Fernández en la Cumbre del Cambio Climático: «Necesitamos una justicia social ambiental»

El Presidente participó de la Cumbre del Cambio Climático y destacó hoy la "necesidad de pensar mecanismos innovadores para reconstruirnos mejor" frente al desafío, y dijo que el tema es "prioridad" para su Gobierno. Además, destacó la necesidad de "una justicia social ambiental, que es el nuevo nombre del desarrollo en esta región".

 

«Quiero agradecer a los líderes regionales que nos acompañan comprometiendo su esfuerzo para hacer frente al desafío del cambio climático. El momento es ahora. El reloj de la destrucción planetaria no se va a detener sino actuamos ahora», dijo el Presidente al abrir en forma virtual desde el Museo del Bicentenario la cumbre latinoamericana sobre cambio climático denominada «Diálogo de alto nivel sobre acción climática en las Américas», que tiene a la Argentina como anfitriona.

 

Alberto Fernández sostuvo que el Gobierno argentino propuso «esta cumbre para abordarlo desde el punto de vista latinoamericano y orientada al debate de cara la reunión de Glasgow», que se celebrará en Escocia, entre fines de octubre y principios de noviembre próximo.

 

En ese sentido, afirmó que la Argentina «ha decidido poner a la acción climática y ambiental en el centro y es prioridad de este gobierno».

 

Por eso, Fernández propuso «construir un nuevo paradigma de desarrollo» e «impulsar un diálogo fraterno» para «pensar un proyecto común en nuestra casa común».

 

Asimismo, destacó la necesidad de «una justicia social ambiental, que es el nuevo nombre del desarrollo en esta región», al abrir esta mañana en forma virtual la cumbre.

 

 

El Presidente agradeció además el mensaje del enviado especial para el Clima de los Estados Unidos, John Kerry, y destacó el «enorme aliento que significa escuchar al gobierno americano comprometido nuevamente con este problema que a todos nos afecta».

 

De la cumbre participan también el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres; mandatarios de la región y autoridades de organismos internacionales, entre otros líderes e invitados especiales.

 

El encuentro, que se realiza de manera virtual con el objetivo de colaborar en el diseño de mecanismos innovadores que permitan una acción climática efectiva en el continente y promuevan una recuperación económica pospandemia de una manera resiliente y sostenible, alineada con el Acuerdo de París, es la antesala de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP 25) que se realizará en Glasgow, Escocia, del 31 de octubre al 12 de noviembre próximos.

 

El PBI mundial podría reducirse en torno de 37% por el cambio climático

 

El crecimiento del PIB mundial podría reducirse en torno de 37% este siglo por las consecuencias del cambio climático, más del doble de la caída del PIB mundial durante la Gran Depresión.
Así lo señala un estudio realizado por investigadores de universidades europeas y estadounidenses publicado en la revista Environmental Research Letters.
El problema ambiental es motivo de creciente preocupación. En un artículo publicado esta semana, el semanario The Economist se interroga sobre si ¿Podría el cambio climático desencadenar una crisis financiera?Los modelos económicos del cambio climático pueden haber subestimado sustancialmente los costos del calentamiento continuo, según el artículo publicado en Environmental Research Letters. El artículo titulado “El costo social del dióxido de carbono bajo la retroalimentación de la economía climática y la variabilidad de la temperatura” y sus autores son Jarmo Kikstra, Paul Waidelich, James Rising, Dimitry Yumashev, Chris Hope y Chris Brierley.Los investigadores advierten que el daño económico del cambio climático continuo puede ser 6 veces mayor para fines de este siglo de lo que se había estimado anteriormente

Las proyecciones del daño económico del cambio climático continuo son importantes para ayudar a los gobiernos a calcular los costos y beneficios relativos de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, pero el análisis plantea que los modelos económicos detrás de ellos pueden ignorar riesgos importantes y, por lo tanto, subestimar los costos potenciales del calentamiento.

 

El trabajo señala que la mayoría de los modelos solo se enfocan en daños a corto plazo y asumen que el cambio climático no tiene un efecto duradero sobre el crecimiento económico, a pesar de la creciente evidencia de que extremos como sequías, incendios, olas de calor y tormentas, y sus efectos en la salud, el ahorro y la productividad laboral, causan daños a largo plazo.

 

En base a estas consideraciones, se sostiene que si se tienen en cuenta los efectos del cambio climático en el crecimiento económico, el PIB mundial podría ser un 37% más bajo para 2100 de lo que sería sin los impactos del calentamiento.

 

Se advierte que todavía existe una incertidumbre considerable acerca de cuánto los daños climáticos continúan afectando el crecimiento a largo plazo y hasta qué punto las sociedades pueden adaptarse para reducir estos daños; dependiendo de cuánto se vea afectado el crecimiento, los costos económicos del calentamiento de este siglo podrían ser hasta el 51% de PIB global.

 

«Todavía no sabemos exactamente cuánto efecto tendrá el cambio climático en el crecimiento económico a largo plazo – pero es poco probable que sea cero, como la mayoría de los modelos económicos han asumido. El cambio climático hace que eventos perjudiciales como la reciente ola de calor en América del Norte y las inundaciones en Europa sean mucho más probables. Si dejamos de asumir que las economías se recuperan de tales eventos en cuestión de meses, los costos del calentamiento parecen mucho más altos de lo que se suele decir. Todavía necesitamos una mejor comprensión de cómo el clima altera el crecimiento económico, pero incluso en presencia de pequeños efectos a largo plazo, la reducción de las emisiones se vuelve mucho más urgente.», señaló Chris Brierley, University College London.

 

Los autores recalcularon el efecto de estos cambios en el «costo social del carbono», una medida del daño económico causado por la liberación de gases de efecto invernadero. El análisis sugiere que el daño económico por la liberación de una sola tonelada de dióxido de carbono puede superar los 3.000 dólares.

 

Si bien los hallazgos muestran grandes incertidumbres, este valor es mucho más alto de lo que suponen los responsables de la formulación de políticas. Por ejemplo, el gobierno de Estados Unidos utiliza actualmente un costo social del carbono de alrededor de 51 dólares por tonelada para juzgar los costos y beneficios de los proyectos relacionados con las emisiones de gases de efecto invernadero, y el Esquema de Comercio de Emisiones de la Unión Europea, que cubre la energía, la fabricación y la aviación, se ubica en 61 euros.

 

«Cuanto más sabemos sobre los riesgos del cambio climático, más urgente es la acción. Cada año han visto más desastres naturales vinculados al cambio climático, y la situación va a seguir creciendo peor hasta que podamos lograr emisiones netas cero globales. Uno de los grandes pasos adelante en este trabajo es comenzar la captación de los riesgos de los desastres naturales, o de la variabilidad del clima, en las estimaciones de costos y no sólo en el promedio del cambio en la temperatura”, explica James Rising, de la Universidad de Delaware y London School of Economics and Political Science.

 

 

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