Productores vs. Industriales: la yerba mate y los conflictos de intereses históricos que hoy están más presentes que nunca

Las últimas semanas han sido escenario de varias batallas, dialécticas y judiciales. Los cosecheros y productores cuentan con el apoyo de Misiones en su lucha por lograr mejores precios. Las empresas tienen en Corrientes un aliado atento a defender sus intereses. Mientras discuten si hay que limitar o no plantaciones o si hay que importar o no, se define en el laudo el valor de la materia prima.


Desde un lado ratifican la necesidad de limitar plantaciones, desde el otro van a la Justicia para evitarlo. Unos señalan la necesidad de cobrar un impuesto a la materia prima importada y los otros adelantan que van a tener que salir a comprar al extranjero. “Va a haber sobreproducción”, argumentan los primeros. “Vamos a un escenario de escasez”, replican los segundos. El sector de la yerba mate atraviesa como nunca una lucha desigual entre pequeños y grandes, con varios frentes de batalla desarrollándose en simultáneo y dos modelos productivos totalmente opuestos en disputa.

Productores vs. industriales, una pelea tan presente como histórica, pero que hoy está a la vista como pocas veces, gracias a la mediatización y a la escala nacional que tomó esta disputa, que empezó a librarse el año pasado y que terminó por desatarse en el comienzo del actual.

El 17 de junio de 2020 el Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM) presentó la resolución 170/2021, que, entre sus principales directrices, establece que “cada productor inscripto en el Registro de Operadores del Sector Yerbatero podrá plantar por año hasta cinco hectáreas de nuevas plantaciones “.  El proyecto terminó por confirmarse casi dos meses después, en agosto, cuando fue respaldado por el ministerio de Agricultura nacional, a cargo en ese momento de Luis Basterra, quien rubricó la norma en el boletín oficial.

El INYM explicó luego los argumentos técnicos en los que se basó para tomar la medida. En un estudio técnico realizado durante el 2021 con datos oficiales, imágenes satelitales de alta resolución y relevamiento en campo por las áreas de registro, el organismo llegó la conclusión que, en cuatro años, la oferta crecería muy por encima del consumo interno y del mercado exterior, lo que haría caer los precios de la materia prima y generaría una crisis entre los pequeños y medianos productores.

El revelamiento que hizo el INYM da cuenta que antes de la resolución 170, había 177.534 hectáreas registradas, pero la superficie actual es de 209.276, de las cuales 187.060 ya están en producción y 22.216 lo estarán con las zafras venideras. Con la producción actual se logró 882 millones de kilo de hoja, pero con la safra de 2026 se agregarían, agregarían 220 millones más, lo que elevaría la producción a 1.102 millones de kilos de materia prima, provocando así que la actividad yerbatera estaría en una situación de desequilibrio por sobre oferta de materia prima.

yerba mate
Relevamiento de plantaciones que hizo el INYM

 

Es entonces que, con el objetivo de evitar que el “exceso” de producción futuro rompa el equilibrio productivo, económico y social de la cadena, se normativizó que todos los productores, sin importar su tamaño, no puedan incorporar más de cinco hectáreas por año de nuevas plantaciones. También se contempló las posibles pérdidas por contingencias climáticas (sequía, heladas, etc) o de otro tipo como los incendios. En estos casos se pueden reponer las plantas sin límite de extensión.

Los productores encontraron en la resolución 170 una defensa a su trabajo. Según los datos oficiales, el total de productores registrados asciende a 9.983, de los cuales más del 70% tiene menos de 10 hectáreas en producción. Solo el 0,9% tiene más de 100 hectáreas. De las 209 mil que hay, el sector productivo de Misiones concentra 181 mil hectáreas.

Pero como era de esperarse, las grandes empresas yerbateras salieron con los tapones de punta contra la resolución 170, manifestando como eje común que la norma “generará una fuerte presión alcista en los precios de las materias primas y terminará perjudicando tanto a elaboradores, comercializadores y consumidores”.  También dijeron que “afectará a la competitividad “de las exportaciones en relación con productores de Brasil y Paraguay, que producen sin limitaciones.

En el medio, las dos provincias que integran el directorio del INYM dejaron marcadas sus posturas: Misiones del lado de los productores y Corrientes apoyando a la industria.

Es así que lo que comenzó como un reclamo dialéctico, terminó en la Justicia. La yerbatera de Apóstoles, La Cachuera, logró que el juez federal de Paso de Libres, Gustavo Fresneda, suspendiera la resolución Nº 170 del INYM, a pedido de la empresa, justificando que se le estaba impidiendo a ejercer el derecho a trabajar y a poder cumplir con sus planes a futuro de plantar mil hectáreas en los próximos años.

La decisión judicial fue cuestionada por productores, por el INYM y por el gobierno de Misiones, entre otras cosas porque entienden que el juez correntino actuó fuera de su jurisdicción porque tanto la empresa que presentó el reclamo como la parte demanda (INYM) tienen sede en Misiones.

El INYM apeló el fallo y el conflicto escaló a la Corte Suprema de Justicia, que, en este caso en particular, deberá decidir si un juez correntino puede ser competente para intervenir en un conflicto entre dos partes que tienen domicilio en Misiones.

Pero mientras el Supremo Tribunal resuelve, el mismo juez de Paso de Los Libres hizo lugar a un recurso de amparo presentado por la Asociación de Molineros Correntinos, integrada por Las Marías, Cooperativa Liebig y Navar SA, y suspendió la aplicación de la resolución 170.

El INYM nuevamente apeló y se espera que llegue también al Palacio de Justica. En el mientras tanto, el síndico de la entendidad yerbatera Emilio Juliá señaló que técnicamente el amparo fue concedido a la asociación, no a las empresas peticionantes, por lo que las tres compañías en cuestión siguen estando alcanzadas por el cupo de plantaciones.

En este contexto, Las Marías, la compañía yerbatera más grande del país y una de las que judicializó el límite a las plantaciones, fue apuntada directamente esta semana por el secretario de Comercio Interior de la Nación, Roberto Feletti, por “especular con sus precios” y por “costarle pagarles bien a sus productores”.

«Las Marías nos está entorpeciendo el cierre de Precios Cuidados de abril, diciendo que ´no hay yerba, que la sequía´.  Para corroborar sus dichos, me reuní con el presidente del Instituto Nacional de la Yerba Mate y me dijo que hay 310 millones de kilos disponibles, lo que pasa que a Las Marías le cuesta pagarles bien a los productores, para ampliar su renta habida cuenta de los porcentajes de mercado que tiene. Otra maniobra especulativa”, señaló el funcionario.

La empresa correntina ya había sido criticada días atrás por el síndico del INYM. “Las Marías en 10 años plantó 108 hectáreas, es decir que planta 10 hectáreas por año (no muy lejos al límite de 5 hectáreas del INYM). En 100 años registró 3.500 hectáreas plantadas y de repente, ahora dice que quiere plantar 2.500 hectáreas en 3 o 4 años. ¿Para qué? ¿Para dejar afuera a los pequeños productores?.», declaró.

 

Impuesto vs más exportaciones

 

Con la resolución 170 como disparador, esta semana surgió otro capítulo en la dispuesta entre productores e industriales.

El lunes productores yerbateros de Misiones y Corrientes se reunieron en la localidad misionera de Guaraní donde respaldaron la medida del INYM y propusieron que la Tierra Colorada cobre un arancel a la importación de yerba desde Paraguay y Brasil y se pidió fortalecer los controles de ingreso de esa materia prima a la provincia.

Pero casi en simultáneo a cuando ocurría la reunión, la industria yerbatera salió con fuerza a advertir por un posible desabastecimiento en el país de esa materia prima a raíz de la sequía y a proponer comprarla desde los países vecinos para evitar la faltante.

Para los pequeños y medianos productores, entre la producción que se espera para este año y los stocks de yerba canchada existentes, se abastecerá sin problemas al mercado interno durante el 2022.

Sin embargo, la industria asegura que la sequía histórica que sufrieron Misiones y Corrientes en el verano generaron una merma en la zafra gruesa de 2022. Ante este escenario, el sector empresarial sugirió la posibilidad de importar este insumo para abastecer el consumo interno.

“Va a faltar yerba, aunque hoy no sabemos cuándo y en que zonas…Paraguay también tiene el mismo problema que nosotros (sequía), pero es verdad que tienen un poco más de stock. De Brasil podemos traer algo… Los productores no quieren importar para que el precio se vaya por las nubes”, fue lo que proclamó Raúl Karaben, dirigente de la Cooperativa misionera Piporé.

Karaben estimó que las pérdidas en el sector superarán el 20%, aunque precisó que en junio y julio recién tendrán datos certeros de los daños ocasionados por la sequía.

Raúl Karaben- Radio República

Pero los productores desmienten a la industria. Niegan la escasez y afirman que las compañias buscan planchar el precio de la yerba local y recurren a importaciones de Paraguay y Brasil para reducir costos y maximizar ganancias en desmedro de su trabajo.

Actualmente, el tipo de cambio oficial hace más conveniente importar a los grandes molinos.  A finales de 2021, se estaba comprando yerba canchada en el exterior a un valor de 1,31 dólares, cifra que, en ese momento, equivaldría a unos $ 135 según el dólar oficial, mientras que la yerba mate argentina se estaba comercializando por arriba de los $ 160.

En pocas palabras, hoy a la industria le es más rentable importar que abonarles a los productores locales. Pero la compra al extranjero tiene varios puntos en contra.

Los inconvenientes que encuentra la industria son las trabas ligadas al acceso a divisa extranjera que dificultan el ingreso de productos internacionales a Argentina. También está la escasez de dólares para pagar importaciones y que, por la suba del precio, el cupo de divisas de años anteriores se agotará con menos cantidad de producto.

Pero lo que preocupa a productores y al propio INYM es que la yerba de Brasil y Paraguay es de menor calidad que la Argentina y muchas veces es la que Industria termina comercializando con el sello argentino, según precisó a Misiones Online Nelson Dalcolmo, representante de los productores en el INYM.

La yerba importada tiene mayor contenido de palo, y hasta presencia de químicos y exceso de humo. Mientras que en Misiones se busca cada vez más que la actividad sea sustentable, en Brasil, por ejemplo, la tolerancia con los metales pesados es mayor que la establecida por el Código Alimentario Argentino.

En este sentido, dos estudios de la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ) revelaron que mientras la yerba argentina tiene efectos quimiopreventivos y antitumorales contra el cáncer de mama y colon, el proceso de producción de la yerba brasileña incrementa la generación de sustancias que pueden ser cancerígenas.

Desde el INYM marcan que el año pasado, las empresas lograron grandes ganancias importando yerba a 1,05 dólares por kilo y luego revendiendo al exterior a valores de entre 1,80 y 3,03 dólares por kilo. Lo que temen es que esta maniobra haga caer los mercados a los que se exporta.

“Cuánto tiempo puede pasar para que perdamos ese mercado por unos pocos vivos que buscan ganancias extraordinarias”, se preguntó uno de los directores en declaraciones que fueron publicadas por Clarín. “Ya nos pasó lo mismo con Uruguay y hoy no le vendemos ni un kilo de yerba”, agregó.

 

La lucha en el laudo

 

El anterior martes 15 de marzo, el INY resolvió enviar a laudo la fijación de los precios para la materia prima que deberán regir para el periodo abril – septiembre del corriente año. El Gobierno de Misiones junto a los productores y cosecheros pidieron que la materia prima se abone 65 pesos por kilo puesto en secadero, y 250 pesos por kilo de canchada, un incremento del 76,84%.

Desde los secaderos solicitaron que el nuevo valor sea de 52,9 pesos para el kilo y 203,9 pesos para la canchada.

Los molineros, en tanto, propusieron un aumento del 27%, 46 pesos el kilo para la materia prima y 175 pesos para la canchada. La Industria de Corrientes sugirió 52 pesos y 175 pesos la canchada. Por su parte, el gobierno de Corrientes se abstuvo de plantear un valor.

Ahora será la Secretaría de Agricultura, que deberá determinar el precio para el próximo periodo de cosecha a partir del primero de abril.

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