Brasil: se registraron incidentes en las movilizaciones pro Bolsonaro

Durante las protestas en Brasil, seguidores del presidente ultraconservador atacaron a jóvenes en Brasilia por considerar que eran "infiltrados" y la policía arrojó gases lacrimógenos frente a la Cancillería. Los actos, que coinciden con el Día de la Independencia, fueron presentados como un ultimátum al poder judicial.

El país celebra este martes su Día de la Independencia bajo alta tensión, debido a las protestas en Brasil convocadas por el presidente Jair Bolsonaro, que confía en movilizar masivamente a sus bases, pero también por sus opositores.

 

protestas en Brasil

 

Bajo importantes operativos de seguridad para proteger los edificios públicos y prevenir episodios de violencia, Brasilia y San Pablo se preparan para recibir actos masivos articulados por los seguidores más radicales del presidente.

 

En Brasilia, que está protegida por 5.000 agentes, los efectivos arrojaron gases lacrimógenos contra un grupo de manifestantes que lanzó pirotecnia contra el palacio de Itamaraty, sede de la cancillería.

 

De acuerdo a Folha de Sao Paulo, cuando a los seguidores de Bolsonaro se les impidió acceder a la Plaza de los Tres Poderes, donde se encuentran el Congreso, el Supremo Tribunal y la Presidencia, comenzaron a rezar por la policía. Otros reportes, en tanto, dieron cuenta de que los efectivos están teniendo un rol pasivo en la Explanada de los Ministerios, donde se espera que el presidente pronuncie su discurso.

 

Además, O Globo reportó que dos jóvenes fueron atacados a golpes por los seguidores de Bolsonaro que los acusaron de ser infiltrados en la manifestación.

 

Cientos de manifestantes se concentraron desde el lunes por la noche en la región central. Tras romper un bloqueo policial, muchos de ellos ingresaron con camiones y otros vehículos por la avenida que conduce al Congreso, al Supremo Tribunal Federal y otros edificios del gobierno.

 

«¡Acabamos de invadir! ¡La policía no pudo contener al pueblo! Y mañana vamos a invadir el STF«, gritaba uno de los partidarios de Bolsonaro en un video difundido por los medios locales.

Algunos de los seguidores del mandatario de Brasil incluso piden una «intervención militar» comandada por Bolsonaro, de 66 años, un excapitán del Ejército y nostálgico de la dictadura militar (1964-1985).

 

El rumbo que tomarán las movilizaciones es incierto y ha acaparado el debate público en Brasil, inclusive con alertas para evitar algo similar a la invasión en enero pasado del Capitolio de Estados Unidos por partidarios del entonces presidente Donald Trump.

 

Más de 150 intelectuales y personalidades políticas de 26 países, concentrados en la Internacional Progresista, firmaron una carta abierta este lunes denunciando una «amenaza inminente a la democracia brasileña«.

 

La jornada empezará con el acto oficial del izamiento de bandera a las en el Palacio de la Alvorada, la residencia del jefe de Estado en Brasilia.

 

Bolsonaro afirmó en los últimos días que espera movilizaciones multitudinarias para enviar un «ultimátum» a los jueces de la corte suprema que abrieron varias investigaciones contra él y su entorno, entre otras cosas por difundir informaciones falsas.

 

Si tiene éxito, Bolsonaro ofrecerá una «demostración de fuerza que puede darle más margen de maniobra» y un nuevo impulso para las elecciones presidenciales de 2022, en las que según los sondeos sería ampliamente derrotado por el expresidente izquierdista Lula da Silva, quien todavía no ha confirmado su candidatura, coinciden los expertos.

 

Pero en caso de fiasco, el presidente estará «aún más acorralado«, con el riesgo de ser abandonado por sus aliados políticos y el mundo empresarial.

 

Entre los temores de los especialistas en seguridad está la posible presencia entre los manifestantes de policías armados, una clase que apoya ampliamente al presidente.

 

Según una encuesta publicada el domingo por el periódico O Globo, el 30% de los policías tenían la intención de salir a las calles este martes, aunque el reglamento les impide involucrarse en manifestaciones políticas, incluso en sus días libres.

 

Bolsonaro criticó abiertamente la semana pasada a aquellos jueces y gobernadores que anunciaron medidas para evitar que los policías acudieran a las marchas.

 

Protestas en Brasil: jueces y políticos defienden la democracia tras el ataque de Bolsonaro

 

Los ministros del Supremo, Alexandre de Moraes y Luis Roberto Barroso, blanco de las amenazas del mandatario, y opositores como Lula y Doria alertaron sobre la deriva autoritaria del gobierno.

 

Mientras el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, volvió a apuntar este martes, frente a una multitud de seguidores, contra jueces que ordenaron investigarlo, dos de los magistrados más atacados por el mandatario, el presidente del Tribunal Superior Electoral (TSE), Luís Roberto Barroso, y el magistrado del Supremo Tribunal Federal (STF) Alexandre de Moraes llamaron a respetar la democracia, un pedido que también hicieron políticos opositores.

 

«Brasil, una pasión. Blancos, negros e indígenas. Civiles y militares. Liberales, conservadores y progresistas. Desde 88, la voluntad del pueblo: FHC (Fernando Henrique Cardoso), Lula, Dilma y Bolsonaro. Elecciones libres, limpias y seguras. El amor a Brasil y a la democracia nos une. Sin vuelta al pasado«, escribió por Twitter Barroso.

 

Moraes publicó un mensaje con un tono similar: «En este siete de septiembre, conmemoremos nuestra independencia, que garantizó nuestra libertad y que solamente se fortalece con un respeto absoluto a la democracia«, escribió en la misma red social.

 

 

Por un lado, Barroso abrió una investigación en contra de Bolsonaro por sus repetidos ataques al sistema de urnas electrónicas y, por otro lado, De Moraes incluyó como investigado al presidente en un proceso penal que se inició en 2019 por la difusión en redes sociales de noticias falsas contra las instituciones democráticas.

 

Posibles rivales de Bolsonaro en las elecciones de 2022 también usaron las redes sociales para alertar sobre la necesidad de defender la democracia ante la amenaza golpista del mandatario ultraconservador.

 

Lula da Silva difundió un video en el que afirmó que el papel del presidente de la República es mantener viva la confianza en el presente y en el futuro, informó Estadao. «Pero en lugar de anunciar soluciones para el país, lo que hace es llamar a la gente al enfrentamiento, llama a actos contra los poderes y contra la democracia, que nunca respetó. En lugar de sumar, alienta la división, el odio y la violencia. Definitivamente, eso no es lo que espera Brasil de un presidente”, dijo.

 

El gobernador de San Pablo, Joao Doria, enfrentado con Bolsonaro por la gestión de la pandemia, afirmó que Brasil vive su peor momento desde la dictadura. «Necesitamos la paz. No hay lugar para coqueteos autoritarios. La democracia, la libertad y el diálogo son los cimientos de la prosperidad y un mejor futuro para Brasil«, dijo el gobernador, quien también advirtió del riesgo de «retrocesos«.

 

Luiz Henrique Mandetta, quien fue ministro de Salud en el gobierno de Bolsonaro hasta el inicio de la lucha contra la pandemia en el país -y dejó el cargo en marzo del año pasado precisamente por desacuerdos sobre la conducta adoptada por el presidente-, afirmó que el 7 de septiembre no puede ser el «nosotros contra ellos». «No podemos aceptar que Brasil esté dividido así, por discursos de odio. Tenemos problemas reales que debemos abordar«, dijo.

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