Reflexión del Pastor Guillermo Decena: «Las señales nos seguirán VIII»

En el mensaje de esta semana, el Pastor Guillermo Decena destacó que tengamos cuidado de las palabras sin sentido. Es por ello que debemos sustituir palabras vanas por palabras sabias, cargadas de vida y de propósito. Llenemos nuestra mente y nuestra boca de la poderosa Palabra de Dios, pues al hablar y declarar la Palabra de Dios, traeremos salud y victoria.

“En toda labor hay fruto; Mas las vanas palabras de los labios empobrecen” Proverbios 14:23. Hay una conexión entre las palabras vanas y la falta de milagros en los ámbitos de nuestra vida, aún en lo laboral y financiero. Milagros económicos son malogrados por nuestras palabras insensatas. En todas las áreas de nuestra vida como creyentes puede ser que las palabras nos cortan las bendiciones más plenas, más abundantes que Dios nos quiere dar.

Tengamos cuidado de las palabras sin sentido. Es por ello que debemos sustituir palabras vanas por palabras sabias, cargadas de vida y de propósito. Llenemos nuestra mente y nuestra boca de la poderosa Palabra de Dios, pues al hablar y declarar la Palabra de Dios, traeremos salud y victoria.

– La vara poderosa de Moisés es un ejemplo perfecto de la Palabra de Dios en acción.

Profundicemos nuestra revelación sobre la palabra a partir de la vida de Moisés. A los 80 años Moisés no soñaba que estaba por ser llamado por Dios para un tremendo trabajo. Esta historia de Moisés es ilustración del trabajo que tiene la iglesia de Cristo sobre la tierra. Él tuvo que decirle al hombre más poderoso de la época, que libere al pueblo. Aun Moisés fue resistido por el pueblo de Israel.

La tarea de evangelización es titánica y nosotros estamos limitados, ¿Cómo nos creerán? ¿Cómo atenderán al llamado del evangelio? Nunca lo podremos lograr si somos descuidados en cuanto al poder de nuestras palabras. Es una tarea sobrenatural. Dios nos enseña a hablar con sabiduría y no nos deja sin recursos, sino que nos da autoridad espiritual a través de su poderosa Palabra, representada por la vara en la mano de Moisés (Éxodo 4:1-5 RVR).

La vida de Moisés es de enseñanza para aquellos creyentes que quieren hacer la perfecta voluntad de Dios. Ellos, a pesar de sus posibles limitaciones le dicen sí al Señor, que quiere llamarles para la liberación de millares de personas que están esclavas y en tinieblas. Estas están figurativamente en Egipto, sometidos al despotismo de Faraón que representa al mismo satanás.

Por eso deberíamos meditar en la poderosa historia del líder de Israel. Esta tiene esta progresión: llamado de Dios, aceptación de la misión y ponerse en marcha para ir a liberar a la gente cautiva en Egipto.

La Palabra tiene poder, pero debemos proclamarla con fe, por esto esta historia de Moisés, es una poderosa bendición, porque nos muestra que muchas veces hay personas que oran y claman. Pero no usan la Palabra que proviene de Dios. Recordemos que Jesús venció a satanás con la palabra de Dios.

“¡Escrito está!” le dijo Jesús tres veces a satanás para vencerlo. «No solo de pan vive el hombre sino de toda palabra que sale de la boca de Dios». El creyente que no sabe la Palabra de Dios jamás vivirá lo que Dios ha prometido a todos sus hijos.

Es el alimento interior, y con esto encontramos una satisfacción que no podríamos encontrar en otro lado. Cuando Dios creó al ser humano, le imprimió el aliento de vida. Es por la palabra de Dios que hemos sido creados, es su aliento, su viento Santo. Nosotros como hijos debemos seguir a Dios, no debemos tentar al Padre. Solamente a Él debemos servirle y honrarle. No debemos dejarnos impactar con la gloria de este mundo. Porque satanás es quien comanda la gloria de este mundo.

Por esto es muy importante que sepamos lo que está escrito en la palabra de Dios y debemos saber usar Su Palabra (Éxodo 14:15-16 RVR). Los actos de fe son importantes, ya que debemos marchar cuando Dios nos ordena porque Él irá delante de nosotros. Dios nos deja su tesoro más grande que es Su Palabra, para que abra sendas y podamos marchar en fe. Debemos dejar las palabras vanas de lado y llenarnos de palabras de fe.

– Para que la Palabra tenga poder en nuestra vida debemos considerar 3 puntos importantes:

1- La Palabra de Dios está ungida y debemos desarrollar temor reverente hacia ella.

Lo que primero le pasó a Moisés fue experimentar temor por la vara, ya que ésta fue ungida por Dios para demostrar Su autoridad y la convirtió en culebra. A Moisés le ocasionó temor.

Hay algo muy positivo en tener un temor reverente a la Palabra de Dios, y no es lo mismo para Dios la persona que toma descuidadamente su Palabra, que aquella persona que la respeta y la cree con muchísima reverencia “…miraré a aquel que es pobre y humilde de espíritu, y que tiembla a mi palabra” (Isaías 66:2 RVR).

Es muy importante que amemos y abracemos la Palabra de Dios. Significa un temor reverente como motivo de que hay bendiciones y maldiciones según se obedezca o desobedezca (Deuteronomio 28).

Pocos respetan la Palabra de Dios, pocos tiemblan a su Palabra, esto es porque no son pobres y humildes de espíritu, o sea como criaturas creadas, deberíamos depender de Él.

Jesús habla de que hay gente prudente que cuando escucha la Palabra de Dios la pone en práctica, y son los que edifican sobre la roca, por lo cual permanecen firmes frentes a los problemas de la vida. También habla del insensato que al escuchar la Palabra de Dios no la pone en práctica y es como edificar sobre la arena, cuando vienen las dificultades, su vida termina en desastre (Mateo 7:24-27 RVR).

El temor de Dios y de su poderosa Palabra es el principio de todo conocimiento. El temblar a su Palabra nos coloca en una posición de privilegio delante de Dios. «El que me rechaza, y no recibe mis palabras, tiene quien le juzgue; la palabra que he hablado, ella le juzgará en el día postrero». (Juan 12:48 RVR).

La Biblia es una declaración de amor de un Dios que ama su creación y especialmente a la humanidad, pero también debemos observar la Biblia de manera respetuosa. Debemos leer la Biblia y meditar en ella de manera seria, porque será este libro que nos juzgará delante de Dios.

 

2- Debemos usarla permanentemente

Usar la Palabra de Dios es para todos los días. Llevaba Moisés la vara permanentemente, porque sabía que era la presencia del Señor. Es la Palabra del Dios nuestro que hará que surjan ríos de agua viva. Moisés es el ejemplo histórico de un hombre que no tenía la revelación escrita. Es interesante destacar que, desde antes de ir a Egipto, en Egipto y después de salir de Egipto la vara de Dios estaba en la mano de Moisés. Y así también, en todo momento y en todo lugar la Palabra de Dios bendecirá tu vida (Josué 1:8 RVR).

 

3- Debemos dimensionar sus efectos y usarla con autoridad

Moisés usaba la vara para desatar el bien o para desatar juicio. Al principio le costó dimensionar el poder conferido a su vara. Asimismo, muchos cristianos parecen no comprender el poder de la Palabra revelada de Dios.

«De cierto os digo que todo lo que atéis en la tierra, será atado en el cielo; y todo lo que desatéis en la tierra, será desatado en el cielo» Mateo 18:18 RVR.

Somos administradores de las riquezas de Dios. Teniendo al Espíritu Santo con nosotros, tenemos la autoridad para ejercer poder sobre la tierra. Como cristianos tenemos la responsabilidad de favorecer el Reino de Dios en la tierra.

Debemos entender la lucha espiritual que se libra por las almas de los seres humanos. La Palabra de Dios es un arma poderosa para entorpecer los planes del maligno y para abrir caminos de victoria para el pueblo de Dios.

Es tan poderosa la Palabra que también se describe como una peligrosa espada de doble filo (Salmos 149:6 -9 RVR). Con la Palabra de Dios tenemos la responsabilidad de ejecutar los juicios que ya fueron designados por Dios.

Que Dios te bendiga, te guarde de todo mal y tengas una semana de completa victoria!

Pastor Guillermo Decena

Centro Familiar Cristiano Eldorado

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