Reflexión del Pastor Guillermo Decena: «Las señales II»

¿Cómo será que las señales realmente seguirán a los que creen? Hay muchos cristianos que creen, pero no evidencian señales milagrosas. Estas señales no son automáticas y son condicionadas a una vida de responsabilidad y de santidad que se podría llamar extrema, en el contexto del mundo. O sea espíritu, alma y cuerpo involucrados en el reino de Dios.

«Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado. Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas; tomarán en las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán» Marcos 16:15 -18RVR.

Hay un proceso de entrenamiento y de aprendizaje intenso para estar en la posición y en el nivel que Jesús tiene: Los alumnos no son superiores a su maestro, pero el alumno que complete su entrenamiento se volverá como su maestro. Lucas 6:40 NTV

Una de las palabras exhortativas más poderosas que nos deja Jesús en su Palabra, es que si la atendemos, puede cambiar nuestro ser entero: Por tanto, sean perfectos, así como su Padre celestial es perfecto. Mateo 5:48 NVI

Estas palabras son de las más sorprendentes de las que Dios nos haya dicho jamás. Seguro esto sonará demasiado alto espiritualmente. ¿Podría algún mortal esperar ser perfecto? Dios no nos pediría que hiciéramos algo, que Él sabe que no podríamos lograr. Y sin duda, esta fue la voz de Dios saliendo de la boca de Jesús. Fue el mandato del propio Cristo, no solo para mí, sino para todos los que serían «hijos de vuestro Padre que está en los cielos». La perfección es la meta establecida por Cristo para cada uno de nosotros. No todos los cristianos alcanzan esa meta, algunos ni siquiera lo intentan.

Ninguna persona excepto Cristo fue jamás perfecta, en los parámetros que tenemos los humanos. Pero notemos que Dios atribuye perfección a varios hombres. No es que ninguno de ellos reclamó que eran perfectos para sí mismos, pero Dios declaró que eran perfectos.

Job (Job 1:8 RVR): La Biblia, dice claramente que era un hombre perfecto delante de Dios, Dios mismo lo declaraba. Satanás tampoco pensó que él fuera perfecto; lo acusó de servir a Dios solo por las bendiciones materiales que Dios le había dado. Puso Satanás en duda sus motivaciones para servir a Dios. Esto es muy diabólico y del espíritu del mundo y a todos los que hemos consagrado nuestras vidas al servicio total en el reino de Dios, nos ha pasado. (Job 1:9-10). Sus amigos no pensaban que así lo fuera; lo acusaron de hipocresía (Job 8: 6-13). Mientras los amigos pensaban mal de él, y Satanás ponía su servicio en duda, Dios lo declaraba perfecto delante de sus ojos.

El mismo Job estaba dispuesto a admitir que era imperfecto, porque declaró: «Me aborrezco y me arrepiento en polvo y ceniza» Job 42: 6. RVR

Pero Dios lo seguía viendo perfecto, porque su corazón era sincero para con su creador. Para beneficio de todos los que pudieran leer esta escritura, Dios agregó su definición de la perfección humana: “temeroso de Dios y apartado del mal”.

“Lo que temía me ha acontecido… “o sea que su fe no era perfecta y alguna vez venían dudas al corazón de Job. Muchos objetan la enseñanza de la posible perfección con el argumento de que nunca han visto a un hombre perfecto, y por eso mismo, no se esfuerzan por ser mejores a los ojos de Dios. Podemos concluir que tener reverencia, respeto a Dios y apartarse voluntariamente del mal es lo que Dios tanto aprecia.

Noé (Génesis 6:9 RVR): Dios declara que Noé era perfecto. Lo más destacable de Noé es que en medio de una generación perversa, el decidió ser especial y distinto a lo que vivía el mundo. Esta es precisamente la enseñanza de perfección en la vida de Noé.

Algunos declaran que si uno llegara a ser perfecto, sería trasladado al cielo inmediatamente, como lo fue Enoc, ignorando el hecho de que la escritura declara que Enoc “caminó con Dios” por lo menos 300 años antes.

Todos estos santos del Antiguo Testamento eran perfectos, incluso antes de que se diera la ley. A ninguno de ellos se le atribuye divinidad, ni perfección sobrehumana.

Elías (Santiago 5:17-18 RVR): Era una persona de carne y hueso como nosotros, pero era perfecto delante de los ojos de Dios. Tenía una autoridad sobre las cuestiones climáticas. Él se atrevió a ser perfeccionando

Todos ellos, eran hombres, sujetos a pasiones similares a las nuestras, pero se sometieron voluntariamente a un perfeccionamiento espiritual. Conocían y temían a Dios, guardaban sus mandamientos y evitaban cuidadosamente los males desbordantes de su época y de las personas idolátricas entre las que vivían, seguramente en algunas de las épocas más perversas de la historia.

¿Era posible la perfección bajo la ley?

Moisés (Deuteronomio 18:13 RVR): El hombre a veces es más crítico que Dios. Cuando Mirian y Aarón se quejaron contra Moisés, Dios tomó intervención, hablándoles desde la columna de nube y diciendo: «Mi siervo Moisés, ¡es FIEL en toda mi casa!» Números 12: 7. Enteramente enfocado en la tarea.

David (Salmo 101: 2.RVR): Estaba convencido de que la perfección era posible, porque lo declaró. Son decisiones personales, y esto es lo que Dios valora, cuando uno se proclama, se decide y hace pacto para Él.

En la época del antiguo pacto no había revelación completa sobre las sagradas escrituras.

«TODA la Escritura es inspirada por Dios, y útil, para que el hombre de Dios sea PERFECTO, enteramente preparado para toda buena obra» 2 Timoteo 3: 16-17. RVR

Debemos dejar las excusas de lado, tenemos a las sagradas escrituras en nuestras manos. Y estas son para que seamos perfectos y seamos preparados para las buenas obras.

«A quien predicamos, amonestando a todo hombre y enseñando a todo hombre con toda sabiduría, para que presentemos a todo hombre PERFECTO en Cristo Jesús» Colosenses 2:28. RVR

Dios anhela que seamos perfectos delante de sus ojos. El problema es cuando los seres humanos no quieren ser perfeccionados y se conforman con lo que son.

“A fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo” Efesios 4: 11-12. RVR.

Son 5 los ministerios que Dios levantó para perfeccionar a los santos para la obra del ministerio. Si nosotros no queremos ser perfeccionados estamos ante un grave problema espiritual.

Dios nos dice: «Así que, amados, puesto que tenemos tales promesas, limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios» 2 Corintios. 7: 1 RVR.

Hoy es la decisión de perfeccionarnos, porque la obra de Dios vendrá sobre nosotros, conforme a nuestro anhelo y entrega al pacto que hagamos delante de Dios. Ser perfectos ante los ojos de Dios.

«¡Vayamos a la perfección!» aceptando este alto llamamiento de crecer en todas las áreas de nuestra vida. Debemos pretender que Dios nos use, así como Cristo es usado por el Espíritu Santo sobre la tierra. Aceptemos esta palabra “Ser perfecto como nuestro Padre es perfecto”. Confiemos en Dios porque Él nos quiere ayudar- Hebreos 6: 1-3 RVR.

Que Dios te bendiga, te guarde de todo mal y tengas una semana de completa victoria!

Pastor Guillermo Decena

Centro Familiar Cristiano Eldorado

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