Desde la producción culpan al “afán de lucro” de la molinería por la caída en las exportaciones de yerba mate

Las exportaciones de yerba mate cayeron 18% el año pasado y llegaron a los niveles más bajos desde 2017. La preocupación principal radica en que el principal cliente, Siria, compró más en Paraguay y menos en Misiones. Desde la industria culpan al atraso cambiario, pero fuentes de la producción apuntan al “afán de lucro” de la molinería.

El 2021 no fue un buen año para las exportaciones de yerba mate. Según los datos del Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM), de enero a noviembre del año pasado se despacharon al exterior poco menos de 32 millones de kilos, canchada en su gran mayoría, mientras que en igual período de 2020 se habían exportado más de 39 millones de kilos. Difícilmente la tendencia se revierta con los datos de diciembre, más aun teniendo en cuenta que el último mes de 2020 se despacharon casi 4 millones de kilos.

El factor que preocupa al sector es que la caída en las exportaciones de yerba no respondió a una reducción en la demanda de los mercados que tradicionalmente se abastecen con yerba argentina, sino a que el cliente más importante para Misiones comenzó a comprar también en Paraguay.

La posibilidad de perder el mercado de Siria, prácticamente el único país que compra yerba argentina en cantidades relevantes, encendió luces de alerta en el sector yerbatero.

Desde la industria aseguran que la política cambiaria del Gobierno nacional –caracterizada por una inflación que superó por mucho a la devaluación durante todo 2021- provocó una pérdida de competitividad frente a los exportadores de Brasil y Paraguay y eso causó la caída en las exportaciones.

Pero desde el sector productivo califican a esa interpretación como una “verdad a medias”, en tanto que el dólar barato también benefició a la industria que en 2021 importó más de 31 millones de kilos de canchada de Brasil y Paraguay, también según datos del INYM, y las pagó a dólar oficial.

Advierten que la molinería importó a un precio promedio de 1,05 dólares por kilo, prácticamente la misma cantidad de yerba que luego exportó a 2,20 dólares por kilo. “Los  31 millones de kilos, comprados baratos,  alcanzaban para exportar a un precio competitivo o similar, al de los exportadores paraguayos o brasileros”,  sintetizó un referente yerbatero.

Desde ese punto de vista, el atraso cambiario no podría haber afectado la competitividad, porque la industria se valió del mismo dólar para comprar materia prima, por lo tanto no fue perjudicada por el “costo argentino”.

Los referentes de la producción argumentan que si la industria enfrentó complicaciones para exportar fue porque priorizó recomponer sus stocks de canchada a efectos de presionar a la baja al precio de la materia prima producida en Misiones y norte de Corrientes. Consideran además que los molinos prefirieron atender al mercado interno porque les aportó mayor rentabilidad y eso los llevó a descuidar las exportaciones.

Esas mismas fuentes explicaron que las yerbateras paraguayas fueron mucho más competitivas y exportaron sus paquetes a Siria a un valor promedio de 1,40 dólares por kilo, mientras que los argentinos promediaron un precio de 2,20 dólares por kilogramo. Lógicamente, los compradores sirios optaron por el precio más conveniente.

“No fue el esquema de liquidación de exportaciones del Gobierno Nacional ni tampoco la escasez de producto o la falta de destinos donde colocar los paquetes lo que complicó a la industria yerbatera local; por el contrario, fueron ellos mismos quienes cayeron en su propia trampa al pretender obtener abultadas ganancias en un negocio tan competitivo como la exportación de yerba mate y en el cual Paraguay y Brasil ya comenzaron a jugar fuerte desde hace algunos años”, indicaron desde el sector productivo.

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