Reflexión del Pastor Guillermo Decena: «Activando la victoria»

Somos más que vencedores en Cristo. Entonces, ¿por qué a veces parece que no salimos de una batalla y ya estamos metidos en otra? Con la declaración “somos más que vencedores”, Dios nos está diciendo que enfrentaremos batallas espirituales. Pero debemos entender que no hay victorias sin batallas. ¿Qué significa entonces ser más que vencedor?

 

 

 

«Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó» Romanos 8:37 RVR.

“Somos más que vencedores” es una declaración categórica, contundente, que no admite reproches. Pero para activar esta poderosa verdad primeramente hay que entender algo. El apóstol Pablo está hablando al principio del capítulo sobre vivir en el Espíritu. Pero, ¿cómo activamos el Espíritu?, al entender esto activaremos la victoria.

La premisa para ser vencedores está en que caminemos en el Espíritu. Que demos lugar al Espíritu, que lo escuchemos. Si no estamos en el Espíritu, estamos en la carne, en las pasiones del ser humano. Cuando tenemos dominio de nuestra carne, significa que dominamos el mundo espiritual. El ayuno es un arma poderosa para no estar dormido en el espíritu. Rompe el poder de la carnalidad. Como iglesia debemos ser usados por el Señor, porque tenemos al Espíritu Santo de Dios. Cuando ayunamos se activa el mundo espiritual. Debemos ayunar para que el Espíritu se active en nuestras vidas y de esta manera se active la victoria. Dios marcó el camino, y no hay otra manera de activar la victoria, no ayunar expone nuestra vida a caminar en derrota.

Hay 3 maneras básicas de ayunar para activar la victoria.

1- AYUNO DE LOS 3 DÍAS

«Al acercarse a Damasco para cumplir esa misión, una luz del cielo de repente brilló alrededor de él. 4 Saulo cayó al suelo y oyó una voz que le decía:—¡Saulo, Saulo! ¿Por qué me persigues? —¿Quién eres, señor?—preguntó Saulo.—Yo soy Jesús, ¡a quien tú persigues! —contestó la voz—. Ahora levántate, entra en la ciudad y se te dirá lo que debes hacer. Los hombres que estaban con Saulo se quedaron mudos, porque oían el sonido de una voz, ¡pero no veían a nadie! Saulo se levantó del suelo, pero cuando abrió los ojos, estaba ciego. Entonces sus acompañantes lo llevaron de la mano hasta Damasco.  Permaneció allí, ciego, durante tres días sin comer ni beber» Hechos 9: 3-9 NTV.

El ayuno de 3 días es un ayuno de crisis, bisagra, porque cambia la vida. Saulo era orgulloso y Dios lo humilló, aunque luego fue levantado, usado con mucho poder. Saulo representaba el legalismo, y el ayuno venció el engaño maligno, mostrándole que estaba equivocado. El Señor lo transformó para siempre.

Este es el ayuno del arrepentimiento y del cambio, reconociendo las equivocaciones que hemos cometido por nuestra ignorancia. Es un ayuno drástico que activa la victoria de verdad, pues hay victorias aparentes, pero son preludios de grandes derrotas.

La verdad es Cristo y es la única verdad que debemos abrazar de todo corazón. Él nos da la paz y nuestro corazón será sanado. Pablo estaba sinceramente equivocado, pero cuando se encontró con Jesús su vida tuvo una crisis profunda. Por eso el ayuno de tres días es un ayuno para la crisis.

Recordemos a Ester que ayunó de esta manera: Ester 4:15-17. Los caminos se abrieron, y las armas forjadas en contra del pueblo de Israel se desvanecieron. Porque se peleó la batalla espiritual, se activó la victoria, al ayunar 3 días, se desactivó la carne. Vemos en proverbios 14:12 que hay un engaño, un mal pensamiento. Y ¿cómo tendremos la revelación? La luz viene con el ayuno. Necesitamos ayunar por nosotros y todas las cosas van a cambiar.

 

2- AYUNO DE LOS 21 DÍAS: Daniel 10:2-5

«En aquellos días yo Daniel estuve afligido por espacio de tres semanas. No comí manjar delicado, ni entró en mi boca carne ni vino, ni me ungí con ungüento, hasta que se cumplieron las tres semanas. Y el día veinticuatro del mes primero estaba yo a la orilla del gran río Hidekel. Y alcé mis ojos y miré, y he aquí un varón vestido de lino, y ceñidos sus lomos de oro de Ufaz» Daniel 10:2-5 RVR.

Cuando ayunamos 21 días, las oposiciones satánicas, se caerán. Las batallas espirituales que el enemigo pelea por nuestra casa, familia, por nuestra vida y aun por nuestra economía, las perderá. Cuando se persevera en la oración, ayuno y búsqueda de Dios, algo se quiebra en el mundo espiritual, la oposición se rompe y tendremos revelación de parte de Dios. Este ayuno es para mayor revelación de los planes de Dios. Es para vencer la oposición diabólica y para que se abran caminos de victoria en la vida.

El apóstol Pedro subió a la azotea a orar y tuvo una visión. Era un hombre que trabajaba, sin dudas. En esa época el relato dice que sostenía a su familia y salía a trabajar en la pesca. Y por lo tanto el ayuno debería ser parcial. Pero lo más importante es la actitud de búsqueda de la persona. Dios evalúa y pesa la sinceridad del creyente (Hechos 10:9- 10).

El apóstol Pablo conocía la importancia del ayuno para desarrollar el ministerio (2 Corintios 11:27).

 

3- AYUNO DE LOS 40 DÍAS

Las batallas espirituales se pelean de forma dramática. No hay otra manera. Hacemos la parte que nos pidió el Señor.

El ayuno siempre debe ser guiado por el Espíritu Santo de Dios (Mateo 4:1-2). El ayuno de 40 días es un ayuno que se puede decir es extremo, pues tiene que venir del cielo y no de una idea terrenal. Al ver el valor de los 40 días nos damos cuenta de que nos lleva a crecer en dominio y autoridad espiritual.

En la Biblia se registran 4 personas que hicieron este ayuno tan importante, además de Jesús.

La historia de Moisés se describe en Deuteronomio 9:9- 11, cuando recibió las tablas del pacto luego de los 40 días.

La de Josué se describe en Éxodo 24:13-18 cuando Josué acompañó a Moisés en los 40 días de ayuno.

La del profeta Elías se describe en 1 Reyes 19:7- 8 cuando Elías tuvo la guía de Dios y caminó por 40 días y 40 noches.

Cuando nos proponemos buscar a Dios por 40 días, habrá recursos sobrenaturales del Espíritu Santo que vendrán a ayudarnos. No tendremos problemas, y aún veremos la victoria en nuestras vidas. Dios nunca nos va a exigir algo que no podamos hacer, o que nos haga mal.

Nuestro corazón debe estar entregado a Dios, con ganas de pelear la buena batalla, con deseos de desactivar la carne y activar el espíritu, esto hará que la victoria venga a nuestra vida. El ayuno es para nosotros porque somos hijos de Dios. Es para hombres y mujeres que entienden que en el mundo espiritual está la victoria y la bendición de Dios.

Que Dios te bendiga, te guarde de todo mal y tengas una semana de completa victoria!

Pastor Guillermo Decena

Centro Familiar Cristiano Eldorado

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