“Cuando la política se entretiene peleando por el poder, perdemos todos” sostuvo el padre Alberto Barros

El presidente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), Monseñor Oscar Vicente Ojea, realizó una dura crítica a los mandatarios nacionales tras la crisis del Gobierno nacional por la fuerte interna que ocurrió. El padre Alberto Barros, párroco y vicepresidente de Cáritas Posadas, sostuvo que estas discusiones son perjudiciales para los argentinos.

 

Luego de la crisis del Gobierno nacional, manifestó que “En la Argentina se discute el poder, y no un modelo de país”, fue la contundente frase del obispo Ojea en relación a la crisis económica y social que atraviesa el país desde el inicio de la pandemia. En relación a esto, Barros agregó que la falta de discusiones serias deriva en consecuencias negativas para todos los argentinos porque “se pierden de vista los dolores y las angustias reales de la inmensa mayoría del pueblo argentino así creo que estamos en un problema complejo”.

 

 

Alberto Barros – FM Santa María de las Misiones

 

 

El arzobispo Víctor Manuel Fernández, muy cercano al Papa Francisco, compartió un escrito en sintonía con las críticas de la CEA. Afirmó allí que el presidente “se entretenía con el aborto, la marihuana y el lenguaje inclusivo, y hasta la eutanasia, mientras que la clase media y los pobres tenían hondas angustias que no tenían respuesta”.

 

 

 

Barros se mostró en plena coincidencia con lo expuesto por el arzobispo y agregó que “la gente está atravesando una grave crisis económica, sanitaria, educativa y también moral”.

 

 

 

 

Asimismo criticó a los funcionarios que protagonizaron hechos como ‘El vacunatorio VIP’ y la ‘Fiesta de Olivos’, donde estuvo involucrado hasta el propio presidente. «Mientras se vivía con una angustia enorme, cuánta gente estaba de fiesta ligada al ámbito de lo político en diversas áreas del Estado y de familias pudientes. Hay una crisis moral clara ligada a la fuertísima crisis sanitaria«, recalcó el padre Barros.

 

 

 

 

Remarcó que se deben atender a las problemáticas más serias del país que se relacionan con la inflación, la falta de acceso a los alimentos en las clases humildes, el nulo acceso a la educación y la crisis económica «que ataca principalmente a los más pobres«.

 

 

 

Asimismo, subrayó que la deserción escolar y los efectos de la pandemia sobre la educación son factores preocupantes considerando que 6 de cada 10 chicos se encuentra bajo la línea de pobreza.

 

 

 

«Con semejante crisis, estar entretenidos en luchas de poder o en temas que solamente le importa a un grupo cercano a quienes gobiernan parecería una forma de dar la espalda al pueblo y a sus angustias«, expresó el párroco de la iglesia la Sagrada Familia.

 

 

 

Respecto de la interna en el sector oficialista del Frente de Todos sostuvo que «en el fondo estas luchas de poder terminan siendo, a mi entender, una terrible falta de respeto a los seres queridos y familiares de las casi 120.000 personas que fallecieron durante la pandemia«.

 

 

 

Acerca de los reclamos de los sectores sociales Barros aclaró que en un contexto de crisis económica, la asistencia social es muy necesaria pero que desde los sectores más humildes se reclama un puesto de trabajo que le permita vivir dignamente. «La gente quiere trabajar, el problema es que no hay. Se ha perdido muchísimo trabajo formal desde el inicio de la cuarentena estricta, y ni hablar de la realidad de lo informal«, dijo al respecto.

 

 

 

En adición, manifestó que este tipo de discusiones partidarias generan crisis de gobernabilidad e institucionalidad que derivan en una fuerte crisis de credibilidad internacional. «A quién se le ocurriría venir a invertir a la Argentina cuando demostramos este tipo de inmadurez política» cuestionó Barros.

 

 

«Hay una generalidad en la dirigencia económica donde el gran problema es la soberbia que pone como prioridad la búsqueda de poder y no el servicio para el bien común de la gente«, señaló. Profundizando acerca de esto agregó que hay una desconexión de una buena parte de los funcionarios y dirigentes que no son capaces de comprender la realidad y los problemas de la gente.

 

 

 

Para finalizar agregó que hoy los representantes del Estado y referentes político-partidarios deberían «trabajar un corazón humilde para empatizar con el sufrimiento de millones de argentinos«.

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