El conductor del vehículo que transportaba a migrantes centroamericanos, que perdió los frenos en una curva y se ha dado a la fuga. Al menos 55 personas han muerto en un fatídico accidente en México.
Las primeras hipótesis apuntan a que el camión en el que viajaban 152 migrantes circulaba a gran velocidad y perdió los frenos en una curva pronunciada, provocando que el vehículo quedara volcado sobre el arcén. Además de las víctimas mortales, hay 73 heridos, tres en estado grave, y 24 migrantes ilesos, según la última actualización de la coordinadora nacional de Protección Civil, Laura Velázquez Alzúa.
Todos ellos se encontraban hacinados en la caja del vehículo en el momento del brutal accidente. Las autoridades han cercado el lugar de los hechos y han trasladado a los afectados a hospitales cercanos, mientras buscan al conductor del tráiler, que se dio a la fuga.
La tragedia tuvo lugar a las afueras de Tuxtla Gutiérrez, la capital de Chiapas, alrededor de las 15.30 hora local. A pocos metros del accidente había un retén militar que, en estas autopistas, suele centrar sus tareas en la búsqueda de migrantes indocumentados que viajan escondidos en vehículos.
El camión salió por la mañana desde Guatemala y se dirigía a Veracruz, siguiendo la ruta tradicional que utilizan muchos centroamericanos que quieren llegar hasta EEUU. Los testigos han denunciado que, al comprobar la gravedad de los hechos, el conductor del camión escapó por el río Grijalva.
El gobernador del estado de Chiapas, Rutilio Escandón, ha enviado un mensaje de «solidaridad con las víctimas» prometiendo que «se determinarán responsabilidades de acuerdo a la ley». A pesar de que aún no han trascendido las nacionalidades de los afectados, el presidente hondureño, Alejandro Giammattei, ha lamentado la tragedia y ha ofrecido «asistencia consular para la repatriación de cuerpos».
Las duras condiciones del viaje que emprenden los migrantes en su huida desesperada hacia EEUU tuvo un capítulo similar el pasado mes de octubre que, afortunadamente, se saldó sin víctimas mortales: las autoridades migratorias mexicanas encontraron en Tamaulipas tres camiones abandonados y sin ventilación, donde viajaban 652 personas, 349 menores de edad.
El accidente ha trascendido el mismo día que la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) ha publicado su informe anual sobre la inseguridad de los migrantes en la región. Las conclusiones del estudio son demoledoras: al menos 650 personas murieron este año al intentar cruzar la frontera entre México y EEUU, la cifra más alta desde que el organismo comenzara a documentarlo en el 2014.
Michele Klein Solomon, directora regional de la OIM para América Central, del Norte y el Caribe, denunció que «el creciente número de muertes de migrantes en la región es muy alarmante». Con estas cifras, las víctimas acumuladas desde el 2014 superan ya las 5.755.
El pasado 6 de diciembre, Joe Bien y Andrés Manuel López Obrador (AMLO) decidieron reinstaurar el programa ‘Quédate en México’, un plan ideado por el ex presidente Trump para obligar a los migrantes que solicitan asilo en su país a esperar a que se resuelvan sus trámites en las peligrosas ciudades fronterizas mexicanas. La ONG Human Rights Watch (HRW) estima que 71.000 migrantes han sido expulsados bajo este protocolo que califican como «aberrante».
Ari Sawyer, investigadora de la ONG, cree que las agencias fronterizas de ambos gobiernos «han estado implicados en un gran número de abusos que son intrínsecos al programa» y denuncia que «no hay forma de que un programa diseñado para postergar el derecho a solicitar asilo, obligando a las personas a esperar en sitios peligrosos, pueda operar de un modo que respete los derechos humanos».