La fonoaudióloga Silvia Barberis resaltó la importancia de asistir inmediatamente a un fonoaudiólogo especializado cuando apenas aparezcan los síntomas de tartamudez, ya que se trata de una condición que no desaparece con el tiempo. Lo ideal es que la intervención terapéutica se realice antes de los 6 años de edad.
La edad común en la que aparecen los síntomas de tartamudez suele ser entre los dos y cuatro años y su origen puede estar relacionado tanto con factores genéticos como a bioneurológicos que intervienen en la predisposición.
Silvia Barberis- Canal 12
En este marco, la especialista puntualizó que la tartamudez no es una enfermedad, sino que se trata de una condición del habla con la que convive la persona. No obstante, la persona con esta condición puede recibir herramientas para sobrellevar y hasta revertir a temprana edad la tartamudez. Por este motivo, es muy importante tratarla a tiempo.
Por otro lado, explicó que existen factores disparadores que pueden ser emocionales, e intervienen solamente cuando el niño tiene predisposición a la tartamudez.
La especialista especificó que hay muchísimas posibilidades de remitir la tartamudez en niños pequeños, siempre y cuando se haga una intervención terapéutica adecuada y pronta.
En cuanto a la intervención, Barberis indicó que además de proporcionar herramientas al niño, el fonoaudiólogo también trabaja con su entorno familiar y escolar, brindando recursos también a las personas que acompañan al niño con tartamudez en la cotidianeidad para abordar esta condición del habla de la mejor manera posible.
Refiriéndose al caso de Francisco Benítez, el ganador del reality musical La Voz, la especialista especificó que el canto y la palabra van por vías distintas en el cerebro. Por este motivo, una persona con tartamudez no tartamudea al cantar.
Francisco Benítez es el ganador de La Voz Argentina https://t.co/VwBHvJQFh1
— misionesonline.net (@misionesonline) September 6, 2021
Algo parecido ocurre cuando los niños hablan solos y cuando tienen un interlocutor que representa una demanda lingüística. Por esta razón, la fonoaudióloga subrayó la importancia de observar a los niños cuando juegan solos o con sus pares.
Finalmente, la especialista aclaró que existen grados entre la tartamudez leve y la tartamudez más severa. En ambos casos se trabaja brindando herramientas a la persona en cuestión para que las utilice puntualmente cuando ella lo necesite y no cuando las personas del entorno familiar o escolar se irriten por no saber cómo abordar esta condición.
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