Impresionantes imágenes de la tormenta de arena en Brasil que dejó al menos 6 muertos

Según los expertos, esta tormenta de arena en Brasil se debe al cambio climático, lo que provoca extrema sequía en el país. Ocurrió en San Pablo y llegó hasta localidades cercanas. Este fenómeno dejó al menos 6 muertos.

 

Imágenes de esta tormenta de arena en Brasil, pudieron evidenciar enormes nubes de polvo naranja que retumban en el campo, así como un cielo marrón con vientos de hasta 100 kilómetros por hora, es lo que se vio en las últimas semanas en Sao Paulo y en otras localidades aledañas.

 

tormenta de arena en Brasil
Impresionantes imágenes de la tormenta de arena en Brasil.

 

Estas tormentas de arena que son inusuales, dejaron hasta el momento seis personas muertas, mientras que el sureste de Brasil se encuentra en una sequía severa debido a estas tormentas.

 

Las seis personas muertas fueron víctimas de la caída de árboles y casas.

 

Según los expertos, este fenómeno se debe a un largo periodo de sequía. Pues en este país no se han registrado lluvias en los últimos días y las temperaturas son altas con baja humedad.

 

 

Con esta condición, Brasil enfrenta su peor sequía en 91 años, lo que ha provocado un nivel de agua críticamente bajo en las reservas hidroeléctricas en el centro oeste y en el sur del país.

 

 

Brasil cada vez más seco: perdió 15% de su agua dulce en 30 años

 

En medio de la peor crisis hídrica en 91 años, la plataforma multidisciplinaria MapBiomas advirtió sobre el impacto que el fenómeno provoca en la región. Brasil tiene el 12% de la reserva de agua dulce del planeta y el 53% de Sudamérica.

 

 

Brasil, una de las mayores reservas de agua del planeta, se está secando: las superficies cubiertas con agua dulce entre 1991 y 2020 se redujeron 15,7%, según datos oficiales revelados este lunes por la plataforma multidisciplinaria MapBiomas.

 

El estudio se dio a conocer en momentos de la peor crisis hídrica de los últimos 91 años, que provoca desastres económicos y ambientales, además de aumentar el costo de la energía para la población, que teme un racionamiento.

 

La plataforma MapBiomas, una entidad donde se agrupan especialistas de las universidades brasileñas y de organizaciones no gubernamentales, reveló este lunes el tamaño del agotamiento de las reservas hidrográficas.

 

La situación es de gran impacto regional, porque la Argentina comparte con Brasil la Cuenca del Paraná, que se encuentra en grave crisis de sequía, y Brasil comparte la Cuenca del Rio Amazonas con siete países.

 

La reducción de agua dulce en Brasil desde 1991 a 2020 cayó 15,7 por ciento, dice el estudio en base a datos satelitales iniciados en 1985.

 

La situación más crítica es la región del Pantanal, en el estado de Mato Grosso do Sul, fronterizo con Paraguay. Mato Grosso do Sul perdió 57% de su agua dulce y se transformó en un polo sojero desde fines del siglo XX, algo similar al segundo estado en el ranking de sequía, Mato Grosso, la locomotora del agronegocio de Brasil.

 

«Estamos perdiendo la superficie del agua y eso no es poco. Los períodos de inundación ya no son suficientes para compensar la sequía», dijo el coordinador general de MapBiomas, el ingeniero forestal Tasso Azevedo.

 

Brasil tiene el 12 por ciento de la reserva de agua dulce del planeta y el 53 por ciento del agua dulce sudamericana

 

Según Azevedo, las razones hay que encontrarlas en el cambio climático, con más sequias en general con aumento de la temperatura y reducción de temporadas de lluvia.

 

Otro argumento es la deforestación amazónica (para ganadería, extracción ilegal de madera y minería ilegal), que redujo los llamados «ríos voladores» que van llevando humedad a todo el planeta.

 

El Río San Francisco, que nace en Minas Gerais y baña el semiárido nordestino, redujo 10% su capacidad de agua sobre todo por la irrigación artificial empujada por el gran motor del agronegocio en la región, el Matopiba, como se conoce al enclave sojero ubicado entre los estados de Maranhao, Tocantins, Piaui y Bahía.

 

Azevedo reveló que el Río Negro, en la región amazónica, perdió 22% de superficie entre 1999 y 2000 debido a la deforestación y a que los terratenientes han desviado el curso del agua para hacer reservorios en las haciendas.

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