Gas para el invierno: aceleran negociaciones con Brasil y Bolivia para la provisión en los próximos meses

En el Gobierno ya reconocen que se va a sentir el impacto del faltante de gas durante el invierno, y es por ello que negocian con Brasil y Bolivia. El objetivo es que unos 2 millones de metros cúbicos diarios de gas que el Gobierno de Luis Arce envía al gigante sudamericano se redireccionen para la Argentina durante los meses de menor temperatura.

Martín Guzmán y Daniel Scioli avanzan sobre un programa alternativo. El objetivo es que unos 2 millones de metros cúbicos diarios que se envían al gobierno de Jair Bolsonaro se redireccionen a la Argentina.

Si bien ese volumen no solucionaría la demanda de gas creciente en el invierno, le daría margen al Gobierno para mitigar el fuerte impacto si no lo tuviera. En la Unión Industrial Argentina (UIA) pidieron al presidente Alberto Fernández y al secretario de Energía, Darío Martínez, que defina para esa época un esquema de cortes programados para hacer coincidir las paradas técnicas, las y las vacaciones del personal.

Mientras que la empresa estatal Integración Energética (IEASA, ex Enarsa) adjudicó ocho cargamentos con gas licuado (GNL) que llegarán al país por barco en mayo, una operación que demandó un US$40 por millón de BTU, cinco veces más que el promedio total pagado en 2021.

El país necesita importar gas licuado para abastecer aproximadamente el 30% de la demanda en los meses más fríos y la disparada de los valores internacionales multiplicó las cuentas del Gobierno para ese segmento.

El ministro de Economía, Martín Guzmán, tiene previsto viajar este viernes a Brasil en donde, junto con el embajador Daniel Scioli avanzarán con las negociaciones por el gas. Allí, se reunirá con los ministros de Economía, Paulo Guedes, y de Minas y Energía de Brasil, Bento Albuquerque.

Durante su visita a Francia -a donde el titular del Palacio de Hacienda viajó para negociar la extensión de plazos para el pago de la deuda con el Club de París- Guzmán y Scioli se reunieron con Albuquerque, con quien analizaron “la agenda de la integración energética regional, fundamentalmente enfocada en la Argentina y ese país, principal socio comercial del Mercosur”, según se informó oficialmente tras el encuentro.

 

En medio de la escasez energética generada por el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, el mundo puja por los mismos recursos y, aunque la Argentina tiene el segundo reservorio de gas no convencional del planeta, la falta de inversiones impide que sea explotado y, por eso, debe recurrir a la importación.

 

Para evitar pagar el exceso en el costo del GNL que llega por barcos, una opción que se baraja desde hace semanas es la de negociar con Brasil que unos 2 millones de metros cúbicos diarios de gas recibe de Bolivia los resigne para que sean redireccionados a la Argentina.

 

Según se detalló oficialmente, Guzmán y Albuquerque “acordaron trabajar de forma conjunta a efectos de definir un esquema de cooperación en el desarrollo energético para la región, que consideraron fundamental para mejorar la competitividad de la industria”. En este acuerdo se enmarcan las negociaciones que continuarán esta semana en Brasil.

 

Las negociaciones con Bolivia incluyen el petróleo de Vaca Muerta

Alberto Fernández recibirá a Luis Arce este jueves y, una vez más, el tema de la provisión de gas estará en la agenda. En 2021 Bolivia inyectó hacia los gasoductos argentinos cerca de 14 millones de metros cúbicos diarios, y para este año también le pidió 14 millones de metros cúbicos por día para el invierno.

 

Para intentar alcanzar ese volumen, más allá de lo que se pueda redireccionar desde Brasil, le habría ofrecido a traders de GNL por petróleo de Vaca Muerta. Los directivos de IEASA, la firma encargada de licitar las importaciones de gas, tantearon a los principales oferentes sobre la posibilidad de recurrir a una especie de swap.

 

También durante su paso por París, Guzmán sumó a la Argentina como miembro de la Agencia Internacional de la Energía (IEA), espacio en donde se definen estrategias y se analiza la situación energética del mundo y que cobró mayor relevancia por la guerra en Ucrania.

 

“Es un buen momento para que la Argentina ingrese como miembro asociado de la IEA, porque la aceleración del desarrollo del sector energético es una prioridad para el país, tanto por razones productivas como macroeconómicas”, argumentó el titular del Palacio de Hacienda.

 

De esta manera, Guzmán busca retomar protagonismo tras la interna que mantiene con Martínez por el manejo de la política energética, y Scioli juega de aliado, moviéndose en terreno firme por su gestión como embajador.

 

La carta que hizo pública Martínez advirtiendo sobre el faltante de gas echó leña al fuego de la interna y Guzmán está dispuesto a demostrar que, así como negoció la deuda, logrará resolver el cuello de botella que genera la escasa provisión de gas en el invierno.

FUENTE: TN

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