Reflexión del Pastor Guillermo Decena: «Las señales: autonegación»

No espere que Dios se le manifieste con muchos milagros y hechos sobrenaturales si lo primero que sentimos lo hacemos, si lo primero que viene en gana lo ejecutamos. No todo lo que siento viene de Dios o es bueno y conveniente para mi vida espiritual. Veamos lo que nos dice la Palabra de Dios. 

«Dirigiéndose a todos, declaró: –Si alguien quiere ser mi discípulo, que se niegue a sí mismo, lleve su cruz cada día y me siga» Lucas 9:23 NVI.

 

NO TODO ME CONVIENE

Si decimos solamente que todo nos es lícito, entonces sería porque todo nos es permitido, si esta frase llegara a ser verdadera, habría un libertinaje de pecado mucho más grande en el mundo, pero no somos solo cuerpo, no somos animales de puro instinto. Dios nos ha dotado de alma y espíritu, de capacidad de análisis y discernimiento para evaluar las consecuencias de nuestros actos. Quizás, muchas personas viven su vida tomando solamente media frase y pasan acariciando el pecado día tras día, pensando “todo me es permitido o yo hago lo que quiero”. “Todo está permitido», pero no todo es provechoso. «Todo está permitido», pero no todo es constructivo”. 1 Corintios 10:23 NVI

Cuando se habla que “todo me es lícito”, no se refiere a que en Cristo no tenemos imposición de reglas a seguir. Tenemos la Palabra de Dios para que nos vaya bien y para poder caminar en victoria. Dios nos ha dotado de libre albedrío, que significa libertad para que podamos elegir qué es lo que queremos. Significa, que el ser humano tiene libertad tanto para hacer el bien como para hacer el mal. Pero lamentablemente, primeramente por medio de Adán, se ha demostrado que el hombre toma esa libertad que Dios le da para poder elegir y éste convierte la libertad en pecado y esclavitud. Esto lo creó Dios para poder ver la obediencia voluntaria y por amor de sus hijos.

Libre albedrío o libre elección es la creencia de aquellas doctrinas filosóficas según las cuales las personas tienen el poder de elegir y tomar sus propias decisiones. Y este concepto también lo vemos en la Palabra de Dios, sino sería Injusto. (Deuteronomio 11:26-28 RVR).

 

LAS OBRAS DE LA CARNE Y EL FRUTO DEL ESPÍRITU

Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne. Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y éstos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis. Gálatas 5:16-17 RVR

Lo primero que enseñaba Jesús es arrepentirse de los pecados, o sea dejar de hacer lo malo. El cristianismo no se trata de hacer todo lo que queremos o se nos venga en gana. Cuando el cristiano hace todo lo que desea, entonces no debe esperar que el Espíritu Santo haga muchas señales. De esto estaba hablando Jesús cuando decía: “el que quiera seguirme, debe negarse a sí mismo” o sea negarse a toda depravación, a toda pasión pecaminosa, a toda maldad que se le ocurra, porque el pecado ha hecho la separación entre Dios y el hombre. En vano es creer en Dios y seguir fornicando, pecando sexualmente y se debe tener en cuenta que los demonios también creen y tiemblan delante de Dios, pero no dejan de hacer su maldad en contra de las leyes de Dios.

 

EL NEGARSE A SÍ MISMO Y LAS PALABRAS

Entonces algunos de la multitud, oyendo estas palabras, decían: Verdaderamente éste es el profeta. Otros decían: Este es el Cristo. Pero algunos decían: ¿De Galilea ha de venir el Cristo? ¿No dice la Escritura que del linaje de David, y de la aldea de Belén, de donde era David, ha de venir el Cristo? Hubo entonces disensión entre la gente a causa de él. Y algunos de ellos querían prenderle; pero ninguno le echó mano. Los alguaciles vinieron a los principales sacerdotes y a los fariseos; y éstos les dijeron: ¿Por qué no le habéis traído? Juan 7: 40-45 RVR

«¡Nadie habló como este hombre!” Que importante que es el don del habla, pero más importante es hablar con autoridad espiritual, porque es la única manera de ser usados por Dios. ¿Cuál es el secreto de hablar de parte Dios? ¿Cuál será el secreto para ser “la boca de Dios”?

Más yo os digo que de toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio. Porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado. Mateo 12:36-37 RVR

Pocos han aprendido a negarse a sí mismos, pero una de las áreas más difíciles para negarse a sí mismo es el hablar, pues es difícil de retener la palabra que ya desató el cerebro. Mientras más santidad hay en nuestra boca, más posibilidad hay para que Dios nos pueda usar con su Palabra sobrenatural.

Por eso Isaías el profeta más usado, era una persona que tenía conciencia de eso. ¡Lo primero que dijo: ¡Ay de mí que tengo labios inmundos y vivo en medio de un pueblo de labios inmundos! Y después de la purificación y santificación de su boca, Dios lo pudo usar con tremenda abundancia de la palabra de revelación y sabiduría.

Si queremos ver cosas distintas debemos ver qué estamos hablando. La Biblia dice: “en la abundancia de las palabras abunda el pecado”. Debemos analizar lo que tenemos dentro de acuerdo a lo que estamos hablando. (1Pedro 3:10 RVR) (Efesios. 4:31 RVR)

El hombre y la mujer de Dios, son los que menos hablan, ya que se niegan a sí mismos. Dicen exactamente lo que deben decir, de esta manera podremos ser usados por Dios, ya que hablaremos lo que Él quiere que hablemos

«De cierto, de cierto te digo: Cuando eras más joven, te ceñías, e ibas a donde querías; mas cuando ya seas viejo, extenderás tus manos, y te ceñirá otro, y te llevará a donde no quieras» Juan 21:18 RVR.

Los cristianos inmaduros, van donde quieren. Pero los cristianos maduros serán guiados por Dios. El Señor nos llevará a lugares más profundos y nos va a presentar su perfecta voluntad. Quizás no será lo que nosotros queramos, pero si es lo que Dios quiere. Estos son los niveles espirituales a los cuales debemos acceder. ¿Cómo estamos vestidos? Muchas veces hablamos mal, tratamos a las personas de mala manera, hacemos las cosas que se nos vienen en gana. Necesitamos avanzar de esta adolescencia espiritual eterna y pedirle a Dios el querer avanzar y poder rendirnos en su presencia. Que Dios nos vista y que Su gloria nos persiga.

Dios quiere que hagamos la perfecta voluntad de Él, y esto significa negarnos a nosotros mismos. De esta manera las señales nos seguirán.

Como cristianos debemos levantarnos y decir que no se haga nuestra voluntad sino la voluntad del Padre. Todo depende de Él y de su Espíritu Santo.

Que Dios te bendiga, te guarde de todo mal, te guíe en este nuevo año y tengas un 2022 en completa victoria!

Pastor Guillermo Decena

Centro Familiar Cristiano Eldorado

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