Misiones | Una joven denunció a un juez de paz por abuso y amenaza: “Te volveré a encontrar”

Este martes, en la localidad de Hipólito Yrigoyen, una joven estudiante de 20 años denunció que un hombre de unos 40 años se aprovechó de ella y abusó sexualmente a plena luz del día, sobre la ruta nacional 12. De acuerdo a las primeras averiguaciones, el acusado trabajaría en el Juzgado de Paz de General Urquiza.  

 

 

Cinthia K. de 20 años, oriunda de Santo Pipó,  confesó en la denuncia policial que, ayer martes, se encontraba esperando el colectivo en el acceso a General Urquiza por ruta nacional 12 para dirigirse hacia Jardín América. En un momento dado, estacionó un vehículo a su lado y ofreció llevarla voluntariamente, ella accedió y subió.

Posteriormente, mientras se dirigían hacia Jardín América, dialogaron y el conductor le habría manifestado que se llamaría Gustavo y que trabajaba en el Juzgado de General Urquiza. Una vez que cruzaron la localidad de Hipólito Irigoyen, el acusado le manifestó “yo te voy a llevar pero te voy a cobrar algo”.

 

Inmediatamente, ella respondió que le iba a abonar con dinero por el traslado de una localidad a la otra. Sin embargo, Gustavo le respondió que quería un beso, no plata y comenzó a abusar sexualmente dentro de su vehículo. 

 

Desesperada y sin poder defenderse, Cinthia le rogó que le bajara del vehículo y que deje de abusarla. No obstante, el hombre hizo caso omiso al pedido de la estudiante y continuó abusando. 

 

Seguidamente, ante el temor de ser herida, Cinthia golpeó la puerta del rodado y gritó para que detenga la marcha, según relata en la denuncia. 

 

Tras lograr que él detenga el vehículo, Gustavo le manifestó “te voy a volver a encontrar por Urquiza”, y la dejó frente al supermercado Nerea, ubicado sobre la avenida Paraná en cercanías a la terminal de ómnibus de Jardín América.

 

Automáticamente, la víctima se dirigió a la Comisaría y denunció lo ocurrido. Allí aportó datos del vehículo, nombre y características del abusador. 

 

Luego de la denuncia, comenzó la investigación y los pesquisas indicaron que en General Urquiza existe solamente el Juzgado de Paz y el acusado se llamaría Gustavo N., quién posee un Chevrolet de igual característica a lo que describió la víctima.

 

Por el momento, el Juzgado de Instrucción Penal de Jardín América caratuló la causa como “abuso sexual simple”  y notificó de lo ocurrido al acusado quién permenecerá en libertad ambulatoria a la espera de prestar declaración indagatoria. 

 

Gobernador Roca | Invitó a menor con retraso madurativo a sembrar melones y abusó de ella: está prófugo

 

Alejandra Isabel López, madre de la víctima, contó el duro momento que vivió luego de enterarse que un hombre que era como su hermano y con quién tenía plena confianza abusó de la menor con retraso madurativo.

 

Desde los 12 años López vivía con Javier, quién abusó de la menor con retraso madurativo y que era como su hermano, con quién tenía plena confianza.

 

La mamá de la víctima de 13 años habló y relató en primera persona el infierno que atraviesan ella y su hija. La denuncia está radicada en la comisaría de la Mujer de Gobernador Roca. Desde ese entonces el acusado está prófugo.

 

“Abusó sexualmente de ella”. Esa línea es apenas un fragmento de las aberraciones que constan en la denuncia por abuso sexual con acceso carnal que radicó Alejandra Isabel López, luego de que su hija de 13 años que tiene retraso madurativo, le confiara que fue abusada.

 

“Me dice llorando que él abusó de ella y que ella no quería”, contó Alejandra en diálogo con Crónica. La mujer descubrió que su hija había sido víctima de una violación tras encontrar un mensaje de texto que el acusado le había enviado a su hija pidiéndole una foto “de todo”.

 

El presunto abusador de 31 años, se había criado junto con la mamá de la víctima. “Desde los 12 años me crie con la familia Teminski, por eso para mí Javier era como un hermano”, alguien con quien “tenía confianza plena” contó.

 

Hacía tres meses que Alejandra trabajaba en los campos de Javier cargando tierra en plantines y, en varias ocasiones ella llevaba a algunas de sus hijas al trabajo cuando no tenía con quien dejarlas, ya que es mamá de cinco nenas chiquitas de 4, 9, 12 y 13, años. Sin embargo, la mujer puntualizó que «siempre estaban conmigo, nunca nos separábamos «.

 

No obstante, el viernes 13 de agosto Javier, de 31 años le preguntó si podía llevar a la nena de 13 años a otro terreno de él ubicado en Rosa Chica, “para que lo ayudara a sembrar melones”, relató Alejandra.

 

Aunque hasta ese momento «nunca la había dejado sola con él» aceptó.

 

“La dejé ir porque supuestamente iba a ver personal ahí, no iban a estar solos. Pero después me enteré que no había nadie”, agregó.

 

Ese día fue el que habría perpetrado el abuso sexual en dos ocasiones:  una en el interior de la camioneta del acusado y otra “contra un palo”, según le describió la víctima a su mamá.

 

“Me contó todo lo que él le hizo. En el vehículo se le tiró arriba y le dijo que él solo iba a salir de arriba de ella si iban a comprar juntos un preservativo en la YPF. Ella dijo que sí para que él salga. Cuando fueron, la dejó encerrada dentro de la camioneta. Después la llevó a su chacra en medio del monte, en el terreno donde iban a sembrar melones y la abusó dentro de la camioneta”, relató Alejandra.

 

Tras cometer la violación, el acusado amenazó a la menor para que no cuente nada de lo ocurrido, “Le dijo que si hablaba su mamá se iba a enterar y se iba a morir de un infarto”.

 

Luego de ese día, Alejandra notó que su hija “estaba alterada”, y manifestaba «mucho dolor de panza”, aunque no le dio importancia en ese momento.

 

“Pero a los días me llega el rumor en el pueblo de que él le traía ganas a mi nena”, cuenta Alejandra. Su intuición de madre le indicó que algo había pasado, por eso desde ese día no volvió más a trabajar a la chacra. “Me alejé para que no pase una desgracia, pero ya había pasado”, explicó.

 

Mientras espera que la Justicia avance y que la menor sea sometida a Cámara Gesell, Alejandra decidió mudarse momentáneamente junto a sus hijas a una chacra ubicada en la localidad de Colonia Corpus, lejos de la ciudad.

 

Hace unos días atrás, el presunto abusador le pidió “por favor hablar” y mantuvieron una conversación, en la que él habría confesado haber cometido el abuso.

 

“Él sostiene que no fue una violación, sino solo una apretadita”, dice la mujer quien asegura que, si su hija estuviera mintiendo, él no tendría razón para estar prófugo.

 

 

 

LA REGION

NACIONALES

INTERNACIONALES

ULTIMAS NOTICIAS

Newsletter

Columnas