Persiguió la pista de Mengele en la Argentina y judicializó la aparición de un OVNI: la fantástica historia del Dr. Miotti

Entre las décadas del 80 y 90 fue juez de La Banda, Santiago del Estero. Le dio entidad jurídica por primera vez a un supuesto avistamiento alienígena e investigó si el Ángel de la muerte nazi vivió en la provincia.


 

“Algunos dirán que estoy soñando, yo solo trato de conocer la verdad, por todos los medios”, dice el Dr. Miotti treinta años después.

 

Andrés Francisco Miotti tiene hoy 76 años. Entre las décadas del 80 y 90 fue juez de La Banda, Santiago del Estero. Dos hitos marcaron su carrera: fue el primer y quizás único magistrado argentino que le dio entidad jurídica a un caso de un OVNI, y persiguió la sombra de Josef Mengele, el Ángel de la muerte nazi, en la ciudad santiagueña. Esta es su historia.

 

Una madrugada de mediados de la década de 1980, Cancio Dorado, un joven tractorista de La Maravilla -una localidad ubicada a unos cien kilómetros de la capital provincial- salió con su tractor a labrar la tierra. Era una noche limpia, sin luna.

 

El presunto OVNI (objeto volador no identificado), por otra parte, desapareció sin agredirlo, narró. Simplemente hizo un movimiento veloz y se desvaneció. La investigación recayó en el juez Miotti.

 

“En esa época, yo resolví como juez que se daba por cierto, por real, por producido el fenómeno. Que lo que había visto este muchacho no era de este mundo: el tema electromagnético que paró el tractor, la luz intensa, enceguecedora, los ruidos tremendos…”, dice hoy Miotti en diálogo con TN.

 

Luego del encuentro con lo que para el juez se trató de un aparato fuera de este mundo, el joven sufrió durante meses, según relató, “secuelas físicas”: zumbidos en los oídos por la noche y el adormecimiento de partes del cuerpo.

 

No es el único caso que recuerda el Dr. Miotti. “Después vino el problema de las vacas”, advierte.

 

Otra madrugada, un hombre salió de su casa -cuenta el exjuez- para “hacer sus necesidades” fuera. A un centenar de metros de donde se encontraba pudo ver, a campo abierto, cómo un “aparato” abducía a una vaca.

 

“Luego de extraer las piezas que a ellos les interesaban, tiraron al ternero allí, y no se pudría: ¿Por qué? Aparentemente tienen elementos para frenar el proceso de putrefacción. Eso fue resultado de la investigación”, asegura Miotti.

 

“Dada las condiciones, los tipos de corte, la ausencia de sangre, la suspensión de la cadena de putrefacción, se resolvió que obviamente no era terrestre. No eran chinos, no eran rusos, no eran japoneses: no eran de aquí. Estos seres viven en la magia”, agrega.

 

Miotti llegó a La Banda en 1975. Fue secretario, juez de instrucción y vocal de Cámara. Finalmente se retiró en 1995. Creó la Asociación de estudio e información del fenómeno OVNI en la Banda.

 

A los 76 años dedica su vida al estudio y a encontrar respuestas a fenómenos que pocos creen reales y él considera simplemente extraordinarios. A veces, sus vecinos y conocidos lo llaman de madrugada para que salga a la terraza a ver luces misteriosas en el cielo.

 

Tras la sombra de Josef Mengele: la investigación del Dr. Miotti para determinar si el Ángel de la muerte nazi vivió en Santiago del Estero

“Hay gente de la ciudad que me ve y me insiste, porfiada: ‘Ese era Mengele’, me dicen. Yo no pienso que era, ni que no era, sólo quería saber la verdad”, cuenta Miotti.

 

Josef Mengele inició sus tareas como médico jefe del campo de concentración Auschwitz-Birkenau en 1943, donde experimentó con prisioneros y cometió las peores atrocidades imaginables.

 

Luego de que el Ejército Rojo capturara Auschwitz, el Ángel de la muerte se ocultó en Alemania y después, temiendo ser capturado y ejecutado, escapó a Sudamérica: se sabe que primero estuvo en la Argentina, luego en Paraguay y finalmente en Brasil.

 

Nunca fue atrapado: murió ahogado en 1979 en la Ensenada de Bertioga, una playa del litoral de San Pablo. Pero eso no se verificó hasta 1985, cuando sus huesos -enterrados bajo nombre falso- fueron exhumados y se comprobó su verdadera identidad.

 

Y es en ese año que la historia del criminal nazi se cruza con la de nuestro exjuez ufólogo (como se llama a los investigadores de OVNIs). En julio de 1985, el Dr. Andrés Miotti abrió una investigación para determinar si Mengele había vivido durante una década en La Banda.

La investigación partió, de hecho, del periodista local Jesús “Chito” Martínez, que publicó un artículo en el diario El Liberal titulado: “Mengele vivió en La Banda”. A partir de una foto de Mengele, “Chito” recopiló testimonios de habitantes de la ciudad que reconocían al criminal nazi como Adolfo Gualterio Ascher.

 

El señor Ascher llegó a La Banda hacia fines de la década de 1940 y desapareció sin dejar rastros en 1960, afirma Miotti. En ese año, la Mossad secuestraba en Buenos Aires a Adolf Eichmann, uno de los principales responsables de la “solución final”.

“A mi me interesó lo que informaba Chito Martínez. Le corrí vista al fiscal, como cualquier juez, y el fiscal pidió la apertura de la causa. La investigación fue tomada con seriedad, se citaron testigos, se juntaron pruebas”, dice hoy el exjuez, que abrió una investigación 30 años después de los hechos.

 

“Hubo decenas de indicios que indicaban que estábamos ante un nazi hecho y derecho. Según los testimonios, Ascher hacía ceremonias conmemorando las fechas: el inicio de la guerra, el ascenso al poder de Adolfo Hitler. El tipo este paraba donde pasaban ferrocarriles, le gustaba el pitido el del tren, el paso del tren. Quizás rememoraba las cosas inconcebibles que hacía”, agrega Miotti.

 

Según el exjuez, durante la investigación se halló una pistola Luger, de uso exclusivo de los oficiales de la Alemania nazi, un bastón con una bala oculta adentro para usar como defensa, una caja de madera que supuestamente utilizaban los soldados alemanes para guardar su uniforme y, enterrada en el terreno de la estancia en la que vivió Ascher, una lata con una esvástica.

 

“Con ayuda de una mujer alemana le mandamos una carta al ejército alemán para comprobar a quién pertenecía la pistola. Jamás contestaron. Le mandamos a la universidad en la que se hizo la autopsia de Mengele el material fotográfico de Ascher, y tampoco. Cité como testigos a nueve sobrevivientes de Auschwitz que estaban en Buenos Aires y conocieron a Mengele, y jamás vinieron”, dice con resignación el exjuez..

 

“La historia quedó trunca por el tiempo y porque nadie quiso contestar. A mi me interesaba solamente conocer la verdad”, concluye el Dr. Miotti.

 

 

 

Fuente: TN

LA REGION

NACIONALES

INTERNACIONALES

ULTIMAS NOTICIAS

Newsletter

Columnas