A 30 años de la creación del Grupo Ecologista Cuña Pirú, siguen con la misma convicción y el ejemplo de «plantar árboles» por las futuras generaciones

Uno de los grandes regalos en los 30 Años del Grupo Ecologista Cuña Pirú, fue plantar este sábado un Lapacho Negro con el artista internacional y reconocido acordeonista Raúl Barboza en la sede propia de la ONG ambiental en Aristóbulo del Valle.  “Estuvo acompañado de su esposa Olga, Nardo, Don Queco Bregagnolo y otros miembros”, compartió Raúl "Rulo" Bregagnolo, fundador de la ONG ambiental.

 

 

Un 4 de enero de 1992, cuando Bregagnolo se decide a formalizar la creación de la fundación, también plantó un ejemplar de Lapacho negro (Tabebuia ipe), que es la flor provincial de Misiones. En aquella oportunidad, plantó el árbol detrás del Registro Civil de esta localidad, sector donde también había plantado ejemplares de cipreses. “Hasta hoy se mantiene impecable el árbol, y floreció varias veces” cuenta con satisfacción.  Se lo puede contemplar detrás de la actual sede de la municipalidad y se salvó de miles intenciones de podas. “Es un árbol protegido”, relata Rulo en la entrevista con MisionesOnline. 

 

Este sábado 15 de enero, Raúl Barboza plantó un Lapacho Negro para compartir la celebración por el 30°Aniversario del Grupo Ecologista Cuña Pirú, en Aristóbulo del Valle.

 

La presencia del músico y artista Raúl Barboza fue muy emotiva para todos los miembros de la institución:  “Es un hecho histórico que esperanza y alienta a seguir haciendo lo que hacemos con las convicciones profundas y corazones sensibles. El escucharlos a ellos diciendo, Don Raúl y Don Queco imaginarse sentados bajo la sombra del árbol plantado, nos mueve a seguir, porque la Naturaleza manda!”, expresó el ambientalista.

 

Don Raúl y Don Queco renuevan su compromiso ambiental por las futuras generaciones.

 

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El Grupo Ecologista Cuña Pirú cumplió sus 30 años el 4 de enero, y en su mes aniversario siguen de festejos. La organización fue fundada en 1992 por Raúl “Rulo” Bregagnolo, y a través de los años mantuvo una militancia coherente, la misma visión y convicciones ambientales siguen siendo pilar en sus luchas hoy más vigentes incluso ante la realidad que se enfrenta con los efectos del Cambio Climático provocados por la humanidad.

 

 

 Rulo Bregagnolo, desde la Selva Misionera en Aristobulo del Valle

 

Bregagnolo desde muy joven supo ver que el cambio necesario estaba en la sociedad, en sus hábitos, y que era tiempo de empezar a luchar contra la avaricia humana y dar lugar a una forma de vida amigable con la naturaleza.

 

Con esa visión, la ONG mantuvo su trabajo en estos años de concientización ciudadana respecto al cuidado de la naturaleza, la conservación de la biodiversidad de la selva misionera, la protección de los ríos, la restauración y plantación de árboles nativos, siempre inspirado desde su lugar en el mundo,  el Valle del Cuña Pirú, donde orgulloso expone la “Casa Común” que comparten con el mundo.

 

Selva Misionera, Valle del Cuña Pirú, Salto Encantado, Aristóbulo del Valle

 

 

Oriundo de Aristóbulo del Valle, Bregagnolo es fotógrafo de Profesión desde 1991. Su trabajo tiene un mensaje sensible en defensa de la naturaleza y el respeto a los Derechos Humanos y los animales.  La fotografía fue para él un modo de vida y su dedicación a la veta artística con la naturaleza no le impidió realizar producciones sociales y a encarar todo desafío que se le presente, manteniendo activa la lucha ecologista con los miembros de la fundación.

 

El ecologista se jacta de su andar coherente con los principios fundacionales que siguen apostando al cuidado de los bienes naturales de la “Casa Común” desde el Grupo Ecologista Cuña Piru (GECP). “Si bien nuestra la base está en Aristóbulo del Valle, hemos transitado, articulado y generado alianzas estratégicas en distintos lugares del mundo”, explicó.

 

“Algunas personas de aquel principio y transitar ya no están y se comprende. Otras históricas personas del grupo permanecen, como ser Marcelo Block, Marta Kunath, Tony Sánchez, Eliseo Brambilla, entre mucha otra gente linda que por su militancia coherente me fueron contactando en estos años y se han transformado en amigos de la vida desde diferentes territorios. También se sumaron en los últimos años mucha gente joven”, valora Bregagnolo.

 

El GECP está siempre con las puertas abiertas y se mantuvo gracias al apoyo de muchas personas, instituciones, medios de prensa. “El gran festejo en estos 30 años es que estamos celebrando en la Casa propia, en nuestra sede administrativa ubicada en Pasaje Evaristo Rolín y Colectora Comandante Andresito”,  destacó el ecologista.

 

En el edificio proyectaron la creación de un espacio de reuniones y usos múltiples y biblioteca; un local para oficina administrativa, depósitos, sanitarios, un área de para preparar alimentos rápidos y saludables, un lugar para reuniones al exterior (galería y quincho) y también un lugar para el descanso de huésped ocasional en el entrepiso.

 

Don Raúl y Don Queco, en la sede del Grupo Ecologista Cuña Pirú.

 

“Hay mucho por contar, pero mucho más por compartir, mucho aún por hacer por la naturaleza en el pueblo, en la Provincia y desde aquí a todos los territorios. Y en este aniversario invitamos a ser parte de esta historia a todos quienes quieran sumarse cuando guste”, dice Bregagnolo, hoy referente internacional y marca registrada de con su saludo “por ríos libres, sin represas”.

 

Este domingo 16 de enero, a las 19.30 horas, los esperan en la sede para compartir el festejo aniversario con actividades de entretenimiento audiovisual (cortometrajes), buena música de los amigos como Joselo Schuap, Jerónimo Villalba y otros artistas locales, y cocina saludable.

 

“Invitamos a todo aquel que quiera compartir el festejo en el anfiteatro de la sede. Habrá entrega de reconocimientos, se compartirá un lindo momento. Solo tienen que llevar su silleta, barbijo y ganas de disfrutar! El bicho no es ecologista, así que a cuidarse entre todos”, convocó Bregagnolo al encuentro que sin dudas será a lo grande, como la trayectoria de la fundación y su misión ambiental.

 

Amistad y compromiso, de más de 30 años. Rulo Bregagnolo y Juan Domingo Perié

 

Es un día para disfrutar de los amigos, de las sombras, los frutos y flores de la cantidad de árboles plantados en estos 30 años. Entre ellos, se encuentra también un gran compañero de lucha en este camino, Juan Domingo Perié. Es académico, docente, y fundador del Grupo Ecologista Tamanduá – miembro de la RAE-, con sede en Eldorado, y  mantiene en el tiempo las mismas convicciones y militancia ambiental.

 

“Estamos acompañando el festejo de nuestro amigo. Es un momento de reivindicación de su militancia ambiental y social. No hemos cambiado en nada en la lucha por las problemáticas ambientales por la conservación de nuestra selva misionera en estos 30 años. El año pasado hemos entregado un reconocimiento a Rulo Bregagnolo desde la Cátedra de Derechos Humanos de la Facultad de Ciencias Forestales de la UNaM por su trabajo comprometido con la gente, por todo lo que hace constantemente por los demás a través de su fundación”, expresó Perié.

 

Para el aniversario de “Cuña Pirí” han colaborado desde “Tamanduá” con plantines de Lapacho Negro y le han obsequiado un solo plantin de Palo Rosa. “Era el único que tenía, no abundan. Es una especie protegida y se intenta cosechar semillas de los pocos ejemplares que quedan”, relata Juan Domingo Perié, y demuestra su generosidad y confianza. Sabe que su amigo lo plantará y velará para que prenda, crezca y sea protegido.

 

“Nuestra real carta de presentación como militantes ambientales es lograr que cada vez más gente plante árboles, ese es el mejor ejemplo que podemos dar, es la foto que quedará en la historia y que beneficiara a las generaciones futuras. Seguir cortando árboles nativos de la selva misionera ya no es una discusión legal, es una cuestión ética y ambiental. Esos pocos árboles nativos de 50 u 80 años que nos quedan en la Selva Misionera  no los recuperamos más, como tampoco la biodiversidad que habitaba en ese sitio. Entender estos cambios es lo que se necesita en la sociedad. Es un debate ético, moral, ambiental”, expresó Perié en relación al mensaje de cuidar la “Casa Común”.

 

 

¿Conocés la historia del Grupo Ecologista Cuña Pirú?

El Grupo Ecologista Cuña Pirú (GECP) tiene su origen en 1992, frente a la necesidad social encontrar y dar respuestas a la problemática ambiental de Aristóbulo del Valle, muy similar a la que se presenta en toda Misiones.

 

¿Cuáles eran en aquel entonces?. Enfocar su lucha en sensibilizar tanto a la población en general como las autoridades, sobre los residuos domiciliarios, al arbolado público y la fauna silvestre, más adelante a la elaboración de anteproyectos de Ordenanzas Municipales que den marco legal a las soluciones planteadas.

 

En su marcha tuvo protagonismo en el anteproyecto de Ley de Defensa del Agua contra las represas hidroeléctricas, con el histórico “No” a la represa en Corpus Christi, en Misiones;  en el proyecto de Corredor Verde, en la creación de la Red de Agrupaciones Ecologista, en programas de educación ambiental, entre otras acciones.

 

El nombre “Cuña Pirú” en idioma guaraní significa “mujer flaca” y se identifica al grupo de esta forma debido a que en Aristóbulo del Valle hay un importante  arroyo con ese nombre, que está contenido en un gran valle que en todo el municipio es área protegida con el Parque Provincial Salto Encantado, además de ser parte de la identidad de la población.

 

 El arroyo Cuña Pirú, situado en el parque provincial Salto Encantado, Villa Salto Encantado, Localidad de Aristóbulo del Valle, Misiones, Argentina

 

Bregagnolo comienza a mediados del año 1990 a gestar la idea de formar un movimiento ecologista local, que atienda los problemas ambientales de Aristóbulo del Valle. Busca información, en ese momento muy escaso en relación a la existente hoy, hace un relevamiento de los problemas ambientales existentes en la localidad y busca aliados motivando a gente joven y adultos.

 

El 4 de enero de 1992 se decide formalizar la creación plantando un ejemplar de Lapacho negro detrás del Registro Civil de esta localidad, sector donde también hay plantados cipreses. Además se entregó formalmente a la Dirección de Cultura Municipal, un documento con las actividades que desde ese momento, y en adelante, el GECP realizaría en los diferentes aspectos ambientales que se planteen. A partir de allí la búsqueda del perfil, del trabajo y la forma de acción, serían el gran desafío a lo largo de un gran tiempo.

 

“Desde entonces se ha sumado gente para apoyar la idea y luchar por la causa que ennoblece a cada uno de sus integrantes, la defensa de los recursos naturales para lograr un bienestar en pro de los ciudadanos aristobuleños del presente y los que vendrán”, sostiene Bregagnolo.

Algunas de las acciones ambientales que marcaron su historia: 

  • «No a las represas en Corpus” con la RAE : Al poco tiempo el GECP comienza a tener participación activa con reclamos a problemas ambientales que aquejan a la provincia. Convoca a las distintas Ong´s ecologistas de Misiones a una reunión histórica en Aristóbulo del Valle, en la que se conforma la Red de Asociaciones Ecologistas de Misiones (RAE), con el propósito de avanzar sobre los problemas ambientales generados no solo en Misiones sino también en la región, ya que estos no se restringen a un espacio geopolítico sino que repercuten más allá de las fronteras provinciales.

En 1992 participa en la Eco 92, Cumbre de la Tierra, llevada a cabo en Río de Janeiro, Brasil.

En 1995 participa, con posición relevante, en las acciones por el NO a la Represa Hidroeléctrica de Corpus Christi ocupando el escenario junto a personalidades como Adolfo Pérez Esquivel – Premio Nobel de la Paz 1980, se planta un lapacho negro con él y el Intendente de Corpus Ignacio Nemeth.

Un domingo 14 de abril de 1996, hace 25 años, el 88.63% de los misioneros le dijo No a Corpus y de esa manera se evitó, de forma contundente, el emplazamiento de otro proyecto hidroeléctrico pergeñado, como todos, en épocas del proceso militar.

 

  • Educación ambiental: La gran participación de niños y adolescentes de la ciudad, motiva al GECP a formar el GECP INFANTIL. Esto se materializa el día 5 de septiembre de 1998, con una plantación de Lapachos negros en un sector de la Plaza Libertad de Aristóbulo del Valle.

El GECP está formado por voluntarios, no responde a intereses económicos, partidarios ni de momento, su trabajo apunta al cambio de actitud de la gente respecto a la naturaleza, fundamentado en una concepción donde el ser humano es co – creador de su propio ambiente.

 

  • Cientos de campañas de plantaciones de árboles nativos y restauración de áreas degradadas

 

 

 

Por Patricia Escobar 

@argentinaforest 

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