Brindan recomendaciones para ingresar a las playas posadeñas ante la presencia de rayas y pirañas

Víctor Bonifato, pescador deportivo reconocido, resaltó que para evitar picaduras de rayas o ataques de pirañas es importante ingresar al agua realizando ruido y moviéndose constantemente, evitando que los animales se acerquen. 

“Me gusta estudiar el río para dejar conocimiento a las generaciones siguientes; por eso siempre estoy tratando de difundir qué ocurre para que la gente no sabe”, comentó el pescador.

En cuanto a la presencia de rayas, Bonifato planteó que es un hecho común en toda la extensión del Río Paraná. La gran masa de agua que constituye el lago Yacyretá “es la mayor estación de piscicultura del mundo, han proliferado todas las especies, entre ellas pirañas, rayas y dorados que se volvieron regionales sin necesidad de grandes migraciones”, dijo.

Además afirmó que no hay menor cantidad de peces, otro tipo de animal acuático que vive en la zona es el conocido pacú, suelen pesar 25 a 30 kilos y tienen una gran cantidad de alimento a su alcance. “Ayer un pescador sacó un dorado de 20 kilos, por ejemplo”, contó.

En el caso de las rayas mencionó que no muerden, al igual que la abeja, tiene un aguijón. La raya chica posee uno solo pero cuando crece llega a contar con tres”. El espacio en el que estos peces viven es el fondo de la corriente de agua, en el barro y en la arena, es carnívora y se acerca a la costa a buscar alimento.

“Cada vez que veo gente en la playa del Brete me entra un temor porque no toman la precaución de hacer ruido”, señaló. “Con el sonido, al ser un pez, se aleja rápidamente”, remarcó.

Respecto al caso del soldado herido que se conoció en las últimas horas indicó que “el señor habrá estaba haciendo ejercicio y entrado rápidamente al agua pisando así a la raya. Ella no ataca”.  Mencionó que la mejor manera de  ingresar a una zona como ésta es “haciendo ruido despacito, arrastrando los pies para tocarla desde abajo, no pisarla para que no se sienta atacada”.

“No se registran muchos casos de ataques, excepto cuando las personas registran lugares apartados. Los que fueron pinchados por la púa de la raya, vivieron eso porque estaban en espacios en los que no habían más personas”, detalló. “En la playa del Brete no hay muchas picaduras de esta especie “.

Ante la embestida es fundamental colocar agua muy caliente sobre la picadura  porque el veneno de la raya es termolábil, es decir, se disuelve con el calor. No hay que realizar torniquetes, mantener con alta temperatura la herida y evacuar al atacado a un centro asistencial para que la aplicación de un calmante y posterior tratamiento con antibióticos.

Bonifato compartió su testimonio respecto a un accidente ocurrido con un animal de esta especie, “vi en una playa a una persona que salió gritando del agua con una raya colgada del cuerpo porque le hincó fuertemente y produjo que se desmayara del dolor”.

Recalcó que “en varios casos la gente comenta que el malestar no puede ser comparado con nada, pero por sobre todas las cosas hay que tener presente que las rayas están en todos lados”.

“En esta zona, está proliferando de la misma forma que la piraña”, advirtió. “El pez hembra  es vivíparo, al nacer ya posee una cola preparada para el ataque y, debido a que paren cada 4 meses, pueden tener hasta 15 animalitos”.

En tanto a la sobrevivencia de la especie, el pescador explicó que las pirañas son uno de sus depredadores, pero estas últimas también se hallan en gran cantidad en la zona.

“Debemos reiterar a la gente que se acerca al río para refrescarse debido a las altas temperaturas, que tiene que hacer ruido, tomar los recaudos; en lo posible utilizar un palo o una rama para generar sonido y tocar el fondo para que, en el caso de que una raya esté allí, se aleje”, insistió.

Ahora bien, en cuanto a las pirañas, expresó “es importante hacer ruido pero además no quedarse quieto”. La peligrosidad de nadar con estos animales radica en que “el ser humano posee grasa que funciona como cebo, tienen un olfato muy delicado y, si la persona se mantiene firme en el lugar, es muy posible que sea atacado”.

Bonifato afirmó que no considera que el número de ataques será alto durante la temporada, pero “podría ser menor si concientizamos sobre la situación de las playas de Posadas, con énfasis en la del Brete y las de Miguel Lanús”.

“Estos peces se vuelven más ágiles en verano, en agosto cuando la temperatura del agua es de 18 a 20 grados, llevamos a cabo un torneo de pesca de pirañas y no hubo gran pesca, pero en enero pueden sacarse 200 a 300 ejemplares”, concluyó.

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