Reflexión del Pastor Guillermo Decena: «El amor sanador»

Jesús que vino a sufrir, nos muestra en la practica el verdadero amor que no busca lo suyo, sino la salvación del prójimo. Es por ello que la iglesia debe entender que es “más Bienaventurado dar que recibir” porque es una expresión del amor puro que siempre va a traer la presencia de Dios sobre nuestra vida. Veamos lo que nos dice la Palabra de Dios.


«Y nosotros hemos conocido y creído el amor que Dios tiene para con nosotros. Dios es amor; y el que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él» 1 Juan 4: 16 RVR

El permanecer en amor es permanecer en Dios y Él en nosotros, así que esto es vital, es la vida misma del cristiano y de la misma iglesia del Señor sobre la tierra.

Propongámonos a aprender a amar, el profeta Bob Jones, que fue a la presencia de Dios y volvió, declara que la pregunta que Dios le hará a sus siervos es esta: “¿Has aprendido a amar?”

La descripción perfecta del amor, para que nos embarquemos en la fascinante vida espiritual con la sobrenatural ayuda del Espíritu Santo. «El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor;» 1 Corintios 13: 4-5 RVR

1- El amor no es grosero. “El amor… no hace nada indebido…” 1ª Corintios 13:5

La Biblia declara que el amor tiene delicadeza, es amable en el trato, no hace nada indebido, en relación a la manera de expresarse. Por eso la expresión cínica, burlona, despectivas no deberían ser parte de la manera de expresarse de un hijo de Dios hacia su prójimo. El verdadero jamás se comporta con rudeza, ni es grosero en el trato.

Generalmente la dureza se refleja a través de nuestras palabras las cuales reflejan el carácter áspero de muchas personas.

Podemos recordar en la biblia a algunos que fueron groseras en su trato con los demás. Por ejemplo, Nabal hablo tan duramente y groseramente a los enviados de David que por poco provoca represalias en contra de su propia vida: “Y aquel varón se llamaba Nabal, y su mujer, Abigail. Era aquella mujer de buen entendimiento y de hermosa apariencia, pero el hombre era duro y de malas obras; y era del linaje de Caleb”, 1 Samuel 25:3 RVR

Nabal: Era un hombre duro, insolente, grosero, rudo, áspero, de mala conducta, un hombre violento en sus palabras. Pero ¿Qué hacia una mujer sabia con un hombre necio? ¿Cómo fue posible tal unión?

Al hablar de Nabal también debemos hacer una referencia al tiempo antiguo y relacionarlo con el presente, debemos reflexionar sobre el maltrato que las mujeres han sufrido a lo largo de la historia, la forma en que ellas han sido desvalorizadas, sin respeto y consideración, tratadas como objetos, utilizadas para beneficios egoístas y destructivos. Ahora, eso sigue aconteciendo en nuestros tiempos, no solo el maltrato verbal, físico y emocional.

Este hecho se ha convertido en una realidad alarmante para las familias, de manera especial, para que atendamos a la palabra de Dios y tengamos en cuenta que la manera despectiva de hablar está mostrando a una persona sin amor. Es para tener en cuenta.

Abigail intercede ante David por su esposo grosero. (1 Samuel 25:17) Cuando se habla de “Perverso” debemos comprenderlo como un hombre de Mal genio, sin ganancia, inutilidad; destructor, maldad impía, injusto, malo, malvado, perversidad, perverso, pestilencial. Es un hombre sin Dios, sin temor, sin prudencia ni sensatez. Estas son una serie de descripciones que nos dejan ver que es un hombre todo lo opuesto a Cristo.

También es descrito como un hombre que “No hay quien pueda hablarle” Es decir, que es un hombre necio a quien no se le puede decir nada, no se le puede aconsejar porque no lo permite. Un hombre con quien no se puede negociar y llegar a un buen acuerdo. Escapa de su venganza gracias a la prudencia de su mujer. Pero Dios lo hirió: diez días más tarde muere, probablemente por un infarto o un derrame cerebral, presa de su insensatez.

También se vincula al hablar con sarcasmos y cinismo. Y es bueno que meditemos en esto pues es una prueba irrefutable de un corazón que no ama. El cinismo muestra desprecio por la naturaleza humana y muestra una gran desconfianza hacia los demás.

Veamos ejemplos en la biblia de personas cínicas.

Job luchó contra el pesimismo en los días de su tormento, maldiciendo el día de su nacimiento (Job 3). Auto rechazándose.

Jonás mostró una actitud cínica hacia Nínive en su creencia de que los asirios no merecían el perdón de Dios (Jonás 4).

Cuando Felipe se acercó a su amigo Natanael para llevarlo a Jesús (Juan 1:45 – 46) Después de que Natanael se encontró con Jesús, conoció al Dios de amor, entonces su cinismo desapareció y se convirtió en uno de los primeros discípulos de Jesús.

Pero entendamos que debemos tener un corazón de abundante amor, que se traducirá de una boca que habla en consecuencia. “de la abundancia del corazón, habla la boca, decía Jesús…” (Proverbios 10:13) (Eclesiastés 10:3)

Jeroboam.: sufrió la división de su reino debido a que no accedió a obedecer el consejo de los sabios de hablarles con buenas palabras al pueblo y en lugar de eso fue grosero y prepotente. La biblia que su insensatez fue terrible. (1 Reyes 12:7-11).

El resultado de su manera de tratar grosera y despectiva fue terrible, destruyó el reino. Solo Judá sirvió a este rey, y las demás tribus dejaron la unidad que hasta aquí se había mantenido por el rey David.

No cabe duda de que el ser grosero y rudo no trae nada bueno y contribuye a romper las relaciones personales, en cambio el amor es incapaz de hacer algo indebido, de comportarse con rudeza y ser grosero.

 

2- El amor no busca lo suyo “El amor… no busca lo suyo…” 1 Corintios 13:

También tener en cuenta que el amor que sana, no busca lo suyo. En este sentido el verdadero amor no es egoísta ya que busca siempre satisfacer a los demás y su prioridad está en poner a los otros antes que a sus propios intereses. Es que para amar de verdad hay que pensar en el prójimo, en sus valores, necesidades y carencias. Como se dice “hay que ponerse en la piel del otro”

Si hay un hombre que fue ejemplo de esto fue Pablo, quien, con tanto amor, llevo el evangelio para provecho de los corintios. Y de la misma forma Pablo exhortaba a los creyentes a preocuparse por el bienestar de los demás de manera sincera y desinteresada: “Ninguno busque su propio bien, sino el del otro… como también yo en todas las cosas agrado a todos, no procurando mi propio beneficio, sino el de muchos, para que sean salvos”, (1 Corintios 10:24, 33).

El amor que sana, no busca lo suyo propio, sino el bienestar de su prójimo como un cumplimiento al segundo de los mandamientos más importantes: “Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo”, (Mateo 22:39).

Este sentimiento de no buscar lo suyo sino el bien del prójimo es lo que impulso a Dios a enviar a su Hijo Jesucristo para poner su vida en rescate de muchos mostrándonos así el alcance del verdadero amor: “En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados”, (1 Juan 4:10 RVR).

Por tanto, Jesús que vino a sufrir, nos muestra en la practica el verdadero amor que no busca lo suyo, sino la salvación del prójimo. Es por ello que la iglesia debe entender que es “más Bienaventurado dar que recibir” porque es una expresión del amor puro que siempre va a traer la presencia de Dios sobre nuestra vida.

Debemos ponernos a pensar en los más necesitados y ayudarles con acciones sabias porque es amar buscando el bienestar del prójimo. Aun significa que todo sacrificio espiritual como el ayuno, pensando en el prójimo sufriente, va a ser tenido en cuenta por el Dios de amor.

Que Dios te bendiga, te guarde de todo mal y tengas una semana de completa victoria!

Y en este Día tan especial bendecimos a todas las Madres en su Día!

Pastor Guillermo Decena

Centro Familiar Cristiano Eldorado

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