marginales de la capital. Las casas hechas de lámina o de tablones de madera no aguantaron, además muchas estaban construidas en terrenos propensos a las inundaciones.
En algunas partes de la provincia, el agua y la electricidad están cortadas desde el lunes. Algunos habitantes cargaban baldes con agua sobre los autos que se encontraban sobre la ruta.
Respecto de la ayuda humanitaria, organizaciones reciben donaciones en todo el país con centros ubicados en los cuarteles de bomberos. Al mismo tiempo, el gobierno anunció una ayuda de emergencia de 63 millones de euros para paliar los gastos por la crisis.
Las rutas y los puentes que continúan colapsados ralentizan las tareas de rescate y -según informan los rescatistas- hay pocas esperanzas de encontrar a los supervivientes una semana después del inicio de la catástrofe.
Fuente: Télam
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